Los lamentos de los tiburones de Wall Street: "Vivimos hacinados en 120 metros y lavamos los platos a mano"

  • Un sorprendente artículo de Bloomberg muestra los testimonios de los ejecutivos de Wall Street a los que les han recortado el sueldo y sus preocupaciones: no poder gastar 13.000 euros en sus perros, tener que ir al supermercado, no poder ir a un concurso de Miss Camiseta Mojada a Nueva Orleans.
La crisis griega propicia el peor día del año en Wall Street
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Quique Peinado

El 1% de la población, aquellos que más cerca están de Wall Street, también vive la crisis. Eso sí, a su manera.

Bloomberg ha publicado un impactante artículo en el que ejecutivos de grandes empresas muestran las 'estrecheces' a las que los recortes en sus bonus (se calcula que de un 14%) someten a sus altos niveles de vida.

Por ejemplo, cuenta el caso de Richard Scheiner, un inversor que al ver recortado sus ingresos en un 15% tienen verdaderas dificultades para mantener: los 7.500 dólares anuales de pertenecer a un club de golf o los cerca de 13.000 euros por año de mantener a sus dos perros, sobre todo para pagar a la persona que los saca a pasear, que cobra casi 13 euros la hora.

La gente de Wall Street nota estos recortes en su día a día. Por ejemplo: Daniel Arbeeny, un headhunter de Wall Street. Dice que solía ganar medio millón de dólares anuales, pero no aclara cuánto menos gana ahora. Y cuenta un ejemplo de lo mucho que ha cambiado su vida.

"Un supermercado dejó una publicidad en casa. Me senté y me puse a analizarla". Así se dio cuenta de la existencia de las ofertas y de que si iba a ese supermercado encontraría salmón a seis dólares la libra. Y lo hizo.

Otro caso: Andrew Schiff, director de Marketing de Euro Pacific Capital. Con la bajada de su bonus, los 260.000 dólares anuales que gana no le dan para el ritmo de vida que se ha creado: una casa en Kent (Connecticut) el colegio de sus dos hijos, que cuesta unos 25.000 euros al año, y la imperiosa necesidad de cambiarse de casa.

Schiff declara a Bloomberg: "No quiero lloriquear. Solo quiero dar a mis hijos lo que unos padres ricos deben ofrecerles". Por ejemplo, narra las dificultades de vivir en un dúplex en Brooklyn.

Dice: "Estamos hacinados en 120 metros. Ni siquiera tengo lavavajillas. Estamos lavando los platos a mano". Y añade que quiere una casa de 180 metros: "¿De verdad es una locura querer una casa con un cuarto de invitados?".

Y ojo a este relato 'estremecedor': el del trader de 27 años Hans Kullberg, que solía ganar 113.000 dólares anuales. Tras viajar este año a Las Vegas de fiesta, tras pagar a sus padres un viaje de esquí a Bear Mountain, California, tras tres días en Ibiza gastando 750 euros al día según él mismo cuenta...

Un amigo le ha invitado a Nueva Orleans, donde es jurado de un concurso de Miss Camiseta Mojada, y se ha visto obligado a decir que no. "Financieramente, es la decisión más prudente", declara.

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