La 'ola azul'

El control demócrata del Senado allana un mayor impulso al alza de Wall Street

Se trata de un esquema que los mercados acogen con beneplácito, ya que la perspectiva de un apoyo adicional desde Washington eleva las expectativas de los inversores.

Biden
Joe Biden, presidente electo de EEUU.
EFE

El camino para un gobierno demócrata con más solidez en Estados Unidos se ha allanado tras poder controlar el Senado y eso puede tener una clara reacción en las bolsas en 2021. Por cuarta vez en la historia una cámara de 50-50 con la vicepresidenta electa Kamala Harris capaz de emitir el voto 51. ¿Qué se puede esperar con este panorama especialmente en los mercados?

Los inversores y expertos prevén que el mayor gasto para las medidas de alivio del Covid-19 en el corto plazo, junto con un enfoque a largo plazo en la "reconstrucción económica" y el cambio de modelo energético, puede marcar el camino de los principales índices en Wall Street.

A pesar de que la pandemia ha frenado la recuperación económica en los últimos meses, la combinación de una mejora en las perspectivas de salud pública y un importante estímulo fiscal nos podría llevar a esperar que el crecimiento de los Estados Unidos se reactive bruscamente este año. Aunque el momento y los detalles del gasto serán un determinante importante, el gasto neto del gobierno podría impulsar el crecimiento del PIB real de los Estados Unidos a más del 7% en 2021.

“Los 900.000 millones de dólares de estímulo aprobados en diciembre están diseñados para filtrarse rápidamente en la economía, y también deberían ayudar a salvar la brecha entre la debilidad económica a corto plazo y una mejor perspectiva de salud pública más adelante en el año”, concretan la responsable de políticas públicas de PIMCO, Libby Cantrill y las economistas Tiffany Wilding y Allison Boxe en un reciente informe.

Si bien es probable que el impulso adicional del estímulo fiscal produzca un repunte del crecimiento de Estados Unidos aún más fuerte de lo que se esperaba en 2021, es posible que tenga efectos más moderados sobre la inflación en medio de los efectos persistentes de la recesión inducida por el coronavirus. “La inflación va a la zaga del crecimiento y de las mejoras en el mercado laboral, y aún no es probable que alcance el 2% este año”, pronostican.

Según los rotativos estadounidenses, es probable que la iniciativa fiscal se produzca en dos etapas. “Primero, relativamente rápido, un aumento de la cantidad de los cheques individuales a 2.000 dólares, en lugar de los 600 dólares previstos en el paquete fiscal votado antes de Navidad”, detalla Bruno Cavalier, economista jefe en ODDO BHF.

A continuación, vendría un plan centrado en la fiscalidad y las infraestructuras. Se baraja una cantidad de 3 billones de dólares en un plazo de varios años. En este punto, el debate promete ser más animado.

El plan presupuestario inicial de Joe Biden, una vez que todas las medidas de ingresos y gastos sean tomadas en cuenta, se espera que aumente el déficit presupuestario federal en 2 puntos del PIB por año, lo que implicaría un aumento del impuesto de sociedades del 21% al 28%, revocando en parte la reforma fiscal de 2017, un asunto más polémico y que augura fricciones entre las dos partes”, profundiza Cavalier

Los factores que motivan un repunte de las bolsas

Se trata de un esquema que los mercados acogen con beneplácito, ya que la perspectiva de un apoyo adicional es del buen gusto de los inversores. “Consideramos que la ayuda fiscal adicional y una recuperación cíclica más rápida de Estados Unidos en 2021 es un positivo neto para los activos de riesgo a corto plazo y seguimos estando sobreponderados en renta variable”, opina Sandrine Perret, que es economista de Vontobel Wealth Management.

Para Wen-Wen Lindroth, estratega de gestión de activos en Fidelity International, una vez que se haya vacunado a un porcentaje suficiente de la población, lo que permitirá que la economía se reabra con cierta normalidad, es probable que la administración Biden trate de aprobar un paquete de estímulo fiscal centrado en las infraestructuras, la atención sanitaria, la educación y el cuidado de los niños.

Por eso, es probable que ese impulso reflacionario ejerza una presión al alza sobre los rendimientos de los bonos, que ya están empezando a superar los rangos recientes. “Cabe esperar que la volatilidad aumente significativamente a corto plazo por las expectativas de una mayor relajación fiscal en la lucha contra el virus”, comenta.

“La renta variable, con esta situación da apoyo a la rotación sectorial y de estilo, verá como tendrá como principales beneficiados a los sectores de valor y de pequeña capitalización”, añade el experto.

En definitiva, los mercados ven este resultado de manera abrumadora como un factor que impulsa un mayor apoyo de la política fiscal a la economía de los Estados Unidos, devastada por el virus.

Es probable que esto ejerza presión sobre los rendimientos de los bonos tesoro, especialmente en los vencimientos más largos, ya que la rentabilidad tendrá que reflejar unas expectativas de crecimiento más altas y una mayor oferta de bonos del Tesoro”, agrega en esta misma línea James Athey, Investment Director, Aberdeen Standard Investments.

“Con el posible obstáculo de un Congreso dividido ya eliminado, la posibilidad de un mayor estímulo fiscal se percibe como otra fuerza alcista de la inflación en el país”, dice Athey.

Por tanto, si se considera en el contexto de una Reserva Federal que parece dispuesta a aceptar la nueva libertad que le ofrece el paso a un objetivo de inflación flexible, podría haber margen margen para que el mercado de la inflación siga anticipando presiones adicionales sobre los precios a medio y largo plazo.

Mostrar comentarios