El jueves, tras el cierre de mercado, CaixaBank mandaba un hecho relevante a la CNMV en el que informaba que había puesto a la venta su participación (un 9,36% del capital) en Repsol, y certificaba el fin de una alianza que ha durado más de una veintena de años. La decisión del banco dirigido por Gonzalo Gortázar se debe, entre otros motivos, a la apuesta 'verde' de la petrolera (ha irrumpido en el negocio eléctrico y fotovoltaico), que choca con la inversión que tienen en Naturgy -antigua Gas Natural, donde el banco posee un 24,4% del capital y es su primer accionista.
La noticia no ha gustado al mercado. Tanto Repsol como CaixaBank han sido los títulos más bajistas de un Ibex 35 que ha avanzado un 0,07%, alcanzando su décima sesión consecutiva de subidas, su mejor racha desde marzo de 2009. La petrolera ha caído un 2,4%, por lo que se aleja de zona de máximos, mientras que CaixaBank ha sufrido un castigo del 3,6%.
Casi la mitad de la participación de la entidad catalana en la petrolera se venderá con derivados 'swap' que cubren la evolución de la cotización. De hecho, un 1,91% del capital se vende a 15,39 euros y un 2,7%, a 15,55 euros por título. El precio se sitúa bastante por debajo de su precio de cierre de este jueves, que era de 16,89 euros, de ahí que la petrolera corrija con fuerza en bolsa y cotice en torno a los 16,5 euros por título.
La operación, según informó la entidad bancaria, supondrá para este año una pérdida extraordinaria neta aproximada de 450 millones de euros en la cuenta de resultados del tercer trimestre, si bien, concluido el proceso de venta, su impacto será prácticamente neutral en la ratio de solvencia.
El 4,75% restante del capital se venderá en el mercado a partir de ahora y se espera pueda estar completada antes del primer trimestre del año que viene. El motivo de que se postergue en el tiempo obedece a que las ventas se limitarán diariamente a un máximo del 15% del volumen negociado en el día y el número de acciones vendidas dependerá de las condiciones del mercado.
Los expertos de Renta 4, en su comentario diario, han señalado a raíz de la operación que "en la medida en que era una noticia conocida entendemos que el impacto de la salida de papel debería ser limitado y en parte contrarrestado con el programa de compra de acciones que tiene en vigor la petrolera".
Por su parte, desde Link Securities han destacado la buena evolución de Repsol durante este año, siendo uno de los valores que mejor lo ha venido haciendo y han señalado que "al ceder terreno ambas, nosotros lo vemos como una muy buena oportunidad para tomar posiciones en el valor". Aun así, "entendemos que a corto plazo se convertirá en un lastre para las acciones de la petrolera".
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