Mercado tecnológico

El mercado STAR chino se convierte en la gran amenaza del Nasdaq americano

China ha pasado gran parte de la última década posicionándose para competir mejor con sus pares extranjeros en el sector tecnológico y ahora cuenta con un mercado de capitales a la altura.

La Bolsa de Shanghái, cada vez más abierta al inversor global.
La Bolsa de Shanghái, cada vez más abierta al inversor global.
SSE / Archivo / SSE

La próxima década puede estar marcada por la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China. La revalorización del Nasdaq en los últimos años ha sido bastante reveladora. Sin embargo, al índice de referencia del sector en Wall Street puede disputar la hegemonía del futuro con el STAR chino. Ya se ha establecido rápidamente y sus previsiones son bastante optimistas. La batalla parece estar servida.

Así, famosa por ser el fabricante de bajo coste del mundo, China ha pasado gran parte de la última década posicionándose para competir mejor con sus pares extranjeros en el segmento de la alta calidad en toda la cadena de valor. El Gobierno de Pekín ha buscado situar al gigante asiático a la vanguardia de los avances tecnológicos, especialmente en las áreas de biotecnología, tecnología de la información, atención médica y robótica, y como fabricante de los componentes necesarios para respaldar esos campos. Al hacerlo, ha comenzado un nuevo capítulo en su historia de crecimiento.

Para impulsar un mayor crecimiento en estas áreas y alentar a las empresas a cotizar en su propio país, China lanzó una nueva bolsa en su mercado de valores de Shanghai en junio de 2019. Considerado como la respuesta de China al Nasdaq, el mercado STAR está diseñado específicamente para albergar empresas en alta tecnología y sectores emergentes y facilitar la financiación a estas empresas.

Hasta ahora, tanto los inversores como las empresas se han apresurado a adoptar el mercado STAR. Después del lanzamiento en julio de 2019 con 25 compañías, el mercado había crecido a 215 empresas cotizadas en enero de 2021. Actualmente hay alrededor de 500 empresas en diferentes etapas del proceso de registro de OPV (salidas a bolsa).

La capitalización del mercado total de STAR aumentó un 288% a 3,3 billones de yuanes en 2020 (420.000 millones de dólares) en comparación con la subida del 22% a 42,2 billones de yuanes (5,3 billones de euros) el selectivo principal de Shanghái. El potencial a corto plazo es incuestionable.

“Es más, las acciones que cotizan en el mercado STAR se están volviendo cada vez más accesibles para los inversores no chinos, lo que ofrece una nueva ruta hacia las nuevas empresas tecnológicas detrás de la historia de crecimiento del país”, apuntan Christian McCormick y Shannon Zheng, analistas de Allianz GI. De hecho, la empresa de índices FTSE ya tiene planes para incluir el mercado STAR en sus índices de acciones, aunque el MSCI, el principal proveedor de índices del mundo aún no ha detallado cómo tratará este nuevo mercado. 

Más allá de los riesgos del corto plazo

Si bien el mercado STAR ha tenido un impacto relativamente grande en un corto espacio de tiempo, tiene que avanzar más para convertirse en un elemento fijo para los inversores, tal y como apuntan los expertos.

“La inclusión de acciones A elegibles que cotizan en el mercado STAR ampliará la exposición de los inversores globales a los valores chinos y especialmente a los sectores de la nueva economía de alto crecimiento”, apunta Bruce Pang, responsable de estrategia en China de Renaissance Securities. “También ayudará a facilitar y acelerar la inclusión de las acciones A que cotizan en STAR Market en los principales índices bursátiles mundiales”, añade.

Siguiendo el modelo del Nasdaq, el mercado STAR alberga más de 200 acciones en los sectores de ciencia y alta tecnología, que representa la bolsa de más rápido crecimiento de Shanghai y presenta un proceso de cotización más simple y movimientos de acciones más libres que su mercado mayor.

Hubo preocupaciones sobre su liquidez en los primeros días del mercado, particularmente en torno a las OPV más grandes que absorben el capital disponible, pero en general el índice ha funcionado sin problemas. Aun así, las acciones que cotizan en el STAR aún no son elegibles para el esquema Stock Connect, que hace que las acciones A estén más fácilmente disponibles para los inversores occidentales, por lo que muchos inversores institucionales globales no podrán participar. Al menos, por ahora.

Los reguladores chinos están preparados para vigilar de cerca el STAR, dada su combinación de un marco regulatorio más ligero y probablemente una mayor volatilidad debido a las empresas de alto riesgo en etapa inicial que pueblan el mercado. “Poner un valor en estas empresas también pondrá a prueba las metodologías de valoración de los brokers e inversores por igual”, exponen McCormick y Zheng.

Pero a pesar de estos desafíos, STAR ha disfrutado de una rápida expansión, y la cartera de posibles nuevas admisiones es un buen augurio para el futuro de este mercado y las oportunidades resultantes para que los inversores globales accedan a algunas de las empresas chinas más innovadoras.

STAR puede ser una gran competencia en el Nasdaq en el largo plazo y al final entrará dinero institucional”, dice Pang. “Compañías biotecnológicas como CanSino, una de las principales fabricantes de las vacunas contra el Covid-19 y otros altos jugadores tecnológicos pueden competir dentro de unos años con las firmas de mayor tamaño de Wall Street”, ahonda. El tiempo pondrá todo en su lugar.

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