En septiembre

No solo gas: España sube la importación de petróleo de Argelia y corta con Rusia

La entrada de petróleo ruso en septiembre se reduce a cero en plena escalada de las tensiones diplomáticas con la UE mientras crece la compra de petróleo del socio africano.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto al presidente, Pedro Sánchez.
Europa Press

España se mantiene a lo largo de las últimas décadas como uno de los grandes clientes del mercado petrolero y extiende cheques por todo el mundo para garantizar el aprovisionamiento de 'oro negro'. Hasta 31 países distintos suministraron petróleo a España en septiembre, según la agencia estatal CORES que supervisa la diversificación de la importación de hidrocarburos por mandato gubernamental.

Las importaciones de crudo a España en septiembre aumentaron un 5,9% interanual, hasta 4,46 millones de toneladas. En cambio, el consumo de petróleo ha comenzado a mostrar síntomas de flaqueza después del verano pese a la recuperación económica y la reapertura. 

Es otro de los indicadores adelantados que, todavía en el tercer trimestre, muestran el grado de desaceleración que atravesaba la economía española. En el acumulado anual (enero-septiembre) baja un 0,1% respecto a los niveles de 2020, año de la pandemia. En doce meses, la caída es todavía más pronunciada y se sitúa en el -4,7%, hasta 54,8 millones de toneladas.

En septiembre, el barril Maya de México fue el principal crudo importado con el 13% del total pese al descenso de hasta el 20% interanual. El petróleo tipo Bonny de Nigeria, con el 11%, se situó en segundo lugar pese a que también registró una caída en su volumen del 23,8% respecto a 2020. 

Sin embargo, el movimiento más destacado en la lista de suministradores brilla por su ausencia: Rusia, uno de los socios preferentes de España en la balanza petrolera, no exportó ni un barril a España este mes por primera vez en lo que va de 2021, según los datos del supervisor de hidrocarburos.

La retirada de las compras de petróleo al país gobernado por Vladimir Putin coincidió con la escalada de las tensiones diplomáticas con la Unión Europea (UE) y las sutiles amenazas sobre el riesgo del suministro de gas natural mientras no se apruebe el gasoducto Nord Stream 2. Fue en septiembre, pero el choque entre ambos bloques se ha recrudecido a raíz de la crisis migratoria en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. El Kremlin tiene la llave del gas europeo, aunque en el caso de España la dependencia es menor debido a la cercanía de otro gran exportador: Argelia.

El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de las visitas a Argel del ministro de Exteriores (José Manuel Albares) y Transición-Energía (Teresa Ribera), ha escenificado una buenas relaciones comerciales en materia energética entre ambos países pese a la situación de alta tensión que ha supuesto el cierre del gasoducto Magreb-Europa que pasa por Marruecos. Argelia supone alrededor de la mitad del suministro de gas natural para España, pero no era uno de los socios preferidos a la hora de importar petróleo. Esto está cambiando también a lo largo de los últimos meses.

El informe de septiembre pone de manifiesto que España está disparando las compras de petróleo argelino tipo Sahara Blend. Se multiplicó casi por cuatro (+286%) interanual hasta suponer el 5,5% del petróleo importado en el mes y elevó su peso hasta el 1,9% del total en los últimos doce meses, por delante de países como Angola o Guinea Ecuatorial

No obstante, no ha sido el proveedor que más ha crecido. Ese rol corresponde a Libia, que exportó un 423% más a España que en el mismo mes de 2020. En los últimos doce meses, el país norteafricano ha duplicado la venta de crudo Es Sider y supone más del 10% del total. Entre Libia y Argelia suplieron la caída en la importación desde otros países, aunque otro suministrador destacado que ayudó a equilibrar las fuentes de crudo fue EEUU, con un incremento del 207% interanual, tras el acercamiento de Sánchez y Biden.

La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), agencia tutelada por el Ministerio de Transición Ecológica y los operadores petrolíferos, se encarga precisamente de velar por la seguridad y diversificación de los suministros de hidrocarburos. 

En este sentido, el organismo recuerda que, “de manera temporal", desde el 1 de abril hasta el 31 de diciembre de 2021, se incrementó el volumen de existencias mínimas de productos petrolíferos de 42 a 50 días de consumo en el caso de Cores que están consideradas como “reservas estratégicas”, mientras que los operadores privados deben mantener otros 50.

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