Moody's revisa el rating a España tras el pacto PSOE-Podemos y las elecciones

Moody's
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EUROPA PRESS - Archivo

Toca examinarse. La agencia de calificación Moody’s pasa revista este viernes a la calificación de España y le toca hacerlo apenas setenta y dos horas después de que el PSOE y Unidas Podemos hayan anunciado un acuerdo para la formación de un nuevo gobierno que ha provocado una notable agitación en el mercado. En apenas dos sesiones los bancos cotizados (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Bankinter, Unicaja y Liberbank) han perdido más de 7.450 millones de valor y se han visto también 'tocadas' otras compañías como Inditex o Ence. Por si fuera poco, la prima de riesgo (el diferencial entre el interés que el mercado exige al bono español a diez años y al alemán) ha superado los 80 puntos básicos, con la rentabilidad del bono escalando a niveles de julio.

La agencia estadounidense mantiene la nota de solvencia de nuestro país en 'Baa1' con perspectiva 'estable'. Sin embargo, en verano ya dejó claro que podría recortar nuestro rating soberano si el Gobierno llevaba a cabo una revisión "amplia" de las reformas que se habían puesto en marcha hasta la fecha, fundamentalmente en el ámbito laboral y en el de las pensiones. A la agencia le preocupaba, además, el hecho de que el déficit público (el más elevado entre los países del euro) nos haga más vulnerables al frenazo económico que se avecina. 

En sus perspectivas de cara a las revisiones de 2020, Alastair Wilson, responsable de Calificaciones de la firma advertía precisamente de que las tensiones políticas a nivel doméstico son uno de los riesgos que, de acuerdo con Moody's, pueden comprometer el crecimiento y aumentar la probabilidad de que se produzcan shocks económicos o financieros. En ellas se cita el caso expreso de España, junto al de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Argentina, México o Chile, por poner algunos ejemplos.

Advierten, en concreto, de que el auge de los populismos puede llevar a los gobiernos a retrasar la adopción de las medidas necesarias. No es el único frente abierto para las principales economías del mundo en un entorno de tipos de interés bajos y tensiones geopolíticas (guerra comercial, rifirrafes entre Japón y Corea o entre Reino Unido y la UE O EEUU y los Veintisiete) que pueden suponer una "distracción" para los Gobiernos. 

El mes pasado Moody's ya dio un toque de atención a España y a un grupo de países desarrollados al entender que el envejecimiento de la población y la baja natalidad pueden provocar tensiones a nivel crediticio, y que los efectos de éstas irán a más a menos que las autoridades pongan en marcha la reformas necesarias. En esta situación se encontrarían también Japón o Italia, es decir, países con la pirámide de población más envejecida.  

El intento de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de formar gobierno no ha pasado desapercibido para otra de las principales agencias de calificación Fitch, que según publicaba estos días Europa Press, ve "improbable" que ERC se abstenga de cara a en la formación del Ejecutivo por lo que, dado que ni el PP ni Ciudadanos parecen en principio dispuestos a hacerlo, sería matemáticamente imposible que éste llegue a constituirse.

De momento, y a la espera de lo que tengan que decir las agencias de calificación, la economía española está entre las que han podido capear mejor las turbulencias a nivel global, fundamentalmente por los efectos de la guerra comercial y en medio de la desaceleración de grandes economías como la china o a alemana. El PIB avanzó al 0,4% en el tercer trimestre, por lo que mantuvo el ritmo de avance del trimestre previo que, eso sí, es el más bajo en tres años, de acuerdo con los datos de Contabilidad Nacional que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Está capeando el temporal, pero no es inmune a él, como demuestran los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que registró sus datos más débiles desde 2012 (cuando España estaba en recesión), con el aumento de 69.400 ocupados y un retroceso del paro de 16.200 personas en pleno periodo estival. Eso sí, la tasa de paro ha seguido reduciéndose y se sitúa ya en el 13,9%, su nivel más bajo desde que arrancó la crisis financiera global en 2008.

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