Europa, al rescate

MEDE, SURE, BEI... El Eurogrupo amasa un arsenal 'antipandemia' de 1,5 billones

Eurogrupo
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Efe

Llegó la hora de la verdad. Los países europeos deben concretar este martes la respuesta europea a la crisis económica derivada del Covid-19. Sobre la mesa, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) se encontrarán con el mayor plan conjunto de la historia comunitaria y un abanico de herramientas que les permiten movilizar, al menos, entre 1,1 y 1,5 billones de euros, entre el 9% y 12% del PIB. El punto de partida volverá a ser el acuerdo de la última reunión con la reactivación del fondo de rescate MEDE con 238.000 millones.

El encuentro virtual del Eurogrupo será una cita en la que volverán a saltar chispas como hace dos semanas, después del bloqueo que realizaron Italia (Conte) y España (Sánchez) frente a Alemania y Holanda a la ausencia de los coronabonos en los acuerdos de la última reunión del Consejo Europeo. La deuda mutua europea, emitida a la carta por cada estado miembro, seguirá sin estar encima de la mesa al menos a corto plazo. Sin embargo, los cuatro presidentes de instituciones de la UE (Lagarde, Centeno, Von der Leyen y Michel) llevan diez días confabulando para encontrar una solución que satisfaga a todos.

"Hay mucho espacio para la solidaridad dentro de los instrumentos e instituciones existentes. Tenemos que explotar estas herramientas por completo y permanecer abiertos a hacer más. Se está creando un paquete sólido. Nuestro objetivo es claro: protegeremos a los ciudadanos y las empresas europeas del impacto económico de la pandemia", señaló Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Pide a los jefes de gobierno que "se analicen todos los instrumentos posibles de una manera ingeniosa y constructiva", en referencia a Sánchez y Conte.

El banco de inversión Goldman Sachs cree que el Eurogrupo pactará un "acceso más sencillo al MEDE: reduciendo la condicionalidad ex ante de la línea ECCL (línea preventiva del créditos), que activaría a su vez el programa de compra de activos ilimitado por parte del BCE (el llamado OMT)". También consideran que sacarán adelante préstamos a pymes por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y un esquema de protección del empleo europeo, así como un fondo de rescate para promover la inversión y la reconstrucción europea: "una propuesta francesa, esto sería adicional a los presupuestos, y no hay indicaciones ni sobre tamaño ni como financiarlo", aseguran sus analistas.

Se apruebe lo que se apruebe, Moody's asegura que no será suficiente para compensar el daño económico. "Si bien las políticas de apoyo del gobierno ayudarán a fortalecer a los hogares y las empresas, existe una considerable incertidumbre acerca de la eficacia de estas medidas, y no compensarán el daño económico derivado de la lucha contra la pandemia (...) Por ejemplo, los bancos y otras instituciones financieras probablemente serán reacios a prestar a los prestatarios con mayor riesgo porque los gobiernos no garantizarán completamente los préstamos", explica Colin Ellis, jefe de crédito de la agencia para Europa.

MEDE - 410.000 millones
El fondo de rescate de los estados
Regling asegura que la triple A del fondo de rescate no está en peligro

El MEDE (ESM, por sus siglas en inglés) es el mecanismo de estabilidad permanente que se creó en 2012 tras los rescates europeos de Irlanda, Grecia, Portugal y España, que fue intervenida a cambio de inyectar capital en su sistema financiero. Dirigido por el alemán Klaus Regling, el fondo creado para responder a las crisis está operativo y listo para actuar de urgencia. Tiene una capacidad de 410.000 millones de euros, alrededor del 3,4% del PIB de la zona del euro.

De forma inmediata solo podría responder con 238.000 millones a través de las llamadas líneas de crédito preventivas (ECCL) disponibles para el país de la UE que lo solicite. Estos préstamos no tienen condiciones respecto a las políticas  que desarrolla cada gobierno, pero sí deben usarse para la crisis en cuestión y no para financiar déficits u otras políticas. El MEDE es un instrumento de garantía compartida entre los estados miembro y tiene un 'superpoder': su capacidad para emitir los famosos eurobonos con rating triple A y máxima solvencia.

BEI (25.000-200.000 millones)
El fondo para las empresas 
Emma Navarro, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones.

Es uno de los últimos instrumentos en llegar. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) promueve un fondo paneuropeo dotado con 25.000 millones y ampliable hasta los 200.000 millones que estará operativo de forma inmediata. Su misión es financiar el capital circulante de las empresas pequeñas y medianas (Pymes), facilitar préstamos puente, periodos de carencia e, incluso, respaldar empresas cotizadas que no puedan acudir al mercado en este momento. Las dos principales ventajas de este vehículo residen, de nuevo, en su capacidad para emitir eurobonos con rating triple A y en que no supondrá una carga para las cuentas públicas de los países de la UE al quedar 'fuera de balance'.

SURE (100.000 millones)
El fondo para proteger el empleo
Úrsula Von der Leyen pared a pared

Después del fracaso del anterior Consejo Europeo, y tras las demandas de España e Italia, la Comisión Europea ha impulsado la creación del proyecto temporal SURE (Apoyo para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia). Se trata de un fondo que tendrá una capacidad de 100.000 millones de euros y, de nuevo, funcionará como prestamista de los países que soliciten su ayuda. Su objetivo es respaldar los planes de los gobiernos nacionales que, en España, ha cobrado forma de ERTEs (expedientes de regulación de empleo) y a las empresas que no despidan reduciendo jornadas de trabajo o salarios de forma temporal. Según el Comisión, SURE puede ser la base de un futuro mecanismo de reaseguro del empleo en Europa de carácter permanente.

PEPP (750.000 millones)
El superfondo del BCE
Lagarde, presidenta del BCE.

Indiscutido. El conejo que se sacó de la chistera el Banco Central Europeo (BCE) el pasado 18 de marzo ha provocado unanimidad entre los socios europeos -y acallado las críticas- por su capacidad fulminante para responder a la crisis financiera relámpago que ha provocado el Covid-19. El Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) responde a la perfección a una actuación de urgencia. A diferencia de la lentitud y descoordinación de los gobiernos europeos a la hora de tomar medida, el BCE anunció un fondo de 750.000 millones de euros hasta 2020, ampliable en plazo y cantidad, que ha logrado frenar la tormenta de las primas de riesgo soberanas y aplacar también las tensiones que se estaban produciendo en la deuda privada. Dicho de otro modo, su presencia ha permitido que los mercados sigan abiertos y los estados o las empresas puedan financiarse como si nada hubiera pasado.

Coronabonos
La deuda de la reconstrucción
La crisis del Covid-19 deja a Sánchez sin los apoyos necesarios para la legislatura

Ha sido el gran obstáculo para sacar adelante una respuesta fiscal y coordinada inmediata por parte de Europa ante la actual crisis del Covid-19. La defensa férrea de este proyecto por parte del primer ministro italiano, Giusseppe Conti, y del presidente español, Pedro Sánchez, se ha encontrado con la negativa de Alemania, Holanda y otros países afines. La idea de fondo es compartida por unanimidad, pero el problema es que su ejecución requiere meses, años, modificación de tratados y referéndums. De ahí la sorpresa de muchos ante el 'o todo o nada' planteado en el anterior Consejo Europeo. La necesidad de crear un Tesoro Único, incluso una unión fiscal, para unos coronabonos de reconstrucción -el plan Marshall- contrasta con la actual capacidad del MEDE o del BEI para poder emitir estos bonos con garantía compartida de toda Europa de forma inmediata. La diferencia es que su control y gestión escapa a los gobiernos, que perderían 'de facto' su autonomía para endeudarse.

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