Philly Fed

El oráculo de recesiones en EEUU activa la alerta en las bolsas al caer a negativo

El índice manufacturero de la Fed de Filadelfia ha pronosticado de forma consistente la entrada en recesión económica de EEUU en las últimas décadas y ahora vuelve a apuntar en esa dirección

Patrick Harker, gobernador de la Fed de Filadelfia.
Patrick Harker, gobernador de la Fed de Filadelfia.
Archivo / PhilFed / L. I.

Se ganó la reputación de predictor de recesiones en el año 2000 en EEUU cuando casi nadie lo esperaba y volvió a confirmarlo en 2007 en los primeros coletazos de la crisis de las hipotecas 'subprime'. Con el paso del tiempo, no ha perdido su fama de oráculo adelantado de la economía. El Philly Fed, índice de actividad manufacturera que elabora el banco central de Filadelfia, ha entrado en negativo en junio (-3,3 puntos) en su primera lectura negativa desde mayo de 2020, mes de pandemia y confinamientos. Pese a la fortaleza de los subíndices de precios y empleos de la encuesta, los datos de actividad general y pedidos se debilitaron, así como las expectativas a futuro.

El dato se publicó este jueves en pleno debate sobre el riesgo de recesión en EEUU que provocó fuertes caídas en Wall Street, del 3,2% en el S&P y del 4% en el Nasdaq. La reacción del mercado fue contraria a la del día anterior cuando la Reserva Federal (Fed) sorprendió con un agresivo movimiento de tipos pero los inversores lo acogieron bien. La relectura de la decisión sembró el pesimismo. El gobernador de la Fed, Jerome Powell, transmitió con contundencia que está dispuesto a todo con tal de controlar la inflación.

Y ese órdago de momento les ha llevado a aplicar una secuencia ascendente de tres subidas de tiposde 25 puntos básicos (pb) en abril, 50 pb en mayo y ahora de 75 pb en junio, pero además prevé elevarlos hasta el 3,4% a final de año desde el 1,75% actual. Los expertos creen que el efecto del rápido ajuste monetario no tardará en trasladarse a la economía de EEUU en forma de un enfriamiento de la actividad, como avanza el Philly Fed. De hecho, la propia Fed ha rebajado sus previsiones de crecimiento para este año hasta el 1,7%, desde el 2,8% pronosticado en marzo. También ha elevado su pronóstico de inflación por encima del 5% y la tasa de desempleo unas décimas.

Más allá de las causas fuera de su control que están causando la inflación (energía, crisis de suministros o guerra en Ucrania), el banco central sabe que puede actuar sobre dos fuentes de inestabilidad internas: el sector inmobiliario y el empleo. En el primer caso, el mero movimiento de tipos y la reducción de balance de su cartera de valores hipotecarios ha disparado las tasas de referencia a 30 años, que actúan como el Euríbor en España, hasta el 5,8%, su nivel más alto desde 2008. Powell negó en la rueda de prensa del miércoles que la Fed busque provocar una recesión como se le achaca desde la prensa y la esfera política. Sin embargo, el banco central no ha escondido que le gustaría ver un mercado laboral menos tenso en el que no hay presiones salariales, un viento de cola para la inflación subyacente -excluyendo alimentos y energía- que es la que busca ‘apagar’.

"La idea es que una tasa del 3,6% (desempleo) es históricamente baja en el último siglo. Por tanto, una tasa del 4,1% con una inflación en camino al 2% creo que sería un resultado exitoso. No buscamos tener una tasa de desempleo más alta, pero diría que ciertamente lo vería como un resultado exitoso", aseguró Powell sobre esta cuestión. “No buscamos dejar a la gente sin trabajo, por supuesto, nunca pensamos que haya demasiada gente trabajando y que menos gente necesita tener trabajo, pero también creemos que realmente no podemos tener el tipo de mercado laboral que queremos sin estabilidad de precios”, argumentó en su comparecencia.

El presidente de la Fed ligó inconscientemente dos ideas que han provocado el último tumulto del mercado: que la estabilidad de precios llegará pronto, pero que será necesario que haya cierta 'destrucción' del mercado laboral para que eso suceda. “Nos gustaría volver al mercado laboral que teníamos antes de la pandemia, y eso es a lo que queremos volver (...) Nos encantaría volver a ese lugar, pero llegar ahí no va a pasar con los niveles de inflación que tenemos”, apuntó ante las repreguntas de la prensa. Powell explicó que hay factores externos que están provocando una gran inflación en los precios de la energía, los fertilizantes, los alimentos o los productos químicos e industriales por lo que el trabajo de recuperar la estabilidad de precios no es algo exclusivo de la política monetaria pese a que será la herramienta que termine por provocar el ajuste económico necesario. “No estoy tratando de inducir una recesión ahora. Seamos claros al respecto”, aclaró.

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