El hombre más rico de Francia está de celebración. Con el inicio del mes de marzo, la mayor compañía de toda la bolsa europea, LVMH, ha marcado un nuevo máximo histórico en los 543,80 euros por título a los que cerró la sesión del miércoles y se mantiene desde entonces en zona de récord. Su principal accionista, el multimillonario Bernard Arnault, ha visto cómo el gigante del lujo se recuperaba en la Bolsa de París del fuerte varapalo que le asestó la crisis de la Covid-19 y, sobre todo, cómo ha logrado llevar su 'rally' más allá pese al miedo a que la recuperación sea más débil de lo previsto.
Ese estirón ha disparado el valor de las acciones en manos del magnate (equivalentes al 47,3% del capital que la compañía tiene en bolsa) un 29% desde enero de 2020, es decir, en 29.259 millones de euros. Es un avance que permite además a Arnault adelantar a Elon Musk, el fundador y CEO de Tesla, y convertirse en la segunda mayor fortuna a nivel global por detrás de Jeff Bezos (consejero delegado de Amazon) de acuerdo con los datos a tiempo real que maneja la revista Forbes. Su patrimonio se estima en unos 155.600 millones de euros.
En poco más de un año, la capitalización en bolsa del conglomerado propietario de marcas emblemáticas como Louis Vuitton, Dior, Fendi, Bulgari o Tiffany, entre otras, ha pasado de los 212.028 a los 273.870 millones de euros, por lo que prácticamente vale ya la mitad que todo el Ibex y 1,5 veces lo que capitaliza la segunda mayor compañía del Euro Stoxx 50, el fabricante de semiconductores neerlandés ASML Holding (con 188.207 millones de euros).
Fue precisamente a comienzos del año pasado, cuando la crisis sanitaria obligó a China a fijar severas restricciones para evitar la expansión del virus y esto prácticamente paralizó la actividad y el consumo. Tiendas cerradas, ausencia de turismo... y al grupo le quedaba todavía por delante una bajada a los infiernos bursátiles. El día 18 de marzo, en plena primera ola del virus en Europa, marcó mínimos de casi un año en 287,95 euros.
En el primer semestre del año el beneficio neto del gigante de lujo se desplomó un 84% en relación al mismo periodo del ejercicio previo hasta los 522 millones de euros. Las ventas cayeron un 27%, hasta los 18.393 millones de euros, si bien remontaron algo entre abril y junio gracias a la salida de China de la crisis y la fuerte aceleración de la facturación por Internet.
En el conjunto del ejercicio, el grupo redujo sus ganancias netas un 34,3% hasta los 4.702 millones de euros. El impacto en su negocio de la crisis en Europa o América se redujo por el avance de la actividad en Asia, con la economía China creciendo en el cuarto trimestre del año por encima de como lo hacía antes de estallar la pandemia -avanzó al 6,5% entre octubre y diciembre, frente al 6,1% de finales de 2019-, según datos de su Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Ese despertar de la demanda asiática le ha beneficiado en mayor medida que a otras compañías del lujo cotizadas. Hugo Boss o Burberry cotizan por debajo de los niveles prepandemia, mientras que Kering (dueña de Gucci, Yves Saint Laurent) o Diageo (Guiness, Red Label, Johnny Walker o Tanqueray) se mueven en niveles muy próximos a como cotizaban a principios de 2020.
Crecimiento, también, a golpe de adquisiciones
En todo este tiempo, el grupo nacido en 1987 de la fusión de la compañía de moda Louis Vuitton y la destilería Moët Hennessy no ha hecho sino expandir su negocio a golpe de adquisiciones. El pasado 22 de febrero, compró el 50% de las acciones y el derecho de distribución mundial del champán Armand de Brignac, que posee el rapero estadounidense Jay-Z. El precio de la botella oscila entre los 300 y los 7.000 euros. Un mes antes, en enero, concluyó el proceso para hacerse con la prestigiosa marca de joyería estadounidense Tiffany, por la que pagó 131,5 dólares por título.
Hace sólo unos días, Bloomberg avanzó que LVMH adquiría la firma de calzado alemana Birkenstock en una operación que podría alcanzar los 4.000 millones de euros y que se habría cerrado a través del grupo L Catterton, un holding compuesto por Catterton, LVMH y Groupe Arnault. En la puja también participó el fondo CVC Capital Partners.
Por otra parte, la firma de inversión del propio Arnault, Financière Agache, ha unido sus fuerzas con Tikehau Capital para crear una sociedad de adquisición con propósito especial (SPAC) enfocada al sector de servicios financieros del Viejo Continente. La sociedad estará liderado por Jean-Pierre Mustier, ex consejero delegado de UniCredit, y por el exbanquero de Bank of America, Diego De Giorgi.
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