Hace una semana, el principal índice francés, el Cac 40, marcó un nuevo máximo anual y su mayor nivel de los últimos 21 años. El dato consolidaba su tendencia alcista desde enero tras acumular récords en los últimos meses. Sin embargo, este viernes, apenas siete días después, cerró su peor semana del año con casi 89.000 millones de euros menos en capitalización, una caída de casi el 4%. La semana fue agitada para los mercados tras desvelarse que la Reserva Federal de EEUU ya se plantea iniciar la retirada de estímulos, que se sumó a la inquietud por los rebrotes de coronavirus. Sin embargo, en el caso francés la situación se ha visto agravada por el desplome del sector del lujo ante la desaceleración en la economía china.
Las pérdidas no fueron a más gracias al repunte del viernes, cuando el selectivo francés cerró en verde, con un ligero ascenso del 0,31%, rompiendo la tendencia de las cuatro caídas consecutivas precedentes. Sumando las caídas de lunes a jueves el desplome fue del 4,2%, más de 230 puntos menos, y la peor sesión fue la del jueves, cuando retrocedió casi un 2,5%. Tras ello, puso en duda los 6.600 enteros, una cota que mantenía desde las últimas tres semanas. Al día siguiente, pese a empezar en negativo, se benefició de la tendencia alcista de Wall Street y logró moderar las pérdidas. Así, finalizó la semana en los 6.626 puntos.
La evolución negativa adquirió mayor relevancia ante la actividad registrada el jueves pese a ser todavía periodo de vacaciones. Los inversores estuvieron muy presentes en el parqué, como lo ilustran el valor de los activos que cambiaron de manos la jornada del jueves, 5.370 millones de euros. El viernes este volumen volvió al de un escenario de vacaciones. El nivel en el mercado francés se mantuvo relativamente limitado este viernes y cambiaron de manos activos por valor de 2.216 millones de euros. Así, los pocos inversores que están "activos" estos días manteniendo una actitud "prudente", a la espera de conocer el contenido de las actas del FOMC de julio, según destaca Juan J. Fdez-Figares, analista de Link Securities.
Los valores más destacados en negativo fueron los del sector del lujo. El gigante Kering, dueña de Gucci o Yves Saint Laurent, perdió más del 17% de su valor en bolsa, mientras LVMH cayó casi un 13% y Hermés un 8,5%. Estos valores se han visto lastrados por la debilidad mostrada en julio por las ventas minoristas chinas, donde generan más del 35% de sus ventas, y por la de las estadounidenses en el mismo mes, siendo EEUU otro de sus principales mercados. Además, durante la semana se hicieron públicos datos de la economía china que mostraron signos de desaceleración. A ello se sumaron los rumores de más impuestos para los ricos en China.
El sector mantiene un peso relativo muy elevado en el índice, ya que LVMH y Hermés son la primera y tercera empresas de mayor capitalización, pero el Cac 40 también se ha visto arrastrado por valores cíclicos. El gigante del acero Arcelor Mittal, que avanza de forma destacada en el año, frenó esta semana con un retroceso de casi el 9%. Además, las automovilísticas Stellantis y Renault se dejaron más de un 7% en la semana en medio de nuevos retrasos y paralizaciones de la producción en el sector por la falta de semiconductores.
En el último mes, en cualquier caso, el parqué parisino conserva un avance del 4,31% y las ganancias acumuladas desde comienzos de año son del 19,25%. Para ello ayudó su último máximo, el mayor desde el 4 de septiembre de 2000, cuando alcanzó su récord histórico. Tras un 2020 marcado por el coronavirus, este año el Cac 40 pisa el acelerador y se sitúa a la cabeza de Europa, después de que en 2019 Francia se convirtiera en el primer país de destino de las inversiones extranjeras directas en Europa. Se trata, por tanto, del mejor índice del Viejo Continente en lo que llevamos de año, un trono que el Ibex 35 trató de conquistar, pero que deja atrás tras perder fuelle en los últimos meses.
Hasta ahora el selectivo galo se ha beneficiado de la recuperación de los sectores afectados por la crisis: turismo y ocio, petróleo y bancos, y, en especial, logra el impulso del sector del lujo tras los récords de LVMH. Precisamente los que la última semana le han arrastrado por sus peores perspectivas.
El miedo al 'tapering' de la Fed
Más allá de la composición del índice parisino, en la caída semanal pesó también la reacción en los mercados a los documentos de la Reserva Federal estadounidense (Fed) que dan a entender que se va a reducir la política de compra masiva de activos en un momento en que hay signos de ralentización del crecimiento global. Esto se combinó con la creciente preocupación por los nuevos rebrotes de coronavirus para inquietar a los inversores y debilitar los mercados de valores. El posible 'tapering' lleva un tiempo presente, pero el último pronunciamiento aproxima la fecha para este momento, lo que ha llevado a los inversores a apostar decididamente por las ventas.
El planteamiento de la retirada de las medidas extraordinarias llega tras las señales de mejoría en la economía estadounidense, destacando los progresos registrados para su doble objetivo de estabilidad de precios y fomento del pleno empleo, ha llevado al banco central del país a planificar la retirada de sus medidas extraordinarias. Los 120.000 millones de dólares de compras en activos que la Fed realiza mensualmente han sido clave para este repunte y el impulso de la renta variable mundial.
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