Entre los peores de 2020

Paramés llama a la calma al partícipe con una segunda carta tras el batacazo

Francisco García Paramés
Francisco García Paramés

El coronavirus está impactando con fuerza en los mercados, que sufren fuertes desplomes desde el 19-F, día en el que empezó el 'crash' que viven las principales plazas bursátiles. Este castigo ha acentuado la mala marcha de los fondos de inversión en general y, sobre todo, de los 'value' en particular. Estos últimos viven también su propia crisis ya que los inversores están huyendo de los activos más infravalorados y se están refugiando en los 'growth'. 

Uno de los gestores que más sufre esta crisis es Francisco García Paramés. Los fondos de Cobas se sitúa en el vagón de cola y solo arrojan mejores resultados que los de la firma Azvalor. Por ello, el presidente y director de Inversiones ha decidido lanzar este lunes una segunda carta a sus partícipes para llamar a la calma, seis días después de emitir un comunicado en el que explicaba el impacto en el valor de los fondos del efecto del Covid 19. 

La carta de este lunes, que empezaba por un "en estos momentos tan extraordinarios queremos tener una comunicación más continuada de lo habitual", llamó a la tranquilidad o calma tras desplomarse el Cobas Internacional un 44% y el Cobas Iberia un 35% en 2020, según datos de Morningstar. Además, su fondo de bolsa española acumula reembolsos en los últimos cinco meses y el de renta variable internacional en los tres últimos. No obstante, y según señala Paramés, "hemos tenido entradas netas en los fondos tanto durante el mes de marzo (cinco millones de euros) como específicamente el jueves y viernes pasado y este lunes, con un incremento también del número de inversores". 

La misiva de Paramés prosigue con que "son momentos difíciles para todos, que pasarán, pero que por el camino pueden dejar una huella profunda en todos nosotros". Además, analizó la cartera de sus fondos y el impacto del coronavirus en caso de que se produzca una posible recesión, afirmando que "en estos momentos el impacto será pequeño, pero existirá", limitándolo al sector del automóvil (7% de la cartera internacional ya que "las ventas se van a resentir", al 'retail' (6% de la cartera) puesto que "con las tiendas cerradas se perderán ventas" y a las compañías de exploración y producción de petróleo (3%) al ser "la evolución del precio del crudo un factor decisivo". 

Francisco García Paramés, con este escenario, fija que entre un 15/20% de la cartera puede verse afectado por una recesión, porcentaje que se eleva al 25% en el caso de su fondo de bolsa española. Además, y aquí explicaría gran parte del castigo de sus fondos en los últimos años "hay que decir que tanto en las principales compañías de estos sectores, como Dixons o los automóviles, éramos conscientes del posible impacto de una recesión (aunque no de una crisis global generalizada), y lo teníamos parcialmente recogido en nuestras estimaciones, por lo que salvo que la recesión sea profunda y prolongada no tendremos que cambiar sustancialmente nuestra valoración en estas compañías. En cuanto tengamos elementos para juzgar si hay que bajar nuestra estimación en alguna lo comunicaremos, pero será difícil que este impacto en el peor escenario sea superior a un 5/10% de nuestro valor objetivo, lo que permite todavía fuertes revalorizaciones". 

El mensaje de calma para los partícipes llega al analizar el resto de su cartera. "Lo más importante que hay que resaltar es que más del 80% de nuestra cartera modelo, que es Cobas Selección, a día de hoy no se verá afectada por una eventual recesión, por lo que una caída en la cotización no hace más que resaltar su infravaloración. Y esto no es casual, pues aunque parezca sorprendente por los resultados de los dos últimos años, hemos preparado razonablemente la cartera para un momento como el actual, con inversiones en negocios muy defensivos, como ahora veremos. Después de 10 años de mercados alcistas lo que está sucediendo entraba dentro de lo posible". 

El máximo responsable de Cobas concluye la carta con un último apunte. "Por último, insistir en que el valor de nuestras inversiones o negocios no depende de que nuestro vecino o socio venda una participación a un precio cualquiera. Puede hacerlo por necesidad, por ignorancia, por pánico, por compras/ventas automáticas realizadas por máquinas o porque en el mercado bursátil la mitad de la inversión se realiza en fondos pasivos, sin pensar. Esto no afecta nuestras valoraciones, que únicamente y siempre dependen de la capacidad de generar beneficios del negocio o la empresa". 

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