Impulsará las renovables

Carbón, GNL y lo que haga falta: el 'plan Scholz' revoluciona la escena energética

El canciller alemán anunció un importante giro en su política energética para garantizar su suministro en medio de las represalias contra el Gobierno de Vladimir Putin por su ataque a Ucrania. 

El canciller alemán Olaf Scholz habla durante una videoconferencia con aliados cercanos en respuesta a la situación en Ucrania y sus alrededores, en Berlín, Alemania, el 24 de enero de 2022
El canciller alemán Olaf Scholz habla durante una videoconferencia con aliados cercanos en respuesta a la situación en Ucrania y sus alrededores, en Berlín, Alemania.
EFE

Desde ampliar sus instalaciones para gas natural licuado (GNL) a extender la vida útil de sus centrales nucleares o de carbón. Alemania está dispuesta a todo para reducir su dependencia energética de Rusia, incluso aunque eso suponga un desafío para el país ante el 'tabú' que representan hasta ahora las energías sucias. "Los acontecimientos de los últimos días y semanas nos han demostrado que una política energética responsable y con visión de futuro no solo es crucial para nuestra economía y nuestro clima, sino también para nuestra seguridad", reconoció el canciller alemán, Olaf Scholz, el domingo en un discurso histórico en el que anunció un cambio en la política energética, además del incremento del presupuesto de Defensa. 

En medio de las represalias contra la economía rusa, a quien Occidente busca ahogar para frenar las intenciones de Vladimir Putin, Alemania constituye un país clave por el elevado volumen de energía, sobre todo gas natural, que importa de Rusia. El déficit se debe a su alta demanda frente a su escasa producción interna. El conflicto en Ucrania ya ha disparado los precios de la energía, pero, además, las sanciones de Occidente podrían poner en peligro el suministro en Alemania, justo cuando la primera economía de la zona Euro ya se enfrenta al riesgo de la recesión económica en el primer trimestre por los efectos de la última ola de la Covid, según advirtió el Bundesbank. Sin embargo, la suspensión de la certificación del gasoducto Nord Stream 2 ya mostró la determinación de Scholz, que ahora se confirma con su plan de inversiones energéticas. 

En concreto, Alemania aumentará las reservas de gas natural -en 2.000 millones de metros cúbicos- y adquirirá gas adicional en los mercados mundiales -en consulta con la UE-. Actualmente cuenta con una capacidad de almacenamiento significativa, la más grande de la UE, de alrededor de 23.000 millones de metros cúbicos, según datos de Gas Infrastructure Europe. Sin embargo, sus reservas se sitúan ahora por debajo del 30%. Para incrementar la capacidad de reserva, Scholz también anunció que acelerarán la construcción de dos terminales de gas natural licuado (GNL) en las ciudades de Brunsbüttel y Wilhelmshaven.

El país no cuenta actualmente con ninguna terminal de GNL, pero los proyectos de ambas ciudades están ya en proceso. Detrás de Brunsbüttel está la compañía RWE -el segundo productor de energía- y German LNG Terminal -una empresa conjunta de las holandesas Gasunie y Vopak LNG Holding y la alemana Oiltanking-. RWE repuntaba este lunes más del 3% en bolsa y en el año acumula el 15%, mientras que Vopak, que cotiza en la Bolsa de Ámsterdam, logró más del 5,5%. 

Por su parte, el proyecto de Wilhelmshaven fue una de las apuestas de Uniper, la empresa de energía con sede en Düsseldorf (Alemania), y ya se plantea reactivar estos trabajos. Pese al impulso que puede suponer este nuevo proyecto, la compañía se dejó este lunes más de un 6% de su valor en bolsa y el desplome supera el 30% desde enero, después de que se hundiera la semana pasada por su exposición a Rusia y su participación en el gasoducto Nord Stream 2.

Pero estas inversiones no echan por tierra la apuesta alemana por las energías renovables. "Nuestras necesidades actuales a corto plazo pueden encajar con lo que ya se necesita a largo plazo para que la transformación tenga éxito. Una terminal de GNL que hoy recibe gas puede ser utilizada mañana para importar hidrógeno verde", destacó Scholz. Alemania no es el único país  presionado para reducir la dependencia energética exterior, lo que da alas al sector renovable, que sufría un fuerte castigo en bolsa en los últimos meses debido a las dudas sobre la viabilidad del negocio

Así, el fabricante de turbinas eólicas alemán, Siemens Gamesa, subió un 14%, mientras que su matriz Siemens Energy -dedicada al gas y al petróleo- repuntó un 10%. Además, la danesa Vestas se anotó este lunes un avance del 15% en su cotización, mientras que otro competidor del sector, Nordex, ganó un 13,5%. Orsted, el mayor desarrollador mundial de parques eólicos marinos, también ganó más de un 10%. Otras compañías de energías renovables, como la solar, también se vieron impulsados en bolsa. Es el caso de la española Solaria, que ganó un 10,8%. 

Los Verdes no descartan la energía nuclear o el carbón

No obstante, las energías renovables no son suficientes para garantizzar el suministro porque su capacidad no se puede acumular y no siempre se dan las circunstancias para generarlas. Por ello, los ciclos combinados, y la energía fósil que los hace funcionar, o la energía nuclear son todavía necesarios. La crisis energética actual se produce en pleno apagón nuclear en Alemania y en camino de ser neutrales en carbón. Desde 2011, tras el accidente del reactor de Fukushima en Japón en 2011, Alemania aceleró el cierre de sus centrales y en 2021 dejaron de operar Brockdorf, Gundremingen C y Gröhnde. Las tres que permanecen operativas -Isar 2, Emsland y Neckarwestheim 2- tienen previsto hacerlo al finalizar este ejercicio, aunque el calendario podría revertirse

Las tres plantas son propiedad de las firmas energéticas alemanas E.ON, RWE y EnBW, respectivamente. La energética E.ON ganó este lunes un 1,7% en bolsa, mientras que en el año se mantiene en negativo ante su exposición al gasoducto Nord Stream 1. Por ahora permanece operativo y la compañía alemana ha rechazado las presiones para que se cierre como parte de las sanciones por invadir Ucrania. Por su parte, EnBW mantiene una cotización más estable con un avance próximo al 1,6% en el año. 

El 'viraje' energético en Alemania se produce, precisamente, cuando el partido ecologista Los Verdes forma parte por primera vez del Gobierno alemán -en coalición con los socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP)- y están al frente de cinco ministerios, entre ellos de Economía y Clima o Medio Ambiente. Pero incluso ellos también reconocen la posibilidad de extender la vida útil de sus plantas nucleares para asegurar el suministro energético del país y su seguridad. "Es parte de las tareas de mi ministerio responder a esta pregunta... Yo no la rechazaría por motivos ideológicos", afirmó Robert Habeck, vicecanciller y ministro de Economía y Protección Climática. 

Habeck también se mostró dispuesto a permitir que las centrales eléctricas de carbón funcionen más allá de lo planeado. El objetivo es que para 2030 el 80% de la energía que consuma en el país proceda de fuentes renovables. Sin embargo, en el plan energético que anunció Scholz también se incluye la ampliación de las reservas de carbón. 

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