Cambio de ciclo monetario

Latinoamérica acelera el baile alcista de tipos de interés con la 'música' de la Fed

Brasil, México, Colombia, Chile... Las economía americanas al sur de Río Grande han comenzado a mover rápidamente los tipos ante la escalada de la inflación y el aviso de la Reserva Federal de Powell.

Brasil y México están subiendo tipos de interés.
Brasil y México están subiendo tipos de interés.
Europa Press

El que avisa no es traidor. El gobernador de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, prometió que comunicaría con tiempo el plan para la retirada de estímulos en el área de influencia del dólar. Y así ha sido. La última reunión sirvió para situar el inicio del ‘tapering’ en noviembre y su finalización a mediados de 2022. También el primer alza de tipos: finales del año que viene. Sus colegas al frente de los bancos centrales de Brasil, México, Colombia o Chile han tomado buena nota del cambio de ciclo en EEUU y se han anticipado para evitar un fenómeno que tiende a castigar a sus respectivas economías desde el punto de vista inversor y financiero.

Cada vez que la Fed eleva sus tipos de interés, las economías emergentes sufren restricciones en la financiación y, a menudo, pierden el favor de los capitales estadounidenses que acuden en búsqueda de mayores rentabilidades en detrimento de EEUU. La reversión de este proceso obliga a estos países a tener un precio del dinero más elevado para defenderse. El grueso de países comenzó a subir los tipos de interés en junio conforme la inflación comenzó a dar señales de alerta por el aumento de los precios de la energía, materias primas y agrícolas. También por los cortes de suministro en las fábricas y las dificultades logísticas para atender toda la demanda.

De Brasilia a Lima, Bogotá y DF 

Dos de los principales bancos centrales de la región elevaron sus tipos en la noche del jueves dando continuidad al proceso de endurecimiento monetario en toda Latinoamérica este verano. Banxico (México) elevó un cuarto de punto el precio del dinero hasta el 4,75%, en la que se convierte en su cuarta subida consecutiva desde mayo. En estos cuatro meses, el peso mexicano ha asistido a un alza de 75 puntos básicos en su tasa de referencia.

“Al igual que en su declaración de agosto, consideran que la inflación es transitoria aunque reconocen que los choques que causan una mayor inflación y pueden plantear riesgos para el proceso de formación y expectativas de precios”, apunta Eirini Tsekeridou, analista de renta fija de Julius Baer. México se está manejando con una inflación anualizada del 5,6%, aunque las previsiones apuntan a que superará el 6% de aquí a diciembre. En cuanto al crecimiento, el país norteamericano se mueve en guarismos similares a los países europeos en la gran distorsión estadística que compara la reapertura con el confinamiento de 2020. El Gobierno de AMLO) publicó un crecimiento del 1,5% intertrimestral y un 19,6% anual

Simultáneamente, el Banco de la República (Colombia) subió del 1,75% al 2% sus tipos de referencia para el peso colombiano, aunque en su caso es el primer movimiento que realiza. “Los bancos centrales de América Latina han estado eliminando el estímulo monetario en los últimos meses debido a la alta inflación y Colombia está actuando en consecuencia. El gobernador Leonardo Villar dijo que "el proceso de normalización de las políticas" ya está en marcha, y el consenso espera que los tipos alcancen el 2,5% para fin de año”, explica Tsekeridou. En esta línea de acción, el país vecino de Perú movió del 0,25% al 0,5% su tasa en agosto y el 9 de septiembre, al 1%.

Finalmente, el banco central más agresivo del continente vuelve a ser Brasil. La mayor economía latinoamericana comenzó el 16 de junio a endurecer la escena monetaria para el real brasileño. En esa reunión subió del 3,5% al 4,25% sus tipos; en agosto los llevó al 5,25% y ahora, desde el 22 de septiembre, al 6,25%. “El BCB espera que la inflación permanezca bajo presión y cree que la política monetaria restrictiva debe mantenerse hasta que disminuya”, recuerdan desde Julius Baer. 

Los analistas esperan que repita movimiento en su reunión de octubre con lo que sería la primera economía en recuperar los niveles prepandemia en cuanto a tipos. Pese a que las previsiones para la segunda mitad de 2021 son optimistas en lo económico, las autoridades brasileñas han expresado sus cautelas ante una posible ralentización por "eventos climáticos y problemas de la cadena de suministro puedan afectar a la actividad y el consumo".

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