Los 'hedge funds' afilan sus cuchillos en Ence por la celulosa y el perfil financiero

  • La papelera afronta un deterioro de su negocio debido a la caída de los precios de la celulosa y ha recibido la advertencia de Moody's.
Juan Luis Arregui es presidente de Ence.
Juan Luis Arregui es presidente de Ence.
José González

Se agrupan los nubarrones y suenan los truenos. Los grandes ‘hedge funds’ que operan en corto (posiciones bajistas) sobre Ence han vuelto a elevar su exposición a una potencial caída en bolsa de la papelera. El motivo no es otro que el deterioro de su perfil financiero por el descenso de los precios de la celulosa. La agencia de calificación de riesgo Moody’s ha tomado cartas en el asunto con una rebaja de perspectiva de ‘estable’ a ‘negativa’ sobre su rating de Ba2 que mantiene la empresa española.

Fondos de la talla de Marshall Wace, Citadel, AHL, Worldquant o Voleon Capital han elevado por encima del 5,5% del capital de Ence sus cortos en la empresa, lo que convierte esta acción en la más expuesta a este tipo de inversores que buscan beneficio en la caída de un activo. Más allá del uso de derivados financieros sin acciones, las posiciones cortas se construyen primero mediante el préstamo de valores de un inversor a otro, que luego las vende en mercado con el objetivo de recomprarlas más barato.

Fuentes financieras explican que, habitualmente, son los propios ‘hedge funds’ los que operan de forma coordinada, comprando, prestando y vendiendo sobre una misma acción. Ence, que entró en el Ibex 35 a finales de 2018, recuperó este jueves el nivel de los 4 euros por acción tras una subida del 6,7%. El grupo vuelve de nuevo al nivel de los 1.000 millones de euros, aunque se enfrenta a serias incertidumbres.

La subida en bolsa coincidió con las protestas de cientos de empleados en Madrid para defender la continuidad de la fábrica de Ence en Pontevedra, origen de su crisis actual. En marzo, el Gobierno tomó la decisión de no defender ante la Audiencia Nacional la prórroga de la actividad de la fábrica de Ence en Pontevedra, concedida por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Dicha planta es parte esencial de su negocio de producción de pulpa y celulosa.

Ence se enfrenta también en menos de un mes a la siguiente revisión del Ibex 35, el índice de referencia de la bolsa española y, de nuevo, la sombra de su expulsión sobrevuela la acción. En todo 2019, la compañía participada por la familia Arregui no ha cumplido el requisito de capitalización media que marcan las normas del índice.

A todo ello se une la amenaza de una rebaja de rating. "El cambio en las perspectivas a negativo refleja el deterioro de los precios de la celulosa en un momento en que los niveles de deuda son altos después de una reciente actividad de inversión considerable. Esto plantea dudas sobre la capacidad de Ence para lograr y mantener las métricas crediticias acordes con una calificación de Ba2 durante el próximo año", explicó Dirk Steinicke, analista de Moody's, después de rebajar la perspectiva.

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