Casi 5.000 millones

Musk se sitúa en el punto de mira de la SEC tras su polémica venta de Tesla

El principal accionista del fabricante de vehículos eléctricos provocó fuertes caídas en su cotización, aunque mantiene la capitalización por encima del billón de dólares.

Elon Musk
Elon Musk
Europa Press

Elon Musk no se caracteriza por su discreción y el mercado está ya acostumbrado a los efectos de sus comentarios en las cotizaciones, desde la propia Tesla a las criptomonedas. Sin embargo, el escaso filtro del hombre más rico del planeta para publicar en Twitter le puede traer -una vez más- problemas con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Una encuesta el fin de semana pasado preguntado la opinión de sus seguidores sobre la posible venta del 10% de sus acciones en la compañía de vehículos eléctricos fue, en realidad, un anticipo de un plan para obtener liquidez de cara a su próxima factura fiscal. La actuación desplomó el valor de Tesla en bolsa y enciende las alarmas de los reguladores. 

En concreto, a lo largo de la semana Musk ha vendido acciones por valor de 5.700 millones de dólares (casi 5.000 millones de euros). Las últimas operaciones las notificó este viernes, pero ejecutó la venta el jueves de casi 700 millones de dólares en títulos del fabricante de coches eléctricos. Fue la continuación de una serie de transacciones que comenzaron al principio de la semana, justo cuando se cerró la encuesta de Twitter

Algunas de las transacciones se realizaron bajo un plan de negociación que estableció en septiembre. Estos planes permiten realizar operaciones con las acciones de la empresa en una fecha futura predeterminada, lo que brinda protección legal contra posibles acusaciones de abuso de información privilegiada sobre información importante no pública. Operar sin el plan también es posible. Según las normas de la SEC, "las personas con información privilegiada pueden vender valores de la empresa por diversas razones, incluidos fines de liquidez y diversificación". 

Precisamente, Musk debe hacer frente a una importante factura fiscal por el vencimiento de sus opciones sobre acciones, pero al igual que le ocurre a muchos multimillonarios, su fortuna es latente, es decir, en base al valor en mercado de las inversiones o empresas por lo que deben recurrir a la venta para obtener liquidez. Este sería el motivo real de la venta, pero la encuesta en Twitter para justificar las ventas plantea la pregunta de si Musk ideó desde el principio las ventas para hacer frente al pago de impuestos o actuó por otras razones. Esto supondría una violación de la divulgación, aunque es difícil de probar que otro motivo fuese la causa de las ventas. No obstante, la SEC está pendiente de los movimientos bruscos del mercado y en esta ocasión es previsible que también lo haga.

No sería la primera vez que Tesla estaría bajo el foco regulatorio. En 2018, Musk tuiteó que había asegurado fondos para convertir a Tesla en privada, una afirmación que la SEC consideró "engañosa". En concreto, publicó que podía excluir de cotización a la compañía por 420 dólares por acción -una prima "sustancial" a su precio de negociación en ese momento- y que se había asegurado la financiación para la transacción, con la única incógnita del voto de los accionistas. La SEC concluyó que Musk "sabía que la transacción potencial era incierta y estaba sujeta a numerosas contingencias". Los tuits provocaron una subida de la cotización de Tesla del 6% y fue interrumpida del mercado.

La investigación se resolvió según comunicó la SEC, con la renuncia de Musk como presidente de la junta directiva, el nombramiento de nuevos directores independientes y una multa de 40 millones de dólares. Además, Tesla se comprometió a establecer controles y procedimientos adicionales para supervisar las comunicaciones de Musk a través de Twitter, un canal que la compañía ya había establecido como oficial para sus inversores. 

El hermano de Musk vendió acciones de la encuesta

La última operación de Musk generó mayor controversia tras conocerse que justo antes de publicar la polémica encuesta su hermano, Kimbal Musk, también vendió acciones. El hermano de Elon Musk ocupa un puesto en la junta directiva de la compañía que no ha estado exento de polémica. Hace tres años, un grupo de administradores de fondos de pensiones y accionistas activistas intentaron expulsarle argumentando que su relación familiar le impedía actuar como consejero independiente. Más tarde, se han producido nuevos intentos, sin éxito, para despojarle su poder entre acusaciones de "compensación excesiva" por las opciones que recibe sobre acciones.

Las últimas ventas han provocado una caída del valor de Tesla en bolsa que ha afectado a la fortuna de Elon Musk -igual que el resto de accionistas-. No obstante, la capitalización de la compañía sigue por encima del billón de dólares, un nivel que alcanzó hace apenas dos semanas, cuando también marcó su máximo histórico en la bolsa. Pese al retroceso semanal -próximo al 15%- su revalorización anual es del 46%. Previamente tuvo que hacer frente a varios vaivenes en bolsa por las dudas de los inversores en torno al negocio de Tesla. 

Por un lado, se vio afectado por una investigación tras varios accidentes de vehículos de la compañía que causaron una muerte y dejaron varios heridos y que se vinculaban a fallos en su sistema de piloto automático. Además, por otro lado, otro de los frentes abiertos es el juicio por la compra de SolarCity por 2.600 millones de dólares en 2016. Los accionistas demandaron a Musk y a varios miembros de la junta de Tesla, incluido el Kimbal Musk, por la operación, que -aseguran- fue un rescate encubierto del que entonces era el mayor instalador de paneles solares del país. La compañía fue fundada,  por los primos de Musk y él era, a su vez, principal inversor y presidente. 

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