Tambores de opa sobre Siemens Gamesa: los alemanes sondean el 8% de Iberdrola

  • El gigante alemán, que tiene el 67% del grupo, busca sacar del capital a la eléctrica con comprando sus acciones, valoradas en 760 millones.
El Rey Felipe VI junto a la cúpula de Siemens Gamesa.
El Rey Felipe VI junto a la cúpula de Siemens Gamesa.
L. I.

Tambores de opa en la bolsa española. El gigante alemán Siemens quiere poner punto y final a la guerra que mantiene con Iberdrola por el control y gobernanza corporativa de la eólica Siemens Gamesa, donde participan ambas multinacionales. Según la agencia 'Bloomberg', Siemens podría aumentar su participación en la filial española de energía eólica mediante una oferta por los títulos de Iberdrola, que valen 760 millones de euros a los precios actuales de cotización en bolsa.

En este sentido, el grupo alemán está considerando comprar la participación de más del 8% que está en manos de Iberdrola, con quien mantiene una guerra judicial con múltiples procesos de demanda sobre gobernanza. La participación de Siemens se elevaría del 59% actual al 67%. Las acciones Gamesa se dispararon un 8,5% al cierre de bolsa, hasta 14 euros por acción, mientras que Iberdrola subió un 0,27% y Siemens se anotó un 1,5%, hasta 116,4 euros.

De cristalizar esta operación se abre la posibilidad de que Siemens adquiera las acciones en circulación restantes en una fecha posterior mediante el lanzamiento de una opa, aunque aún no se había tomado una decisión y no había certeza de que llegaría a un acuerdo. 

Portavoces de Siemens e Iberdrola declinaron realizar cualquier comentario sobre un acuerdo por las acciones de Siemens Gamesa. No obstante, lo que sí está previsto en el calendario del primer trimestra de 2020 es el traspaso del 59% de Siemens en Gamesa a una nueva filial del grupo donde quiere integrar negocios de energía fósil como gas y petróleo. El movimiento, anunciado en mayo, deja a Iberdrola como compañero de viaje en Gamesa con un holding de energías fósiles.

Desencuentro tras desencuentro

La actual Siemens Gamesa es el resultado de la fusión de dos compañías completamente distintas, pero competidoras del mismo sector. Mientras el grupo alemán estaba enfocado en los países occidentales y la eólica 'offshore' (turbinas en el mar), los españoles pusieron el acelerador en la eólica terrestre (onshore) y los mercados emergentes. En el momento de la fusión, Siemens no crecía apenas y Gamesa, más rentable, sí.

El origen de la actual batalla entre Iberdrola y Siemens se remonta a la misma firma de la fusión entre las dos empresas hace tres años. Cuando firmaron la unión, y el con el objetivo de evitar una opa sobre el 100% de la compañía, Siemens se aprestó a cumplir unas serie de restricciones en cuanto a la gestión y el gobierno corporativo que Iberdrola vigila atentamente desde entonces. Esa mirada se ha convertido en una presencia incómoda para los planes del grupo alemán.

La CNMV dio el visto bueno al plan en 2016 y eximió a los alemanes de la opa, aunque dibujó algunas líneas rojas como la desconexión e independencia de Siemens Gamesa respecto a su primer accionista y matriz (Siemens).  Al final, Iberdrola ha llevado a los tribunales a Siemens por este motivo, entre otros, ya que considera que el consejo de Gamesa cada vez tiene menos poder de decisión en la empresa.

El punto de fricción son los 'transitional service agreements' ("TSAs") -cuya duración se estimaba en 6 meses tras la fusión, prorrogables hasta 4 años- y los TSAs convertidos en acuerdos de prestación de servicios a largo plazo ("SLAs"). El importe de los primeros se situó el pasado año en los 68 millones de euros, aunque en conjunto la filial eólica destinó en el ejercicio 2018 cerca de 500 millones de euros a comprar bienes y servicios a su matriz y principal accionista.

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