Señales de confianza

Sunak retrasa el grueso del ajuste de la deuda a 2025 con el plácet del mercado

Los inversores reaccionan con calma al nuevo plan fiscal que guiará a Reino Unido hasta 2028, aunque los analistas son más críticos por la decisión de comenzar a reducir el endeudamiento solo a medio plazo.

Rishi Sunak
Sunak retrasa el grueso del ajuste de la deuda a 2025 con el plácet del mercado.
Agencia EFE

El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, pasa su primera gran prueba de fuego a ojos de los mercados. Los inversores han respondido con calma al nuevo plan fiscal que tiene como piedra angular subidas de impuestos por valor de 25.000 millones y reducción de gasto por hasta 30.000 millones de libras (alrededor de 63.000 millones de euros en conjunto). Un programa con el que busca granjearse la confianza de los mercados y que tiene entre sus principales pilares la contención de la deuda. Sin embargo, esto no ocurrirá hasta pasadas las elecciones de 2024, cuando los ‘Tories’ se juegan su continuidad en Downing Street.

Según el programa presentado por los Conservadores, Reino Unido se endeudará en 177.000 millones de libras este año, el equivalente al 7% del PIB, mientras que el próximo ejercicio el incremento será del 5,5%. No será hasta el periodo 2025-2026, después de la resaca electoral, cuando la deuda acumulada empezará a bajar al 97,6%, para colocarse en el 97,3% en el periodo 2027-2028.

Precisamente, la primera crítica hacia Sunak ha venido por el lado de la calma a la hora de contraer el apalancamiento y se le acusa al Gobierno británico de impulsar recortes en diferido, ya que la mayor parte de estas medidas se llevarán a cabo después de 2024. Desde Schroders tachan su propuesta de “desalentadora” y lamentan que “muchas” de las iniciativas “hacen poco por reducirla”. “Se ha adoptado un enfoque similar al del pasado: pedir prestado ahora, prometer pedir menos prestado en el futuro. Pero al menos con esta declaración fiscal, existe esa promesa de apretarse el cinturón en algún momento”, remarca.

Pese a ello, los mercados han respondido a esta decisión con relativa calma, después de los esfuerzos de Sunak por obtener su beneplácito. Este jueves la libra se intercambiaba en el entorno de los 1,14 dólares mientras que el rendimiento del bono a diez años ha respondido con una ligera subida del 1,59%, hasta los 3,19%, manteniéndose casi un punto y medio por debajo del máximo del 4,5% (barrera inédita desde 2008) que llegó a tocar en plena tormenta financiera por las erráticas decisiones de Liz Truss. Los movimientos en la bolsa también han sido mínimos y el FTSE 100 cerró la jornada de este jueves prácticamente plano, tras caer un ligero 0,06%. 

La economista senior en Federated Hermes, Silvia Dall’ Angelo, cree que el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, artífice de dichas medidas, ha conseguido un “delicado” equilibrio entre el apoyo económico a corto plazo -en forma de subvenciones energéticas- y la sostenibilidad a corto plazo. “Por ahora esto es suficiente para transmitir la sensación de que el ejecutivo actual se toma en serio los problemas de sostenibilidad fiscal”, añade, al tiempo que destaca la reacción “limitada” de los mercados financieros como una señal de confianza en las credenciales de ortodoxia fiscal del nuevo Gobierno, al menos por ahora.

Reino Unido opta por subir impuestos

La ‘declaración de otoño’ británica contempla entre sus medidas estrella más inmediatas la rebaja de 150.000 libras a 125.140 libras el umbral a partir del cual se comenzará a aplicar la banda más alta del impuesto sobre la renta, que ronda el 45% y subirá en diez puntos, hasta el 35%, el gravamen temporal sobre las ganancias extraordinarias de las compañías energéticas, que seguirá vigente hasta 2028. En el lado de la tijera, se anulará la exención del tributo de circulación a los coches eléctricos a partir de 2025 y reducirá de forma progresiva el monto exento en el impuesto sobre ganancias de capital hasta las 3.000 libras desde 2024. Por su parte, Hunt mantiene congeladas por un periodo de casi seis años las bases mínimas del impuesto sobre la renta y sucesiones.

El programa, que tiene en cuenta las proyecciones de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), descansa sobre pilares como la estabilidad financiera, la protección de los servicios públicos y el crecimiento económico. En este sentido, Hunt ha reiterado que las medidas se ponen en marcha después de que el país haya entrado en recesión y con un escenario de contracción del 1,4% para el próximo año, que apenas durará doce meses, ya que comenzará a recuperarse dentro de dos años para cerrar en el 1,3%, ocho décimas menos de lo estimado.

A los analistas no les ha quedado claro si el anuncio incluye suficientes medidas para abordar “el bajo crecimiento del país” y la alta inflación será más alta de lo previsto. El nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno contempla un aumento de precios del 9,1% al cierre del actual ejercicio, casi dos puntos por encima de lo estimado con anterioridad (7,4%) y del 7,4% en 2023, frente al 4% esperado inicialmente. “Aunque la declaración fiscal ha abordado en cierta medida las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda y la emergencia a corto plazo de los altos precios de la energía, el problema del limitado crecimiento de la productividad se cierne sobre nosotros y es una fuente potencial de nuevas decepciones fiscales en el futuro”, precisa Dall’ Angelo. 

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