Pánico en las criptomonedas: el registro a Coincheck provoca una oleada de ventas

  • Los inversores siguen haciendo caja con las divisas digitales y el bitcoin ya cotiza en su precio más bajo desde noviembre del año pasado. 
Fotografía de Bitcoin
Fotografía de Bitcoin

El viernes no está siendo un buen día para las criptomonedas. Solo una entre las cien más negociadas logra eludir los números rojos y 98 de ellas sufren caídas de dos dígitos, lo que alimenta aun más el carácter volátil de este tipo de divisas digitales. Además, estos fuertes descensos han provocado que la capitalización de mercado de todas ellas caiga por debajo de los 400.000 millones de dólares por primera vez desde comienzos de diciembre de 2017. 

En esta fuerte caída está jugando un papel importante el bitcoin. El precio de la mayor criptomoneda retrocede un 15% y alcanza un precio de 8.350 dólares, mínimos desde noviembre de 2017. Por su parte, el ethereum cae en torno a un 20% mientras ripple, la tercera mayor, sufre un castigo superior al 30%. 

Las fuertes caídas están motivadas por el registro de las autoridades de Japón a la sede del operador Coincheck, para investigar su situación financiera a raíz del reciente ciberataque a uno de los mayores operadores de criptomonedas del país asiático. 

Funcionarios de la Agencia de Servicios Financieros (FSA) japonesa entraron hoy en la sede de la casa de cambio en el distrito tokiota de Shibuya con objeto de comprobar si la empresa tiene fondos suficientes para compensar a sus clientes por las pérdidas sufridas en el ciberataque, según recoge la televisión estatal NHK.

Las autoridades quieren esclarecer si Coincheck tenía separados los activos de sus clientes y los suyos propios, y si cuenta con la liquidez necesaria para reembolsar a sus usuarios los más de 58.000 millones de yenes (424 millones de euros / 530 millones de dólares) desaparecidos en el hackeo perpetrado hace una semana.

Los responsables de la FSA también verificarán si la empresa está corrigiendo las brechas de seguridad que permitieron el ciberataque y si ha ofrecido suficiente información a los 260.000 clientes damnificados por el considerado el mayor hackeo de un mercado de criptomonedas hasta la fecha. "Queremos asegurarnos de que gestionan el asunto apropiadamente", dijo el ministro nipón de Finanzas, Taro Aso, en una rueda de prensa celebrada tras la reunión del Gabinete.

El operador nipón ha prometido que reembolsará las pérdidas a los afectados, aunque no ha precisado cuándo lo hará ni si dispone de activos propios suficientes como para acometer tal volumen de pagos, mientras que mantiene restringidos servicios como la retirada de yenes y de divisas virtuales.

Los afectados, por su parte, han comenzado a agruparse para hacer presión conjunta sobre la empresa y para preparar acciones legales. Además, la FSA instó a las otras 31 casas de cambio que trabajan con criptomonedas con sede en Japón a realizar controles de seguridad e informar de sus resultados.

El ciberataque del pasado viernes recuerda al que sufrió la también firma japonesa Mt. Gox en 2014, declarada en quiebra tras su hackeo, y ha vuelto a poner de manifiesto las debilidades de las casas de cambio de criptomonedas, lo que parece generar dudas crecientes entre los inversores en estos mercados.

Rechazo de Facebook

Muchas autoridades gubernamentales e institucionales ya se han posicionado en contra de las critomonedas, mientras que el último actor en hacerlo ha sido la red social Facebook.

La cotización del bitcoin comenzó a verse más empujada a la baja cuando la compañía fundada por Mark Zuckerberg anunciaba la imposición de una nueva política en virtud de la cual se prohíbe la publicidad que promueva productos y servicios financieros que con frecuencia están asociados con prácticas promocionales engañosas.

Concretamente, Facebook apuntó en un comunicado que se refería a las opciones binarias, las ofertas iniciales de monedas (ICO) y a las criptomonedas. "La publicidad engañosa no tiene lugar en Facebook", aseveró la compañía.

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