Letterone encara su ratificación al frente de Dia con la sombra judicial en Fridman

  • El dueño del 70% de la cadena de supermercados celebra este viernes una Junta de Accionistas para ratificar al consejo y la financiación.
Stephan Ducharme, consejero delegado de L1.
Stephan Ducharme, consejero delegado de L1.
José González

Dia, el tercer grupo de distribución minorista en España tras Carrefour y Mercadona, debe subir esta semana un nuevo peldaño decisivo en la escalera hacia su salvación. La compañía controlada por Letterone celebrará el próximo viernes a las 9:00 horas en su sede de Las Rozas (Madrid) una Junta de Accionistas exprés enfocada a ratificar al nuevo consejo de administración que lleva las riendas de la empresa desde finales de mayo, así como los términos de la financiación acordada con los acreedores, como informó a través de CNMV el pasado 26 de julio.

A priori, será un encuentro de trámite para ratificar los movimientos en el consejo de administración por cooptación de unos consejeros por otros, según aseguran fuentes próximas a la compañía. No obstante, se trata de confirmar en sus puestos al equipo de ‘retail’ de Letterone Holding, que controla el 70% del capital y, por tanto, tiene la mayoría en la toma de decisiones desde que se liquidó la opa sobre Dia.

A la cabeza se encuentra Stephan Ducharme, presidente de Dia, primer ejecutivo del área minorista de Letterone y hombre de confianza de Mijaíl Fridman, socio fundador de Letterone. También deberá ser ratificado el consejero delegado, Karl Heinz Holland, así como los consejeros Michael Casey, Sergio Dias, Christian Couvreux y José Wahnon Levy. Estos dos últimos, junto a Jaime García Legaz -nombrado en diciembre-, ocuparán posiciones como consejeros independientes en Dia.

La compañía también tiene previsto dar luz verde a los términos finales de la refinanciación que se negociaron entre mayo y julio, que supondrá una reestructuración societaria de Dia. El pacto con la banca contempla una operación de 'filialización' por la que se crearán diversas filiales para la gestión de los negocios en Brasil y Argentina, los propios inmuebles de Dia o un número de establecimientos comerciales que generen el 58% del Ebitda, según el plan diseñado por la propia banca.

Tras el acuerdo con los bancos acreedores, Dia recibió una inyección de capital de 490 millones de euros por parte de Letterone en forma de préstamo participativo con cargo a la futura ampliación de capital de la empresa que todavía no ha realizado. De hecho, el nuevo consejo de administración prevé convocar una nueva Junta de Accionistas -la tercera de 2019 tras la celebrada el 20 de marzo y el próximo 30 de agosto- con el objetivo de llevar adelante dicha operación, según Dia.

Mientras todo eso llega, Dia seguirá dando pasos hacia su estabilización después de haberse situado al borde de la quiebra en algunos momentos de 2019 mientras se resolvía la llegada de dinero fresco por parte de Letterone y los bancos financiadores de la empresa. El siguiente paso tras la Junta de este viernes será la presentación de resultados semestrales, unas cuentas que llevarán la firma de Ernst & Young, sustituto de KPMG como auditor de la empresa de alimentación.

La presentación de resultados del periodo abril-junio se presume clave para determinar la verdadera salud de la empresa. En el primer trimestre (enero-marzo), Dia registró un severo deterioro de su negocio que ha obligado a sus nuevos dueños a poner más dinero del previsto inicialmente. La compañía perdió 144 millones de euros hasta marzo, nueve veces más en tasa interanual, con una caída de las ventas del 7%, hasta 1.665 millones. Las pérdidas se suman a los números rojos de 253 millones registrados en el conjunto 2018.

La deuda financiera global de Dia se elevó un 63% a marzo, hasta 2.377 millones de euros, con un fuerte impacto de la norma NIIF 16, que obliga a las empresas cotizadas a registrar como ‘deuda’ los alquileres y arrendamientos financieros. El pasivo de la compañía ha registrado un cambio radical ya que el pasado 22 de julio se amortizó una serie de 300 millones de euros en bonos. Dia pudo hacer frente a ese pago gracias al préstamo participativo de Letterone, que ha convertido al fondo de Fridman en el mayor acreedor de la empresa con una deuda que se aproxima a los 700 millones.

En paralelo, Fridman, el principal accionista y creador de Letterone junto a otros cuatro socios cofundadores (Petr Aven, Alexei Kuzmichev, German Khan y Andrei Kosogov), se enfrenta estos días a una posible comparecencia en la Audiencia Nacional en la relación al caso Zed. La Fiscalía Anticorrupción de José Grinda ha solicitado al juez Manuel García Castellón la imputación de Fridman, la mayor fortuna de Rusia, según Forbes. Le acusa de maniobrar para hacerse con el control de la empresa española de SMS, politonos y videojuegos, apoyándose en el testimonio del fundador de la empresa, Javier Pérez Dolset.

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