Fondos y capital riesgo amenazan con dar un paso atrás por las dudas políticas

  • Las grandes firmas de inversión ponen de relieve los 'vaivenes' del Gobierno de Pedro Sánchez y el difícil escenario de pactos en caso de elecciones.
Imágenes del IBEX 35
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EUROPA PRESS - Archivo

Una creciente percepción de desconfianza. Algunas de las grandes firmas de inversión, fondos y capital riesgo, asumen sin ambages, aunque lo hacen desde el anonimato, que la situación de indefinición política, provocada por los cambios de criterio del Gobierno de Pedro Sánchez, y las dudas sobre un posible adelanto electoral se están trasladando al terreno económico. "Simplemente, es difícil prever qué escenario político vamos a tener en España de aquí a tres meses y eso se tiene en cuenta en la toma de decisiones", indica el más alto responsable de una de las principales firmas de inversión que operan en España.

Una de las claves, señalan otras fuentes del sector, son los globos sonda del Ejecutivo socialista, como el anuncio (y rectificación) de un impuesto al diésel pero, sobre todo, la intención de elevar la fiscalidad de la banca, duramente criticada por los altos directivos del sector financiero. Y se añade que, aunque los ciclos del capital riesgo se han alargado, muchas inversiones acaban su periplo entre este año y el próximo, con lo que se atisba un proceso importante de desinversiones.

De hecho, hay sectores como el energético especialmente expuesto a esos movimientos. No en vano, atraídos por las expectativas de beneficio, en los últimos años los grandes fondos de inversión han tomado posiciones en las compañías distribuidoras de gas y de electricidad, tanto en empresas grandes como Iberdrola o Gas Natural Fenosa -hoy Naturgy-, como en las empresas participadas por el Estado que gestionan redes de transporte como Enagás o Red Eléctrica de España (REE).

En este punto, la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa pilló con el pie cambiado a las firmas de inversión, que esperaban una recta final "tranquila" del Gobierno Rajoy, pese a la ausencia de una mayoría parlamentaria clara. "Obviamente, España es una de las grandes economías de la Unión Europea y no hay dudas sobre su fortaleza, como sí existían hace unos años, pero tampoco estamos en un momento de tranquilidad absoluta", añaden las citadas fuentes. En este escenario de incertidumbre "vemos recelos", resumen desde una de las grandes firmas de consultoría.

Más allá de los pasos en falso, una de las claves de la percepción de desconfianza es el escenario electoral que se presenta en el corto y medio plazo. Por un lado, al no saber cuándo serán las próximas elecciones generales, después de que el propio Sánchez no descartase este domingo, en una entrevista en La Sexta, que tengan que convocarse este mismo año por la fragilidad de los pactos en el Congreso.

Y, también, ante qué pasará después, dada la previsible falta de mayorías que garanticen una clara fortaleza del siguiente Ejecutivo, más allá de su 'color' político. Un ejemplo de esta incertidumbre, indican los inversores, es lo ocurrido con Cepsa. La petrolera controlada por Mubadala, el fondo estatal de Abu Dabi, ha sondeado en los últimos meses a las grandes firmas de inversión para colocar parte de su accionariado, en torno al 30%, y hacer caja.

La opción de esa colocación directa ha perdido fuelle, lo que ha llevado a la compañía a optar por la salida a bolsa de, previsiblemente, un 25% de su capital, para lo que ya estaría sondeando a algunos de los grandes nombres del capital español.

Los datos sobre cómo está la gran inversión en España ya ponen de relieve que se está levantando el pie del acelerador. Según la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), el patrimonio a través de fondos y sociedades de inversión se situó en 481.334 millones de euros al cierre de agosto, 2.000 millones menos que a finales del mes de julio. Detrás, el recorte en el volumen de activos de los Fondos de Inversión Mobiliaria en 1.765 millones de euros, según los últimos informes de la asociación.

La incertidumbre en España, de nuevo, no es un caso aislado, porque los inversores también tienen bajo lupa otros mercados del Sur de Europa, como Italia. Se trata de un caso, eso sí, diferente, por el cariz populista del Gobierno de Giuseppe Conte. Una preocupación que llega a Bruselas. La pasada semana, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, reclamó a Conte que presente un presupuesto "creíble". "Es mentira que se puede invertir más con más déficit", resumió Moscovici. Unas críticas que, al menos de momento, no han recaído sobre España.

Esas tensiones en Italia son crecientes. El viceprimer ministro, Luigi di Maio (representante del Movimiento 5 Estrellas, uno de los partidos que forman la coalización de Gobierno) ha elevado la presión en los últimos días sobre el responsable de la cartera de Finanzas, Giovanni Tria, con el objetivo de conseguir fondos para financiar la Renta Básica, una de sus promesas electorales. Sólo esta medida conllevaría un gasto próximo a los 10.000 millones de euros, lo que podría conllevar un alza del déficit público, según recoge la agencia Bloomberg.

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