Los inversores han vivido un 2018 para olvidar. Las correcciones se han apoderado de las principales plazas bursátiles y los grandes índices han sufrido castigos que incluso han alcanzado los dos dígitos, con el Ibex 35 desplomándose un 15%. La mayoría del selectivo, a excepción de las eléctricas y pocos títulos más, no se libraba de los números rojos y, como es lógico, ha impactado en las carteras de los inversores y en la evolución de las sicavs durante el pasado curso.
El desplome de las bolsas ha provocado que el patrimonio de las sicavs de nuestro país hayan perdido cerca de 3.000 millones de euros en 2018, lo que supone un descenso del 9,52%, hasta cerrar con un montante de 28.162 millones. Los grandes millonarios no se salvan de las caídas que sufrían los inversores de a pie y la caída en términos de patrimonio viene motivado por dos factores: la mala evolución de la renta variable y la retirada de dinero, por parte de los partícipes, de este tipo de vehículo de inversión.
El primero, que es el rendimiento negativo de las carteras, les ha costado 2.314 millones de euros mientras que en el caso del segundo se une que han sufrido reembolsos netos (más salidas que entradas de dinero) por valor de 651 millones. En estos segundos, los grandes damnificados son los bancos con 487 millones de euros ya que, por ejemplo, los grupos independientes han logrado captaciones netas de 46 millones, según datos de la consultora VDOS.
Los más 'vip' de nuestro país no se libran de este castigo. Si nos fijamos en el ranking de las diez mayores sicavs por patrimonio se aprecia como solo Chart Inversiones, de la familia del Pino, se libra del varapalo bursátil al incrementar su patrimonio en 2,62 millones durante 2018, o lo que es lo mismo, un 0,83% más. De hecho, su mejor evolución respecto al resto ha provocado que de el salto desde la octava hasta la sexta posición en tamaño.
La otra sicav de la familia del presidente de Ferrovial, Allocation, no logra eludir los números rojos y su patrimonio cae 20,8 millones de euros. No obstante, no se trata del mayor montante ya que los March con Torrenova o la familia Hernández Callejas con Soixa han sufrido caídas del patrimonio que superan el 20%. En el caso de la primera, su cartera se ha reducido en casi 350 millones (es la de mayor tamaño de España) mientras que la segunda ha perdido 75 millones y cae de la sexta a la novena plaza del ranking.
La sicav de César Alierta, Lierde, tampoco escapa de las caídas. Su patrimonio se ha reducido un 13,81% durante el último curso al perder 75 millones de euros y su rentabilidad durante el pasado curso ha sido de un -20,8%. La sociedad de inversión de capital variable del antiguo presidente de Telefónica señalaba en su última ficha mensual que "en líneas generales, los retornos anuales han sido negativos y en muchos casos peores que los de los índices de referencia. Lierde no ha sido ajena a esa tendencia, cerrando 2018 con una rentabilidad negativa que no se corresponde con la elevada generación de valor de las compañías en cartera".
Smart Social Sicav, en positivo
En el lado opuesto, y con buenos resultados, ha cerrado el curso Smart Social Sicav. El vehículo de inversión, surgido a través de redes sociales y gestionado por Antoni Fernández, no solo ha eludido las caídas de dos dígitos sino que se ha disparado un 15,04% durante el pasado curso. De hecho, es la única que ostenta el 'galardón' de cerrar en positivo dentro de las que tienen más de 500 partícipes. ¿El motivo? La visión de su gestor de que las caídas iban a apoderarse de las bolsas, algo que fue un gran error el curso anterior.
Antoni Fernández señalaba en su carta de cierre de diciembre que las caídas en las bolsas podrían continuar. "Nuestro potencial objetivo bajista sigue intacto con algunos niveles ya alcanzados pero con aún mucho recorrido bajista en algunos índices. Nos mantendremos a la espera y atentos para aprovechar cada rebote para abrir nuevas posiciones cortas a mejores precios".
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