También en máximos en EEUU

Malestar con Biden por la gasolina... pese a que cuesta la mitad que en Europa

EEUU cuenta con mayor capacidad de producción de este carburante y con una menor carga fiscal, que representa el 15% del precio final, mientras que en España roza el 50%.

La gasolina amenaza con un rally por el hackeo al oleoducto en EEUU y la vacuna
La gasolina amenaza con un rally por el hackeo al oleoducto en EEUU y la vacuna
Pixabay

Los precios récord de la gasolina como consecuencia del incremento del petróleo en los mercados internacionales se extienden por todos los países, incluso aquellos con mayor capacidad de producción. Es el caso de EEUU, donde la semana pasada el galón de gasolina (3,78 litros) marcó un récord histórico como consecuencia de la escalada de precios tras la invasión rusa de Ucrania. Este incremento tiene un efecto transversal en el país y, pese a que el coste que asumen los consumidores estadounidenses es la mitad que el de los europeos gracias a su mayor autonomía energética, la sociedad ya da muestras de malestar. El foco se dirige al presidente Joe Biden, que debe lidiar el descontento en un año clave por las elecciones intermedias.

Según datos de la Administración de Información Energética de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés), el pasado 11 de marzo el precio de la gasolina regular, la de menor octanaje del país, marcó máximo histórico diario en 4,33 dólares/galón y el coste medio durante esa semana se situó en 4,102 dólares, es decir, 0,98 euros por litro. Esta semana el coste medio ha continuado la tendencia alcista que encadena desde el inicio de 2022, incluso tras la moderación que registró el precio del barril de petróleo, tanto el WTI, de referencia en EEUU, como el Brent europeo. De hecho el precio de mercado de los futuros de gasolina en EEUU, que excluye impuestos y otros costes como los de distribución, se disparó hasta su máximo histórico el 9 de marzo, 3,89 dólares por galón, y aunque en los últimos dos días vuelve a repuntar su precio, está todavía por debajo del récord. 

El precio de la gasolina ya marcaba una importante subida ante el incremento del precio del petróleo, en una muestra más de las presiones inflacionistas que afectan a la economía mundial tras la reapertura después de los confinamientos por la pandemia. Pero el coste ha terminado por dispararse ante el temor a la falta de suministros tras la invasión rusa de Ucrania que ha llevado a Occidente a imponer sanciones. El objetivo es asfixiar la economía del país dirigido por Vladimir Putin y, entre las medidas, EEUU decidió vetar los recursos energéticos rusos, incluido el crudo. 

"Defender la libertad va a costar (...). También nos va a costar", afirmó Biden durante el discurso en el que anunció las sanciones contra Rusia. El presidente de EEUU responsabiliza de la situación actual a su homólogo ruso, utilizando la expresión de 'precios de Putin' para analizar la situación. Además, Biden ha puesto el foco en los beneficios que están obteniendo las petroleras y su grupo político en la Cámara de Representantes citó este viernes a los ejecutivos de tres compañías petroleras para que expliquen, en una audiencia el próximo 5 de abril, los altos precios de la gasolina en el país.

Por ahora, la respuesta del demócrata a la guerra en Ucrania le ha permitido recuperar cierta popularidad entre la población tras el bajón que provocó la salida de Afganistán, según los medios estadounidenses. Sin embargo, la alta inflación y, en concreto, los precios de la gasolina continúan siendo grandes fuentes de descontento entre los estadounidenses y representan un problema político para Biden. El próximo mes de noviembre se celebran las denominadas elecciones 'midterm', en las que está en juego el control del Congreso. Los republicanos buscan ganar esos comicios y las críticas al Gobierno son constantes.

Entre las acusaciones, señalan la capacidad del país para generar más producción que no estaría siendo explotada por el Ejecutivo. EEUU es actualmente el mayor productor de petróleo del mundo, genera el 20% de la producción mundial, pero también es el país que más consume. Por ello, tradicionalmente se trata de un país importador neto de esta materia prima, aunque cuenta con más independencia que otros países como los europeos.

La mayor autonomía energética no ha evitado que EEUU marque precios récord de gasolina, pero sí permite que el coste sea mucho más reducido que en Europa, donde también se alcanzan máximos históricos. Según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio de la gasolina sin plomo 95 se situó la semana del 7 de marzo en 2,021 euros el litro, frente a los 4,1 dólares/galón en EEUU. En su equivalencia a la escala europea el coste europeo duplica al estadounidense. Según fuentes del sector, las causas que explican la diferencia son que el país norteamericano es productor de crudo y, sobre todo, que cuenta con menos carga fiscal. 

Europa debate la rebaja fiscal para mitigar los precios

La EIA explica que el 15% del precio final de la gasolina en EEUU corresponden a impuestos, mientras que el 16% son gastos de distribución y marketing; el 14%, gastos por el refinado; y la mayoría, el 56%, representa el coste del petróleo. La diferencia es significativa respecto a la UE, donde la tributación representa casi el 54% del precio medio que se paga por llenar los depósitos. En concreto, en España la Asociación española de Productos Petrolíferos (AOP) calcula que la mitad del coste lo recauda Hacienda a través del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). 

El escenario de máximos históricos ha llevado a los Gobiernos a buscar medidas para reducir precios y sobre la mesa está la rebaja fiscal e, incluso, una "exención del impuesto a la gasolina" en el caso de EEUU. La tributación europea da más margen a sus Ejecutivos Sin embargo, fuentes del sector señalan que "ante cualquier escenario, Europa seguirá por encima" en precio, ya que el efecto de la reducción de impuestos será "temporal y no cambiará la tendencia a medio plazo". Además, recuerdan que las posibles medidas fiscales son suposiciones que dependen de Europa. Por ejemplo, el Gobierno debería consultar a la Comisión Europea la rebaja del IVA a los carburantes porque no se incluyen en el grupo de productos a los que se puede aplicar un tipo reducido.

A la espera de que Europa tome una decisión, Francia, por ejemplo, ya ha anunciado una rebaja de 15 céntimos por cada litro de carburante de automoción a partir del 1 de abril, mientras que Portugal ajustará semanalmente el impuesto a los carburantes. España todavía estudia las medidas concretas a aplicar y, junto a las rebajas fiscales para colectivos concretos, se plantea bonos directos a consumidores vulnerables.

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