Cobre, plata, petróleo...

El superciclo de materias primas alienta la inflación y acerca la salida de la crisis

El 'rally' que acumulan el petróleo y metales industriales como el cobre, el aluminio, el acero o la plata y el platino ha abierto el debate sobre si estamos ante el inicio de un mercado alcista prolongado y amplio

El superciclo de materias primas alienta la inflación y acerca la salida de la crisis
El superciclo de materias primas alienta la inflación y acerca la salida de la crisis
Pixabay

Superciclo. El término se ha colado en los análisis de gestoras y analistas de todo el mundo. El 'rally' que experimenta el precio de metales industriales como el cobre, el aluminio, la plata... o el que acumula el barril de petróleo insuflan algo de optimismo en los mercados sobre la incipiente recuperación de la economía mundial de la crisis generada por la Covid-19. Su movimiento ha empezado a hacer acto de presencia en la inflación lo que, sumado a los nuevos planes de estímulo como el que pretende aprobar la Administración Biden en Estados Unidos ha hecho saltar las alarmas sobre la posibilidad de que se esté cocinando un sobrecalentamiento de la economía que pueda obligar a los bancos centrales a dar un giro de timón en su política monetaria altamente acomodaticia. 

El aumento de demanda por parte de China -la única de las grandes economías que ha escapado de la recesión en 2020-, el avance en el proceso de vacunación y el levantamiento paulatino de las restricciones que se prevé a lo largo de los próximos meses -y que podría suponer un despegue definitivo para sectores como el del transporte aéreo- están en parte detrás de esa mejora de precios y han abierto el debate sobre si ha arrancado un superciclo de las materias primas. Es decir, sobre si estamos ante el inicio de un mercado alcista que pueda prolongarse en el tiempo, como defienden, por ejemplo, desde JP Morgan.  

Los precios del cobre al contado han alcanzado a comienzos de esta semana su nivel más alto en casi una década al superar los 9.000 dólares por tonelada en Nueva York. En lo que va de año acumulan un avance del 14%, gracias al aumento de la demanda en China, el principal importador a nivel mundial de éste y otros metales -el gigante asiático también es productor-. En el último año, la segunda economía del planeta ha disparado sus importaciones de cobre hasta los 6,68 millones de toneladas, un máximo histórico, tras recuperarse de la pandemia y debido a la acumulación de reservas estatales.

Bien es cierto que en los tres últimos meses las compras de este material por parte del país asiático ha ido menguando y, en principio, no se espera que vaya a incrementarse con fuerza en el corto plazo ya que, de momento, no se prevé un tirón de la actividad inmobiliaria mayor de lo que se esperaba antes de la pandemia

El aluminio registra un avance del 9,7% hasta las 2.172 libras que la onza ha llegado a superar en las últimas horas -su nivel más alto desde junio de 2018-, y el avance es mucho mayor desde el verano, gracias al tirón de la demanda por parte de los fabricantes de coches, que han ido elevando su producción tras verse paralizada su actividad por los cierres en plena pandemia. Y lo mismo sucede con los futuros de la bobina de acero en Estados Unidos, que cotizan en 1.165 dólares, en zona de máximos históricos, ante la expectativa de que el nuevo plan de estímulo de 1,9 billones de dólares pendiente de aprobación  impulse la demanda para infraestructuras, fabricación de vehículos eléctricos o renovables. 

En lo que respecta a la plata y el platino, la primera se revaloriza desde principios de enero un 5,9% hasta los 27,88 dólares por onza, mientras que el segundo lo hace un 16,3% hasta los 1.255 dólares por onza. En ambos casos, gracias a que la industria del automóvil y la fotovoltaica también han puesto el pie en el acelerador -el platino se emplea, por ejemplo, para fabricar catalizadores de los vehículos que reduzcan la emisión de gases contaminantes-. "Los metales industriales se mantienen en una posición sólida. La combinación de unos fundamentos sólidos y un sentimiento de riesgo positivo en los mercados de renta variable sigue apoyando al sector", apuntan desde la gestora estadounidense WisdomTree.

Y la materia prima que ha vuelto a atraer a la atención de los inversores ha sido el petróleo. Sólo el barril de Brent, el crudo de referencia en Europa, se dispara un 24,5% en lo que llevamos de ejercicio hasta los 64,5 dólares que ha llegado a tocar en las últimas horas. Los mercados siguen siendo optimistas en cuanto a la retirada de inventarios, ya que el cumplimiento de los compromisos por parte de la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, como Rusia) sigue siendo fuerte y ha extendido su acuerdo de reducción del suministro al primer trimestre. 

Desde Bank of America han elevado su previsión de precio medio de barril de Brent hasta los 60 dólares este año (desde los 50 dólares que calculaban previamente), si bien advierten de que en lo próximos meses es muy probable que se produzca un alza "temporal" del mismo hasta los 70 dólares por barril. En el corto plazo, los precios se han visto apoyados por el temporal de nieve en Texas que, según sus cálculos, debería reducir los inventarios globales en 50 millones de barriles adicionales.

"Los fundamentos y los flujos, es decir, el estado de ánimo cada vez más alcista del mercado, deberían seguir aportando vientos de cola a corto plazo, lo que probablemente hará que los precios superen temporalmente los 70 dólares a mediados de año", coinciden desde el banco privado suizo Julius Baer. Su responsable de Economía e Investigación de Próxima Generación, Norbert Rücker, se muestra escéptico sobre la persistencia de estos niveles de precios a largo plazo, ya que el petróleo de esquisto y el de los países petroleros debería aumentar. "La fuerte dinámica de la demanda va a tensar aún más la oferta hacia mediados de año, entre otras cosas porque la actividad de viajes y ocio se recupera con fuerza", añade. 

El problema de la subida de precios de las materias primas

Si, en principio, el hecho de que se recuperen los precios de las materias primas y una inflación que permanece en estado comatoso desde la pasada crisis financiera es positivo... ¿Por qué el temor que han manifestado los mercados en las últimas semanas? Porque como todo, en economía el exceso no es bueno, y menos en una situación como la actual en la que la recuperación de la peor recesión en tiempo de paz sigue en pañales. Que el precio de las materias primas suba en exceso comprometería el crecimiento, al elevar los costes de las importaciones y de toda la cadena de la producción.

Que esos precios y un alza mayor de lo previsto del consumo a golpe de estímulos masivos disparen la inflación, obligaría a los bancos centrales a plantearse antes de tiempo una retirada de estímulos y, en el peor de los casos, un aumento de los tipos de interés lo que, si la economía no está aún suficientemente fuerte puede tener efectos muy perniciosos con los países y las empresas altamente endeudados por la liquidez barata y masiva que ha inundado todo este tiempo los mercados. 

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