La rentabilidad de Paramés se atasca por el proveedor de panecillos de McDonald's

  • El desplome de la firma suiza, Aryzta, es el principal quebradero de cabeza para el mayor inversor de España y su fondo de 1.000 millones.
Nuevo Burguer King en el aeropuerto de Gran Canaria
Nuevo Burguer King en el aeropuerto de Gran Canaria
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La compañía suiza, fundada en 1897, era una desconocida en el mundo de la inversión en España, hasta que el inversor Francisco García Paramés decidió apostar por ella. Además, la firma suiza, dedicada a la panadería congelada e industrial, lo hizo con fuerza por dos motivos. Por un lado, porque fue Paramés, el considerado mejor inversor de España, el que hacía la apuesta. Por otro, porque Aryzta se convertía en la mayor apuesta de sus principales fondos.

Aryzta se caracteriza por ser la principal proveedora de un sinfín de productos de panadería y bollería a gigantescas cadenas de comida rápida. Entre sus clientes ilustres, destacan: McDonald, Burguer King o Subway. Aunque parezca increíble, solo vendiendo productos de panadería la empresa es capaz de ingresar más allá de 3.700 millones de euros.

La apuesta de Paramés ya ha cumplido muchos meses en cartera, y el resultado ha sido decepcionante. En la sesión de este lunes, Aryzta se hundió un 8,8%, en las últimas cinco sesiones alcanza una caída del 25% y en lo que va de año el desplome alcanza el 70%. El resultado obvio de tal desastre, es los principales fondos de Paramés se han venido abajo en rentabilidad.

El principal fondo de inversión que dirige el afamado inversor, Cobas Selección con un patrimonio de 1.000 millones, se hundió por encima del 8%en el primer trimestre. El efecto de la caída fue que las entradas netas de capital en el fondo se redujeron con fuerza. De hecho, mientras que en los tres primeros meses de 2018 entraron casi 100 millones netos, en los tres siguiente el resultado neto es cercano a cero.

Pese a que el fondo ha tenido más reveses, por ejemplo el de Teekay, ha sido la firma suiza el principal quebradero de cabeza para Paramés. El negocio de Aryzta, y su situación, presentan una serie de cualidades que la convierten en una inversión tan atractiva como devastadora. Por un lado, representa, en parte, la típica inversión 'value', de valor a largo plazo, que los inversores como Paramés buscan cada día entre miles de compañías. Se trata de un negocio tradicional, con clientes fijos importantes y cuya cotización está castigada por unos errores reconocidos y en pleno proceso de subsanación.

Los grandes problemas de Aryzta

Obviamente, una empresa que ha perdido un 70% de su valor en apenas siete meses debe tener problemas. En este caso, Aryzta tiene varios, aunque el más importante es el efecto de la competencia. Su principal adversario, Hostess Brand le ha ganado la partida en algunos de los puntos claves de su negocio. En especial, en la venta de galletas a la cadena Subway. Aunque también le ha restado un volumen importante de pedidos de los gigantes MsDonald y Burguer King.

El sector en el que se mueve Aryzta, si bien es defensivo -puesto que es realmente difícil que otras muchas empresas puedan competir con semejantes volúmenes-, entre las compañías que están no hay grandes diferencias. No existen las ventajas competitivas y al final todo queda al arbitrio de cuál es la que puede trabajar con menores costes y vender más barato. En este puntos es donde Hostess ha mejorado a Arytza, puesto que está última ha estado aquejada de sobrecapacidad. En parte, debido a que la facturación de la misma se ha ido reduciendo.

Con todo ello, lucha de costes y pérdidas de negocio, Aryzta tuvo que emitir un ‘profit warning’, esto es que no cumpliría con sus previsiones, que le penalizó fuerte en bolsa. La rebaja de las estimaciones de ganancia solo ha sido un punto más en la contracción que ha padecido el gigante en sus cuentas en los últimos años. En especial, destaca la caída del margen bruto en este 2018, que ha caído al 15%, frente el 30% que suponía de media en los últimos cinco años.

Por ello, Aryzta ha lanzado un megaplan de contención de gastos por valor de 200 millones para los próximos años. La nueva hoja de ruta, que será ejecutada por un nuevo CEO tras fulminar al último, busca otorgar un mayor grado de flexibilidad financiera a la firma. Con ello, se pretende acabar con la sobrecapacidad y recuperar cuota de mercado vía costes.

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