Moody’s sigue con la mosca detrás de la oreja en Dia por el pacto Fridman-Botín

  • La agencia de calificación de riesgo señala que la refinanciación puede comprometer el pago a los bonistas de la compañía
Stephan Ducharme, consejero delegado de L1.
Stephan Ducharme, consejero delegado de L1.

Con la mosca detrás de la oreja en Dia. El acuerdo de refinanciación de la deuda bancaria entre Letterone, el fondo que controla el 70% de la empresa, y los bancos acreedores que encabeza Santander sigue despertando interrogantes entre los inversores. La agencia de calificación Moody’s ha puesto el foco en “los vacíos de información del acuerdo” que, en su opinión, "crean incertidumbres para los bonistas de Dia". 

"Los detalles del acuerdo de refinanciación y, en particular, los detalles sobre la garantía que se otorgará a los acreedores ‘súper senior’ o los márgenes que recibirán los prestamistas no se han divulgado y no está claro si los tenedores de bonos recibirán el reembolso total", señala Moody’s en un informe en el que advierte que las "pérdidas para los prestamistas" también serán consideradas como señal de impago siempre que no se cumplan las condiciones originales de los préstamos.

El pasado 20 de mayo, Letterone anunció que había llegado a un acuerdo con los bancos acreedores -al que se sumó Santander a última hora- que permitía refinanciar la deuda bancaria de la compañía -un préstamo sindicador de 900 millones que vence el 31 de mayo- además conseguir 380 millones de nuevo préstamo ‘supersernior’, que se concede a cambio de garantías adicionales de pago.

“Si se implementa con éxito, Moody's Investors Service cree que este acuerdo aliviará la presión sobre la calidad crediticia de DIA, pero la falta de detalles crea incertidumbres para los tenedores de bonos y es negativo para crédito", apuntan los expertos de la firma que mantienen su discurso crítico con la operación de rescate de Dia.

Según Moody’s, los prestamistas han visto elevadas las garantías por parte de Dia y han ganado compromisos en la estructura de capital a la hora de pagar que aumenta la subordinación de los tenedores de bonos, es decir, que pierden preferencia frente a esa deuda con los bancos en el caso de que se produzca un impago.

Letterone se ha comprometido a llevar adelante una ampliación de capital de 500 millones de euros para reestablecer el equilibrio patrimonial de Dia y afrontar el repago de un bono de 300 millones que vence el próximo mes de julio. Sin embargo, para Moody’s “no está claro si todos los acreedores serán pagados en su totalidad”. La refinanciación estaba condicionada a la liquidación de la opa, una inyección de capital de 500 millones y el nombramiento de todo el consejo de administración.

Hasta marzo, la compañía informó de una caída de sus ingresos interanuales del 4,3% durante el primer trimestre de 2019, con una caída del 7,9% solo marzo, “en parte porque los proveedores redujeron las entregas”. La deuda neta de DIA era de 1.702 millones de euros al 31 de marzo de 2019, un aumento de 251 millones de euros en comparación con el 31 de diciembre de 2018. El impacto de la norma contable NIIF 16 (que obliga a incluir alquileres) eleva su deuda a 2.400 millones.

En este último, DIA anunció el 21 de mayo de 2019 la designación de cuatro directores que representan a L1, que ahora posee el 69,8% del capital de la compañía, y que Karl-Heinz Holland se convirtió en director ejecutivo (CEO). “Si bien Holland es el cuarto consejero delegado de DIA en el espacio de doce meses, evidencia de una alta inestabilidad en la dirección, creemos que su nombramiento es positivo desde que tiene credenciales sólidas, ya que anteriormente se desempeñó durante seis años como CEO del descuento alemán Lidl”, explica la agencia en su nota.

Mostrar comentarios