Las cotización del petróleo avanza con fuerza, alrededor del 1,5%, tras el ataque de un dron a un campo petrolero en Arabia Saudí. Este hecho, sumado a que Estados Unidos y China han retomado sus negociaciones comerciales, permite al oro negro afrontar una sesión algo más tranquila, después de que el temor a una recesión a lo largo de los últimos días -sobre todo tras invertirse la curva de tipos norteamericana- llevase al precio del barril a marcar mínimos anuales.
La incertidumbre en torno a la economía mundial sigue siendo máxima, pero el hecho de que las dos principales potencias mundiales dialoguen hace prever un escenario menos negativo en general y para la demanda de esta materia prima, en particular. Al final, China y EEUU (por ese orden) son los dos principales consumidores de petróleo a nivel global. El hecho de que Pekín y Washington tensasen la cuerda en sus negociaciones desde el pasado mes de abril ha llegado a hundir un 17% el precio de la materia prima.
Al mismo tiempo, ataques como el sufrido por Arabia Saudí nos retrotraen además a los sabotajes y tensiones previas al verano en toda la zona del Estrecho de Ormuz, de un nivel estratégico clave y por la que transita más del 30% del crudo que se mueve por vía marítima -un total de 18,5 millones de barriles diarios en 2016, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos-. Esos episodios provocaron un fuerte repunte en el precio del oro negro.
En concreto, el barril de Brent para entrega en octubre, que es la referencia en Europa, se paga a 59,46 dólares; mientras que el barril de crudo ligero West Texas, la referencia en EEUU, avanza hasta los 55,55 dólares. Este movimiento da un respiro a las acciones de las petroleras europeas. Repsol avanza más del 1% hasta 12,61 euros; una subida muy similar a la que registran las acciones de la francesa Total (43,66 euros), las de la británica BP (494,74 libras) o las de la neerlandesa Royal Dutch Shell en Ámsterdam (25,25 euros). También se anotan algo más del 1% los títulos de la portuguesa Galp (12,67 euros). En Milán, Eni avanza un 0,9% (13,35 euros).
El 'incidente' en Gibraltar
El petrolero iraní Grace 1 abandonó anoche las aguas de Gibraltar para dirigirse hacia el puerto griego de Kalamata. El buque había permanecido retenido por las autoridades del peñón desde principios de julio por violar las sanciones de la Unión Europea contra Siria, al transportar 2,1 millones de barriles de crudo con destino al régimen de Assad.
La salida del petrolero se produjo alrededor de las 23.00 horas del domingo, después de que la Corte Suprema de Gibraltar decidiera el pasado viernes su liberación, al retirar el Gobierno de la colonia los cargos presentados contra el petrolero, alegando las "garantías suficientes" de Irán de que no llevaría Siria como destino.
Gibraltar informó de que no podía asumir los requerimientos de Estados Unidos de impedir la salida del buque, por las diferencias existentes entre los regímenes de sanciones de la UE y de Estados Unidos. El buque, además, ha cambiado su nombre por el de Adrian Darya y ha sustituido por la de Irán su anterior bandera de Panamá, después de que este país se negara a seguir manteniéndolo registrados al ser detenido en Gibraltar.
El Gobierno de Estados Unidos acusó al Grace 1 de haber violado las sanciones contra Irán al haber asistido a la Guardia Revolucionaria -considerada un grupo terrorista por Washington- en el transporte de crudo a Siria.
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