La Junta de Accionistas de Dia ha decantado el pulso que mantenían Mijaíl Fridman y el actual consejo de la distribuidora en favor del magnate ruso y principal accionista de la firma, con un 29% del capital. El empresario ha hecho valer su mayoría y ha tumbado la ampliación de capital propuesta por la cúpula de Dia. Además, su vehículo de inversión, Letterone, ha sacado adelante su ampliación de capital de 500 millones de euros y despeja así el horizonte de cara a su opa a de 0,67 euros por acción, a la espera solo de un acuerdo con la banca acreedora. Las preguntas ahora son ¿cómo ha llegado Dia a esta situación? Y, ¿cuáles son las claves de su caída hasta la situación actual en que se encuentra?
La tormenta se intensificó el pasado 15 de octubre cuando la compañía de distribución lanzó un 'profit warning' y suspendió el dividendo para 2019. Ocurría tras el enésimo golpe de un banco de inversión, en este caso JP Morgan, que recortaba su precio objetivo un 19% (desde los 2,10 euros hasta los 1,7 euros por acción) ante su fuerte exposición a la crisis de los emergentes, sobre todo a Brasil y Argentina. Por entonces los títulos de Dia ya se habían desplomado un 75% en el año.
Otro golpe al accionista llegó cuando poco después la firma se vio obligada a reformular sus cuentas del ejercicio previo, 2017. Tuvo que reconocer que el beneficio registrado había sido de 90 millones y no de 110, como anunció inicialmente. En concreto, la firma tuvo que admitir que esa diferencia de 26 millones en su agujero patrimonial obedecía a "prácticas contables irregulares" de directivos en España y Brasil, incluidos "algunos de los anteriores miembros de la de la alta dirección de la sociedad". En la Junta de este miércoles, De la Cierva ha cifrado en 60 millones el impacto de las manipulaciones contables.
Durante en el último año y medio, Dia se ha visto envuelta en una auténtica cacería por parte de los inversores en corto. Hedge funds internacionales de gran tamaño como Marshall Wace, AQR o Citadel han operado sin freno sobre el capital de Dia con ayuda de grandes bancos de inversión y fondos como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Blackrock o Norges Bank que han prestado los títulos bajo su control. Dia llegó a tener el 25% de su capital en posición corta durante 2017 y ese porcentaje se ha mantenido inusualmente alto desde que Fridman entró en el capital. Ni siquiera con la cotización por debajo del euro y con una caída acumulada del 90% han soltado a Dia. El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, calificó como "agudeza visual" la anticipación de estos fondos.
Juan Roig, presidente de Mercadona, se refiere al cliente como 'el jefe'. Es el mismo que ha dejado de lado a Dia en los últimos tiempos en favor de otras opciones. Al cierre de 2018, Mercadona reforzó su liderazgo al frente de la distribución española tras alcanzar casi el 25% del mercado en 2018, mientras que Dia perdió varios enteros de cuota y se situó en el 7,4%, según el panel de Kantar. Al mismo tiempo, el modelo de Dia sufrió todavía más en las carnes de su franquiciados, que suponen la mitad de su red de tiendas. Hoy De la Cierva ha señalado hoy ante los accionistas que Dia representa "un sistema que funciona desde hace 20 años. Somos el mayor franquiciador de España. Necesitamos tiendas más limpias, ordenadas y surtidas con profesionales formados y motivados".
Otro de los grandes problemas que ha visitado la evolución del negocio de Dia en los últimos tiempo ha sido su negocio en Argentina. También China, de donde salió con fuertes pérdidas, o en Brasil, donde sin embargo mantiene su estrategia de seguir creciendo. La devaluación de la divisa argentina durante el 2018 -hasta un 50%- y la falta de recuperación en esa parte del negocio golpearon las cuentas de Dia y provocaron que un agujero de unos 26 millones de euros.
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