Una moneda al aire

Podcast | Bitcoin, oro, petróleo, bonos... Cómo recibirán un 2021 con vacunas

La combinación masiva de estímulos monetarios y fiscales ha ayudado a salvar los muebles en la macro y ha conducido  a un repunte de la bolsa sin precedentes, pero ¿qué sucederá en adelante con otros activos?

Podcast | Bitcoin, oro, petróleo, bonos... Cómo recibirán un 2021 con vacunas
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Pixabay

Este año hemos sido testigos en primera línea de las sacudidas de las bolsas, las economías o las divisas y del mercado bajista más rápido que se haya registrado a causa de la pandemia de coronavirus. La combinación masiva de estímulos monetarios y fiscales ha ayudado a salvar los muebles en términos macro y ha conducido, ya a finales de año, a un repunte del mercado sin precedentes. Sin ir más lejos, el Ibex 35 ha pasado de ser el 'patito feo' entre las grandes bolsas occidentales a registrar la mayor subida de su historia en noviembre, del 25,18%. El mercado da por hecho que la renta variable se beneficiará claramente del éxito de las vacunas, pero... ¿Cómo afectará éste a las criptomonedas, los bonos, el oro o el petróleo?

Si ha habido un activo ganador este ejercicio ha sido el Bitcoin. La criptodivisa más popular ha llegado a rozar los 20.000 dólares, ha multiplicado por más de dos veces y media su precio y capitaliza por encima de los 357.400 millones de dólares. En contra de lo que pudiera parecer, los avances en la vacuna no han aportado tanto al rally de los criptoactivos -y del Bitcoin en particular- como otros dos factores: el hecho de que la respuesta económica a la crisis sanitaria se esté ejecutando a golpe de más endeudamiento (y la búsqueda por parte de los inversores de algún activo que permita cubrir la inflación) y la entrada de inversores institucionales como ‘family offices’ o fondos de pensiones, grandes inversores como Goldman Sachs o JP Morgan en este mercado y su adopción por PayPal en un entorno de tipos de interés ultrabajos y en el que activos refugio como el oro o el dólar están más recientemente de capa caída.

El año 2021 "va a ser muy interesante para los criptoactivos" en opinión de Javier Molina, portavoz en España del bróker eToro. Desde su punto de vista, Bitcoin se va a "asentar como reserva de valor", como el 'oro 2.0' y es probable que veamos máximos históricos por encima de los 20.000 dólares. El ejercicio también se presenta interesante para Ethereum, la segunda plataforma del mundo de divisas digitales por valoración. Es lógico que "cada vez más inversores busquen en este entorno descentralizado alternativas de inversión y de posicionamiento", sostiene el experto, que incide en que se trata de activos con mucha volatilidad y que todavía conllevan un alto riesgo. 

"El Bitcoin se asentará como reserva de valor y podremos ver máximos históricos por encima de 20.000 dólares"

Las materias primas, con los metales industriales a la cabeza, pero también el petróleo y las agrícolas, son algunos de los activos a los que mejor les puede sentar el éxito de las vacunas a la hora de inmunizar a la población global. Brillarán en el momento en que la economía se reactive y la recuperación se afiance. Sergio Ávila, analista del bróker IG, apunta en concreto al cobre, el estaño, el paladio, el níquel, el zinc o el plomo, pero también el zumo de naranja y todos los derivados de la soja, "sobre todo porque el crecimiento económico está siendo más fuerte en China que es el principal consumidor de esta materia prima".

Pese a que los tipos de interés se mantienen en mínimos históricos, la renta fija también ofrecerá oportunidades a los inversores a medida que la vacunación vaya siendo efectiva, sobre todo los segmentos de peor calidad crediticia, los bonos de alta rentabilidad y la deuda tanto pública como corporativa de los emergentes. Roberto Scholtes, director de estrategia de UBS Banca Privada en España, asegura que "lo que estamos viendo es un efecto en casacada, un efecto dominó en el que esa falta de rentabilidades en la liquidez de la deuda pública va a empujando a los inversores a asumir más riesgos". Considera que el entorno es "muy benigno" por la recuperación económica, los bajos tipos de interés, la expansión cuantitativa y el debilitamiento paulatino del dólar para que "especialmente en los países emergentes, pero también en el 'high yield' se produzca una pequeña compresión adicional de los diferenciales crediticios"

Así y con esa liquidez masiva ofrecida por los bancos centrales, y los tipos cortos anclados a cero o en negativo durante tres años más, Scholtes espera "mucha estabilidad en las curvas de deuda". Por otra parte y también como efecto de las decisiones de los emisores y, en particular de la Fed, en UBS calculan que el dólar todavía estará algo más débil en los próximos meses y oscilará entre 1,20 y 1,25 unidades en su cruce frente al euro, para cerrar el año que viene en 1,23 unidades. La moneda norteamericana ha perdido atractivo como activo refugio por el diferencial de tipos de interés y por ser Estados Unidos el país desarrollado con mayor déficit publico y comercial, en un momento en que además se espera que la tensión geopolítica vaya a menos cuando Joe Biden asuma la presidencia en enero.

Contracción sin precedentes... ayudas como nunca

La economía mundial va camino de contraerse este año por primera vez desde 2009 -desde la pasada crisis financiera-. Esa caída del PIB rondaría el 3,8%, según el consenso del mercado. Ha sido un ejercicio de medidas sin precedentes: restricciones a la movilidad como no se habían visto y un apoyo fiscal astronómico para parar el golpe: se han movilizado más de 12 billones de dólares para tratar de paliar los efectos de la pandemia. En Europa se ha producido un despliegue inédito de fondos con el plan de recuperación de 750.000 millones de euros que impulsó la Comisión de Úrsula von der Leyen que, si nada se tuerce, debería empezar a funcionar el año que viene. 

Ha sido el primer intento real de mutualización de la deuda de la zona euro y el primer paso para la integración fiscal. Esa mutualización era un tema tabú antes de la crisis sanitaria y generaba profundas divisiones entre los estados miembros: sólo hay que recordar el fracaso que supuso el intento de la puesta en marcha de los eurobonos, un plan que no salió adelante por la negativa de los 'halcones' (Alemania, Países Bajos, Finlandia o Austria).

A ese apoyo fiscal se ha sumado el “haremos lo que sea necesario" de los bancos centrales. Más de 30 emisores de todo el mundo han reducido tipos y han sacado del cajón -los que las guardaron- las medidas de expansión cuantitativa. La Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón o el de Inglaterra han sido rápidos y contundentes y su acción, que ha servido para sostener a las economías, y ha llevado a terreno negativo a más de 17 billones de dólares en bonos. En adelante, analistas como los de A&G Banca Privada consideran que el hecho de contar ya con 5 ó 6 vacunas que en los ensayos se están mostrando efectivas y con multitud de proyectos en fases cercanas a la aprobación hace que "los riesgos de una tercera ola del virus", sean "más bajos".

Y si algo ha hecho la pandemia ha sido reforzar la importancia de la sostenibilidad a todos los niveles y, también, en la inversión.  Así que desde la gestora francesa Allianz Global Investors apuntan que las asociaciones público/privadas, un enfoque en la inversión de impacto y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU pueden ayudar a los inversores a conseguir un cambio significativo en el mundo a medida que los países abordan cuestiones vitales sobre el medio ambiente, la economía y el desarrollo. Con las noticias de la vacuna que hemos ido conociendo, el año que viene debería definirse por una vuelta a la normalidad, con el mundo desarrollado probablemente inmunizando a su población vulnerable para la próxima primavera y al resto para principios del verano. Es lo que prevén desde la gestora Vontobel. "Esto debería ser una gran victoria para la ciencia y el despliegue de la vacuna en los próximos meses significa que deberíamos recuperar gradualmente nuestro curso de vida normal", apuntan.

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