Precios lejos de máximos

El petróleo está vacunado ante nuevas crisis aun con el embargo ruso y la OPEP

La banca de inversión descarta que el crudo vaya a acercarse de nuevo a los niveles máximos vistos en 2022 porque se ha reducido la dependencia del crudo del Kremlin y porque la economía europea está débil.

Petróleo
El petróleo está vacunado ante nuevas crisis aun con el embargo ruso y la OPEP. 
DPA vía Europa Press

El petróleo seguirá lejos de los máximos de este año, que llevó al crudo Brent a cotizar en 127 dólares en marzo, poco después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Los analistas le han quitado hierro a la decisión de la OPEP+ de mantener la reducción de la oferta en dos millones de barriles diarios este fin de semana y al veto a la exportación de crudo ruso transportado por vía marítima en vigor desde este lunes tras la decisión del G7 y a UE de aplicar un tope de 60 dólares a las compras de crudo ruso.

JP Morgan ha sido uno de los más rápidos a la hora de revisar sus estimaciones. El gigante estadounidense, de acuerdo 'Bloomberg', ha recortado sus estimaciones para el precio del Brent de cara al año que viene de los 98 a los 90 dólares el barril. La previsión descansa en la expectativa de que la restricción al ‘oro negro’ procedente de Moscú en el Viejo Continente solo provocará una “modesta” disminución del suministro a medida que las restricciones entran en vigor. 

Los mercados ya descontaron en agosto el menor bombeo decretado por la alianza a partir de octubre, por lo que la reacción de este lunes, en el que tanto la cotización del West Texas como la del Brent han llegado a darse la vuelta y registrar incluso caídas tras una apertura en verde, es un sinónimo del escepticismo de que no se esperan grandes subidas de precio en los próximos meses.

Al cierre en Europa, el Brent se mantenía en una franja de los 85 dólares, mientras que el Texas se colocaba en los 75 dólares. En concreto el crudo de referencia en la UE cotizaba en el entorno de los 83 dólares (-2,7%) y el West Texas en los 77 dólares (-2,96%), niveles a los que cotizaban antes del estallido de la guerra en Ucrania. Desde Bank of America ponen el foco en la rapidez con que la Unión Europea ha buscado un sustituto de las materias primas rusas y prevén que el veto energético a Rusia redunde en una moderación de la demanda de energía mundial.

Según cálculos de la Comisión Europea, las sanciones al petróleo perjudicarán a cerca del 90% de las importaciones comunitarias. Esto se traduce en unos 100 millones de toneladas o 730 millones de barriles al año. La penalización también incluirá las importaciones de derivados de crudo desde el próximo 5 de febrero. La idea pasa por asfixiar la economía moscovita, que tiene como principal motor a los hidrocarburos.

Con la intención de no dejar ningún cabo suelto, la UE también ha aprobado un límite en el precio de 60 dólares por barril, que aunque no repercute en Europa por el citado embargo, sí que lastra en teoría a las ventas del bloque liderado por Vladímir Putin. La letra pequeña de este tope contempla la prohibición de transportar esa mercancía en navieras europeas ni estar asegurado por compañía radicadas en el marco comunitario. El acuerdo, al que también se han sumado el G7 y Australia, establece que si cae por debajo de los 60 dólares ese nivel se actualizará para que se pague un 5% por debajo de lo que dicte el mercado.

La última lectura del índice PMI compuesto de la zona euro ha registrado un descenso de cinco décimas en noviembre, hasta los 47,8 puntos, lo que abre la posibilidad a una recesión en la zona de la moneda única. El escenario global es de un deterioro de la confianza inversora y de una menor demanda energética que dependerá en gran parte de la actividad productiva en China.

El gigante asiático es el mayor comprador de petróleo del mundo, lo que provoca que la OPEP siga de cerca su previsión de consumo. El Gobierno liderado por Xi Jinping ha continuado levantando el fin de algunas restricciones Covid en algunas ciudades ante las protestas masivas, pese a que los contagios se mantienen en niveles elevados, dibujando un panorama sombrío acerca de si la reapertura comenzará pronto. La vuelta a la ‘vieja normalidad’ en China o un giro inesperado de la Reserva Federal son dos de las claves que pueden cambiar el rumbo bajista del petróleo. 

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