Ni Asos, ni Zalando... Los analistas salvan a Inditex del 'revés' al textil en Internet

  • El sector es una de las caras visibles de la desaceleración en Europa, aunque no todas las firmas aguantan igual el tirón.
Exterior de una tienda de Zara en Londres
Exterior de una tienda de Zara en Londres
EP

El profit warning lanzado este lunes por Asos cayó como un jarro de agua fría sobre las principales firmas textiles cotizadas en bolsa. El temor a que el enfriamiento del consumo agrave la desaceleración económica cundió entre los inversores y se llevó por delante, entre otros, al buque insignia del sector en España. El Ibex apenas salvaba los 8.800 puntos lastrado por el recorte del 4% en Inditex, que pondera cerca de un 10% en el selectivo español. Sin embargo, los analistas consultados lo tienen claro: la textil gallega es una firma consolidada y su situación hay que diferenciarla bien de la que atraviesan las firmas de Internet.

El sector minorista está un poco tocado, se tiene que reinventar. "Es verdad se ha vuelto más complicado por la cantidad de competencia que hay, por las ventas online, pero en el caso de Inditex hablamos de una firma consolidada, con tiendas a pie de calle a la que no metería en el mismo saco que a las otras", asegura Sara Carbonell, de CMC Markets.

Las estimaciones del consenso calculan para Inditex un precio objetivo promedio de 30,60 euros con perspectiva de compra (actualmente cotiza a 23,6 euros, casi un 30% por debajo de ese nivel). La pasada semana, la multinacional presentó unos resultados de febrero a septiembre en la parte baja de la horquilla que preveía el mercado. Obtuvo un beneficio neto de 2.438 millones de euros en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, lo que supone un incremento del 4% en relación al mismo periodo de 2017.

Desde Renta 4 inciden en que Inditex cotiza a unos múltiplos elevados y superiores a los de su media histórica, si bien, se decantan por mantener la posición en el caso de que la compañía ya forme parte de nuestra cartera. La caída de las ventas de ropa no es un indicador adelantado tan potente y tan alarmante como pueda ser el sector inmobiliario o la inversión de la curva de rentabilidad de la deuda soberana, pero sí que nos aporta información interesante.#

El sector textil es una de las caras visibles de la desaceleración económica en Europa, que se manifiesta en este caso a través de la relajación de la demanda de los bienes de consumo. En líneas generales, las peores perspectivas de los consumidores hacen que éstos se decanten poco a poco más hacia el ahorro, explica Aitor Méndez, analista de IG Markets.

Además, en el caso concreto de las ventas de moda y complementos, existe un componente climatológico muy importante y este año, en el que apenas hemos tenido primavera ni otoño, el tiempo ha sido contrario a los intereses del sector.

Un segmento maduro y saturado

El mercado de la moda de Europa occidental es un segmento muy maduro, saturado incluso en algunos casos, en el que las grandes cadenas y el pequeño comercio se han visto empujados a competir por precio, recuerdan desde IG Markets. El hecho de ser un sector marcado por los picos de ventas en determinadas fechas del año (rebajas y cambios de temporada), en una tendencia que se acentúa cada vez más, expone mucho a los vendedores a los factores negativos de las industrias marcadas por la estacionalidad.

Si el deterioro de la situación continúa, aquellas prendas situadas en los extremos del rango de precios (las más baratas y las más caras) tradicionalmente responden mejor a un escenario de caída de la demanda ya que las compras de los productos de más alta gama tienden a notar menos las crisis y los productos de un ticket inferior se enmarcarían en la categoría de pequeñas compras de impulso, como los cosméticos de bajo precio. Esos productos que adquirimos como “pequeño capricho”.

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