Agitación en los mercados

China tutela Evergrande para el derribo 'controlado' de su gigante del ladrillo

La deuda de la firma inmobiliaria afecta principalmente a los bancos chinos, con más de 75.000 millones de euros directos, además de una exposición indirecta de 88.000 millones a sus proveedores.

Foto Evergrande
China tutela Evergrande para el derribo 'controlado' de su gigante del ladrillo.
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Hace unos días, un vídeo que mostraba el derrumbe de 15 bloques de pisos al mismo tiempo en el barrio chino de Kunming corrió como la pólvora en redes sociales. Hoy, la imagen sirve para ilustrar el 'derribo controlado' que el Gobierno de Pekín prepara para Evergrande, su gigante inmobiliario que se enfrenta a una deuda millonaria que le sitúa al borde la quiebra. Su situación agita los mercados ante el temor de que su caída tenga un impacto sistémico. Sin embargo, el Gobierno de Pekín tutela sus pasos para desmontar de forma ordenada a otro gigante corporativo en el país. 

En los mercados, pesa la posibilidad de un nuevo 'crash' como el que inició en 2008 Lehman Brothers, con las consiguientes ondas en la segunda economía más potente del mundo. Sin embargo, la situación es diferente. En primer lugar porque, pese a que China se ha abierto a la economía de mercado, sigue siendo un país comunista con un único partido que toma las decisiones. En ese sentido, aunque las autoridades chinas en principio no parece que vayan a rescatar  directamente al promotor inmobiliario, están dispuestas a evitar un colapso total vigilando de cerca sus pasos.

La tutela no es nueva para el Gobierno de Xi Jinping. Durante años ha dejado a sus compañías crecer y expandirse haciendo frente al dominio estadounidense con una política de apertura bajo la que han florecido destacados conglomerados. En el caso de Evergrande, además de su actividad promotora, es un imperio empresarial que abarca al mundo deportivo -compró el equipo de fútbol Guangzhou Evergrande y creó su propia escuela de fútbol que llegó a acuerdos con el Real Madrid- o también cuenta con una división de coches eléctricos o parques temáticos. Incluso posee un negocio de agua embotellada y alimentos que vende en China.

Sin embargo, ante el excesivo poder que han obtenido de estos gigantes, Pekín ha echado el freno a la apertura con un control férreo que comenzó con Alibaba -a quien frenó la salida a bolsa de su filial financiera Ant Group y ha impuesto numerosas multas por antimonopolio- y al que ya somete a Tencent. Lo mismo ocurrirá ahora con Evergrande, cuya bomba espera detonar bajo su control, evitando que colapse en plena recuperación económica. Por el momento, el Banco Central de China inyectó hace unos días casi 11.900 millones de euros al sistema bancario como estímulo financiero.

Pero, más allá de las consecuencias en China, el impacto del impago de una inmobiliaria no sería el mismo a nivel mundial que en el caso de un banco de inversión como Lehman Brothers. Paul Lukaszewski, jefe de deuda corporativa en Asia Pacífico de Aberdeen Standard Investments, afirma que "los riesgos de contagio financiero de un impago de Evergrande en los mercados mundiales son limitados". La exposición financiera a la deuda y las acciones de la firma se concentra principalmente en China. En ese sentido, añade que "incluso el mercado chino de bonos offshore es único, ya que los inversores nacionales representan el 80% o más de las tenencias de los bonos denominados en dólares emitidos por empresas chinas".

La inmobiliaria más endeudada del mundo

Se trata de la inmobiliaria más endeudada del mundo, con cerca de 260.000 millones de euros en su pasivo, pero su riesgo de impago afecta en especial a los bancos chinos. JPMorgan estimó que China Minsheng Bank tiene la mayor exposición. Según datos de la agencia de calificación Fitch, la exposición a la deuda de la compañía se concentra en los bancos del país y otras entidades financieras, que acumulaban cerca de 572.000 millones de yuanes (algo más de 75.000 millones de euros) hasta junio de 2021. Gran parte de este volumen es deuda a través de préstamos y bonos directos, así como exposición a productos de gestión de patrimonio fuera de balance, a través de préstamos fiduciarios. 

Las entidades bancarias también están expuestas de manera indirecta a un posible impago por los proveedores de Evergrande, cuya deuda ascendería a 667.000 millones de yuanes (casi 88.000 millones de euros). Estas cifras pueden derivar en aumentos significativos de préstamos morosos (NPL).

Para hacer frente a esta situación, uno de los principales prestamistas de Evergrande ha hecho provisiones para pérdidas en una parte de sus préstamos, mientras que algunos acreedores planean darle más tiempo para pagar, según avanzó Reuters. Por ahora, la compañía está empezando a pagar a inversores con altos patrimonios con activos físicos, es decir, viviendas, oficinas, locales comerciales o aparcamientos, entre otros. 

Se desploma más de un 80% en bolsa desde enero

El nerviosismo de los inversores se aceleró este lunes ante la proximidad de los vencimientos de la deuda. Evergrande es el mayor emisor de bonos 'high yield' del mercado asiático, y de acuerdo a los datos recogidos por Bloomberg, tendrá que realizar este jueves el pago de un cupón de un bono a cinco años de 83,5 millones de dólares (71,3 millones de euros). Hasta finales de año, tiene que afrontar pagos de intereses por valor de 669 millones de dólares (571,3 millones de euros).

Como consecuencia, la caída durante la jornada de ayer llegó a alcanzar el 17% y cerró con un desplome del 10%, cotizando cerca de 2,3 dólares hongkoneses. El último retroceso se suma a los registrados en los últimos meses y desde el pasado mes de enero el desplome supera el 80%. Su caída se extendió a otras empresas chinas del sector inmobiliario y arrastraron al Hang Seng. Pero, además, la incertidumbre en torno a una de las promotoras más grandes de China despierta los temores fuera del país. Pese a que las gestoras descartan que haya un riesgo real de contagio, el escenario hizo caer a las bolsas europeas hasta un 2,5% este lunes y también lastró la apertura de Wall Street. Los gestores sí coinciden en señalar la visión negativa del sector en China.

Los analistas de Bankinter afirman que "el mercado descuenta el impago de deuda, con algunos de sus bonos cotizando ya por debajo del 30% de su valor nominal". En ese sentido, la clave está en qué decisión tomará la compañía -tutelada por el Gobierno chino-, si la reestructuración de deuda o la quiebra definitiva. "Dependiendo de cuál sea la decisión que se adopte sobre el futuro de la compañía, el impacto en los mercados será mayor o menor", destacan desde Link Securities.

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