Por la 'tijera' de Podemos

El cofundador del proveedor de Deliplus para Mercadona echa el cierre a su sicav

Ubesol
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La hegemonía de Mercadona en el sector de la distribución ha provocado que muchas empresas se hayan beneficiado de esta buena marcha al suministrar productos bajo las marcas de Hacendado, Deliplus o Bosque Verde. Uno de los principales interproveedores del grupo presidido por Juan Roig bajo las dos últimas enseñas es el Grupo Ubesol, que fabrica productos para la higiene familiar y del hogar como toallitas húmedas, fregonas o geles de baño, por citar tres ejemplos. 

El grupo Ubesol, fundado por José María Soler y Jorge Eduardo Úbeda, ha sabido sacar partido al acuerdo comercial que alcanzaban en 2001 con Juan Roig y que les convertía en proveedor en exclusiva tras comenzar su relación en 1995. A través de Ubesol y Laboratorios Maverick, las dos compañías del grupo, facturaron 224 millones de euros en 2018, un 4% más que el curso anterior, y se sitúan a las puertas de entrar en el 'top ten' de fabricantes de Mercadona de marca blanca que más dinero ingresan. La compañía, que cuenta con más de 800 trabajadores, lograba un beneficio neto de 21,4 millones de euros, un 15% más y en las próximas semanas presentará sus resultados del ejercicio 2019. 

Esta buena marcha hacía que la compañía distribuyera un dividendo de 25 millones de euros entre sus accionistas (cinco millones más que el curso anterior), entre los que destacan sus fundadores. José Luis Soler, a través de la sociedad Sancana Gestión de Inversiones SL, controla un 50% mientras que Jorge Eduardo Úbeda tiene un 32% con Gestión de Inversiones Jorisa SL, a cierre del ejercicio 2018. 

José Luis Soler, hijo del fundador, al ostentar la mitad del capital, habría percibido unos 12,5 millones de euros brutos, que se sumarían a la fortuna acuñada con el apoyo de la expansión de Mercadona. Una parte de su patrimonio lo tenía invertido en una sicav, llamada Sandu Capital, que ha decidido liquidar. El empresario comunicaba, a través de un hecho relevante remitido a la CNMV, que "la Junta General Extraordinaria de accionistas, celebrada el 12 de marzo de 2020, acordó solicitar la baja voluntaria de la sociedad en el Registro Administrativo de las Sociedades de Inversión de Capital Variable y la exclusión de la negociación de las acciones representativas del capital social en el MAB, habida cuenta de los acuerdos adoptados sobre la disolución y liquidación". 

Este cierre era algo esperado tras los fuertes reembolsos que había realizado en la sicav con anterioridad y ante el temor a la 'tijera' de Podemos. El nuevo Gobierno de coalición contempla distintas medidas para estos vehículos de inversión entre las que estarían evitar que un solo accionista controle un gran porcentaje de su patrimonio y que el número de inversores no sea prácticamente el mínimo legal de 100 accionistas. En este caso, los accionistas eran solo 107 y se da la existencia de un accionista cuyo volumen de inversión individual representa más de un 20% del patrimonio, sin precisar dicho porcentaje.

Dicha sicav contaba con solo un patrimonio de 3,77 millones de euros, a cierre de 2019. Este montante se encuentra lejos de los 10,88 millones en los que finalizaba el curso 2017 y no están motivados por una mala evolución de este vehículo de inversión ya que finalizaba 2019 con una rentabilidad del 14,08%, mientras que un año antes caía un 7,04% y el anterior se disparaba un 11,67%. El motivo de que la fortuna en la sicav sea menor obedece a las salida de dinero que, probablemente, haya llevado a cabo José Luis Soler ya que "los pasados días 27 y 28 de diciembre de 2018 se produjeron reembolsos equivalentes a un 56,39% y 20,27%, respectivamente, del patrimonio existente al día inmediatamente anterior". 

Curiosamente, este cierre se produce años después de que su otro fundador y socio, Jorge Eduardo Úbeda, cerrara la sicav que también tenía. El empresario comunicaba a la CNMV a comienzo de 2017 que optaba por liquidar ESM Novo, que a cierre de 2014 lograba alcanzar su mayor patrimonio con más de 13,5 millones de euros, aunque los posteriores reembolsos dejaron su valor por debajo de los tres millones. En esta ocasión, sí se detallaba que tenía un gran accionista detrás (el empresario) que tenía un 98,75% del patrimonio. 

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