Ajuste en el mercado

El mensaje más agresivo de la Fed por la inflación empuja el coste de la deuda

Los rendimientos de los bonos gubernamentales, que actúan como referencia de financiación, repuntan ante la aceleración del 'tapering' por parte del banco central estadounidense. 

Powell, FED
Powell, FED
Europa Press

La Reserva Federal de EEUU (Fed) ya anunció un cambio en su política monetaria a lo largo de este año para frenar las tensiones inflacionistas que afectan a la economía. Pero el repunte de los precios adquiere importancia -frente al discurso que defendían los bancos centrales al inicio de la crisis- y la situación ya obliga a la Fed a plantearse adelantar su retirada de estímulos. La aceleración del 'tapering' estadounidense ha despertado al mercado de deuda, con el interés de los bonos gubernamentales de las principales economías -que actúan como referencia del coste de financiación- repuntando a máximos de los últimos meses. Por ejemplo, el bono alemán -todavía en negativo- marca máximos desde mayo de 2019. 

En concreto, las actas de la reunión de diciembre de la Fed revelaron que sus máximos responsables ven "justificado" adelantar una subida de los tipos de interés -actualmente en el rango de entre 0% y 0,25%- por la elevada inflación y ante un mercado laboral ya ajustado. "Los participantes apuntaron que, en base a sus proyecciones individuales para la economía, el mercado laboral y la inflación, podría estar justificado adelantar o aumentar el ritmo de la subida de tipos de interés con respecto a lo anteriormente previsto", describe el documento publicado este miércoles.

El mensaje más agresivo de la Fed -que prepara un ajuste cuantitativo- impulsó la tendencia alcista que los bonos gubernamentales ya habían iniciado en las últimas semanas ante la esperada subida de tipos de interés. La rentabilidad de un bono es la relación entre su cupón y el precio, de manera que las subidas revelan un aumento de sus ventas. Los inversores vuelven a cambiar el destino de su dinero en busca del retorno asegurado y menor riesgo que ofrecerán tras el alza de tipos. Así, el bono del Tesoro de EEUU a 10 años, que nunca ha cotizado en negativo, alcanzó su nivel más alto desde marzo de 2021 este  jueves, con un rendimiento próximo al 1,74%. 

En las economías de la eurozona, aunque el Banco Central Europeo (BCE) sigue reticente a cambiar su política monetaria pese a la inflación, el rendimiento de la deuda pública también subió. El Bund alemán subió hasta -0,05%, su nivel más alto desde mayo de 2019, justo antes de tener un rendimiento inferior al 0%. Se trata del único bono gubernamental europeo, junto a Suiza que tiene moneda propia, que cotiza todavía con rentabilidades negativas. 

Por su parte, Francia y Holanda, que dejaron atrás los tipos negativos en el mes de octubre, volvieron a caer después. Pero desde diciembre iniciaron una tendencia alcista que consolidan en los últimos días. En el caso de España, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años superaba este jueves el 0,6%, una cota que no alcanzaba desde el 1 de noviembre pasado. La deuda con mayor riesgo de la eurozona también se vio afectada y el rendimiento del bono italiano a 10 años subió por encima del 1,3% por primera vez desde julio de 2020.

Efecto negativo en las tecnológicas

El repunte de los bonos tiene consecuencias en la renta variable. El mercado se ajusta con un efecto negativo para los valores catalogados de crecimiento, en especial el sector tecnológico y biotecnológico. Como resultado, el índice Nasdaq Composite, con gran representación de tecnología, cerró con una caída del 3,3% el miércoles, su peor día desde febrero de 2021. Por el contrario, la rotación impulsa a los valores beneficiados por las expectativas de que la variante del ómicron será menos perjudicial para las grandes economías mundiales que las cepas anteriores del virus.

Hasta ahora los valores de crecimiento se habían visto beneficiadas por los bajos tipos de interés porque los inversores optaban por ellos en busca de rentabilidad. Sin embargo, suelen presentar valoraciones exigentes que en principio 'cuadran' mal con unos tipos de interés a largo plazo al alza

Juan J. Fdez-Figares, analista de Link Securities, explica que estas compañías "descuentan en sus valoraciones importantes crecimientos futuros de resultados, cuyo valor presente se ve reducido al aumentar la tasa de descuento empleada, tasa que suele calcularse utilizando la denominada tasa de interés sin riesgo, que normalmente suele ser el rendimiento del bono con vencimiento a 10 años". Si estos rendimientos repuntan, las valoraciones se corrigen a la baja.

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