Reunión decisiva la próxima semana

El mercado apunta a un endurecimiento del BCE con las primas de riesgo al alza

Las rentabilidades de la deuda de la zona euro marcan nuevos récord, desde 2015 la española o desde 2014 la alemana, ante el debate interno del Banco Central Europeo sobre el ritmo de subidas. 

El interbancario descuenta una subida de tipos de Lagarde.
El interbancario descuenta una subida de tipos de Lagarde.
L. I.

¿Endurecimiento rápido o normalización monetaria? Una vez superado el debate de cuándo comenzar la subida de tipos de interés, el Banco Central Europeo (BCE) discute la cuantía a incrementar para su reunión la próxima semana, decisiva en el futuro de la política monetaria de la zona euro. Los últimos datos de inflación presionan para acelerar en el ritmo de subidas, pero el riesgo de recesión económica emerge en contra. El objetivo del mercado parece claro, atajar la inflación cuanto antes, y así lo descuentan los intereses de la deuda de la zona euro, contrario a su precio, que este jueves alcanzó nuevos máximos de los últimos años. El movimiento aviva, a su vez, las primas de riesgo. 

En su séptimo mes de subidas consecutivas -de caídas en el precio-, el interés del bono español a 10 años cotiza próximo el 2,37%, un nivel inédito desde junio de 2015. A la espera de su evolución este viernes, la rentabilidad de la deuda española se encamina a su semana más alcista desde marzo, cuando corrigió el desplome que provocó el estallido de la guerra en Ucrania. Desde el inicio del año, el coste de la deuda española se ha multiplicado por cuatro. Mientras, la rentabilidad de los bonos a 10 años franceses y holandeses marcaron este jueves máximos de los últimos ocho años.

La tendencia alcista se repite en Alemania, cuyo interés a 10 años también marca récord desde 2014. En concreto, se sitúa por encima del 1,23%, cuando hace apenas seis meses cotizaba con rentabilidades negativas -en marzo volvió a caer por debajo del 0% durante algunos días pero se recuperó-. En ese sentido, los analistas de ING explican que, aunque "todavía es pronto", el cambio podría deberse en parte a "la retirada más rápida del BCE que ahora también afecta a los 'Bunds', como el fin de las reinversiones de APP en un futuro no muy lejano". Además, la retirada en estímulos podría ir a más ante las presiones inflacionistas. 

Pese a que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el economista jefe Philip Lane han insistido en sus declaraciones recientes en un incremento de los tipos de interés "gradual", los datos de inflación anticipados del mes de mayo, que sorprendieron al alza, dan peso al discurso de los 'halcones' -a favor de un política monetaria menos acomodaticia-. El IPC de la zona euro alcanzó un máximo histórico en el 8,1%, mientras que, por ejemplo, en Alemania también se sitúa en un nivel récord desde la reunificación del país (8,7%) y en Francia, en el 5,8%. 

Francois Villeroy, miembro del BCE, afirmó que "la inflación no solo es demasiado alta, sino también demasiado amplia" y, ese sentido, añadió que se requiere "una normalización de la política monetaria, digo normalización y no endurecimiento", insistió según las declaraciones recogidas por Bloomberg. Pero la guía que muestra la autoridad monetaria europea plantea la duda de cuál es la tasa neutral a la que apunta la normalización. Además, desde ING destacan que incluso una 'paloma' es consciente que "todo el gradualismo se va por la borda si la inflación se vuelve 'fea' y las expectativas se desanclan". Este escenario, aunque no es el de referencia, no es descartable ante la incertidumbre que rodea la situación energética de Europa.

Sin embargo, el repunte de los intereses devuelve la atención a los diferenciales por el riesgo a la fragmentación financiera que puede entorpecer, a su vez, la subida de tipos. La amenaza es, sobre todo, para los países periféricos, que han disparado su deuda en los últimos años ante la política monetaria más acomodaticia. El giro esperado incrementa de manera considerable el coste de su endeudamiento récord. Grecia, Italia, España y Portugal son los países más afectados. Los dos primeros registran una prima de riesgo actualmente por encima de los 200 puntos básicos, mientras que los países ibéricos superan los 100 puntos básicos con el recuerdo de la crisis de deuda. 

"No vamos a ignorar el riesgo de fragmentación, sabemos claramente que fue algo muy dañino en el pasado", afirmó en una entrevista en Cinco Días Lane. Sin embargo, cree que el "umbral del dolor" es ahora diferente, con las economías "más fuertes que hace 10 años". Su evolución en los próximos días es crucial ante la decisiva reunión del próximo 9 de junio del BCE. En ella, aunque no se espera todavía la primera subida de tipos -se iniciará en julio-, sí se establecerá su hoja de ruta ya de acuerdo a las nuevas previsiones de inflación y crecimiento, la balanza que vigila la institución que dirige Lagarde. En marzo, cuando se publicó la última revisión, ya elevó las perspectivas sobre el incremento de precios, mientras que Lane anticipa a corto plazo, una nueva presión al alza sobre la inflación y un impacto negativo en el crecimiento.

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