Lynn Martin se ha convertido desde comienzos de este año en la segunda mujer que dirige la Bolsa de Nueva York en sus más de dos siglos de historia. Ha tomado las riendas en sustitución de Stacey Cunningham, la primera mujer en lograrlo y que durante tres años y medio ha llevado la batuta del principal mercado de valores del mundo. Hasta el pasado mes de enero, Martin había estado al frente de los servicios de renta fija y datos en la empresa matriz del NYSE, Intercontinental Exchange (ICE), una división que emplea a 2.500 personas y que facturó 1.400 millones de dólares durante los primeros nueve meses del pasado ejercicio.
En un artículo publicado recientemente por la revista 'Fortune', Martin confesaba cómo de niña le marcó mucho la llegada a su casa de un ordenador Commodore 64 y cómo su padre la animó a explorar con él. “La tecnología ha jugado un papel importante en mi vida desde la infancia”, reconocía y añadía unas líneas después que "esa exposición inicial a las computadoras se convirtió en una carrera universitaria, me consiguió mi primer trabajo y luego creó la piedra angular de mi carrera".
Hasta el 3 de enero de este mismo año Martin había sido ejercido como responsable de renta fija y servicios de datos en Intercontinental Exchange (ICE), el gestor de la Bolsa de Nueva York desde 2013, que facturó 1.400 millones de dólares en los nueve primeros meses del año pasado. La matriz de la New York Stock Exchange (NYSE) anunció a principios del pasado mes de diciembre una remodelación de su cúpula directiva, dando la bienvenida a Martin, y designando también a Sharon Bowner –consejera al mismo tiempo de ICE y de la Bolsa de Nueva York- como nueva presidenta de su Consejo de Administración.
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