Más de 5.300 salidas

La ola de despidos en las tecnológicas salta a los pesos pesados de Wall Street

Morgan Stanley, Goldman Sachs, BlackRock... los gigantes de la bolsa norteamericana sucumben al recorte de plantilla. Los pobres resultados son un aliciente para poner en marcha programas de recorte de costes.

La ola de despidos en las tecnológicas salta a los pesos pesados de Wall Street
La ola de despidos en las tecnológicas salta a los pesos pesados de Wall Street
EFE

Las consecuencias del oscuro 2022 para las bolsas comienzan a aflorar. Las señales de fatiga del sector tecnológico ‘contagian’ a los gigantes de Wall Street, que también se unen a los planes de despidos masivos. Morgan Stanley, Goldman Sachs, BlackRock… Los anuncios de ajustes de plantilla en Estados Unidos ya han arrancado con la amenaza de provocar un efecto en cascada. Estos tres suman alrededor de 5.300 salidas.

El fin de la era de la financiación barata ha puesto al sector frente al espejo después de años exhibiendo músculo. El grifo de liquidez disponible en el mercado les permitió prestar apoyo financiero y fomentar los debuts en el parqué. El ejercicio 2021 será recordado como uno de los más activos de las últimas dos décadas en el ámbito de las OPV, que llegaron a captar más de 453.000 millones de dólares (unos 418.000 millones de euros), según datos de la consultora EY. 

Solo el cuarto trimestre de ese ejercicio fue el más activo en este sentido desde 2007. Sin embargo, la situación cambió de golpe a partir del 24 de febrero de 2022, con la invasión rusa de Ucrania, dando paso al repunte de la inflación y a las subidas de los tipos de interés. El desplome tanto de la renta variable como de la fija ha dado paso a un escenario más incierto, forzando a las compañías a aplicar la tijera en sus plantillas tras el elevado ritmo de contrataciones en los últimos tres años, animados por el dinamismo en la banca de inversión y la recuperación de la actividad después del parón por la pandemia. 

A los planes de Credit Suisse de reestructurar su masa laboral, con el cese de hasta 9.000 personas en tres años, se sumó Morgan Stanley, que fue el encargado de llevar la delantera al otro lado del Atlántico. La compañía con sede en Nueva York ha reducido su fuerza laboral en un 2%, alrededor de 1.600 empleados. Este plan de recortes ha sido secundado por Goldman Sachs, que si bien ha reducido las salidas desde las 4.000 personas iniciales hasta los 3.200 trabajadores, la cifra representa alrededor del 6,5% de su equipo. El último en sumarse a esta lista ha sido BlackRock, que planea prescindir de unas 500 personas (el 2,5% del total).

La decisión descansa en unas cuentas lastradas por los menores beneficios. Los activos en cartera de la mayor gestora del mundo se han reducido en más de un 14% durante el cuarto trimestre de 2022, hasta los 8.500 millones de dólares. Acusa así los menores ingresos por comisiones, que caen un 5,3% a lo largo del año, registrando un beneficio neto atribuido de 5.178 millones de dólares (-12%). 

Este resultado va en la tónica del obtenido por los grandes bancos de EEUU, que han presentado sus cuentas este viernes. El aumento de las provisiones de cara a blindarse de futuros impagos y la menor facturación derivada del enfriamiento del mercado han pasado factura a los beneficios de JPMorgan, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo, con una merma de sus ganancias. Esta situación se produce también en un contexto de mayores ingresos derivados del margen de intereses a raíz de la subida de tipos que no compensan las menores entradas de dinero de otras negocios. 

El 'rally' de la inflación ha empujado en casos como el de JPMorgan o Citigroup a revisar salarios, elevando sus costes de personal, factor que también ha redundado en esa merma de los beneficios. En la banda contraria se encuentran BlackRock, cuyo balance arroja una disminución de costes en todas las partidas, en línea con un plan de recortes, y Wells Fargo, que no solo reduce su gasto en nómina, sino también las nuevas contrataciones en un 9%. Este panorama dibuja un horizonte menos halagüeño para 2023 a falta de saber quién será el próximo en anunciar un 'ERE' en Wall Street.

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