Crisis en el mercado

Por qué colapsan las criptomonedas: qué pasa ahora con Terra o Bitcoin

Mientras que ya se han borrado más de 300.000 millones del valor total de todas las divisas digitales en circulación, el bitcoin sigue luchando por llegar a los 30.000 dólares.

Criptomonedas.
Criptomonedas.
Imagen de diana en Freepik.

"Habría que tener cuidado". Es la advertencia que hizo Bill Gates hace ya más de un año sobre las inversiones en bitcoin. Que el fundador de Microsoft estuviera o no certero en sus declaraciones ya es una cuestión debatible. Lo que es irrefutable es que las criptomonedas viven estos días los tiempos más convulsos que se recuerdan. Como prueba, un botón: ya se han borrado más de 300.000 millones del valor total de todas las divisas digitales en circulación. Y otro: el bitcoin, la más utilizada y, por ende, conocida, registró durante la semana pasada su nivel más bajo desde finales de diciembre de 2020

A decir verdad, el mercado de las divisas digitales siempre ha estado marcado por una fuerte volatilidad. Pero el colapso de la semana pasada se vio como una fila de piezas de dominó en la que Terra (UST) y Luna fueron las primeras en caer. Y a partir de ahí, llegó lo que ya se ha denominado como el 'cripto crash' de mayo: le siguieron Bitcoin, Ethereum, Dogecoin...

Cuando hablamos de Terra nos referimos a una de las llamadas 'stable coins'. Se supone, pues, que una moneda estable -a diferencia del Bitcoin o Ethereum, que fluctúan enormemente- tiene un valor fijo, en este caso 1 dólar. Pero donde el asunto se vuelve más complicado es en la parte algorítmica, según explica The Telegraph. Veamos: si bien la mayoría de las monedas estables están respaldadas por reservas de divisas (similar a como el dinero en una cuenta bancaria, está respaldado por ahorros), las monedas estables algorítmicas están amparadas por complicados protocolos comerciales. 

Y esto nos lleva a la segunda pieza del dominó, Luna. Su precio fluctúa, pero el software detrás de Terra estipula que, en cualquier momento, se puede cambiar una moneda por el valor de un dólar de Luna, tal y como expone el rotativo británico. Es decir: si Luna vale 10 centavos, UST siempre se puede cambiar por 10 Luna. Si Luna vale 100 dólares, UST se puede cambiar una centésima parte de Luna, y así sucesivamente. 

Eso sí, esta teoría funciona siempre que Luna tenga algún valor, aunque sea residual. Y la semana pasada, la práctica fue distinta. El valor de Terra fue cayendo paulatinamente... en picado: pasó de valer 1 $ a 0,1282 $. Una bajada de la que aún no se ha recuperado -actualmente cotiza en 0,126 $-. Luna, por su parte, cayó más de un 90%, hasta prácticamente perder su valor. Una ola de ventas terminó provocando el colapso de la confianza en la programación detrás de Terra y esto hizo, básicamente, que su software no pudiera mantenerse al día. 

Por qué arrastró al resto de criptos

Realmente, los valores de bitcoin y otras criptomonedas se basan en gran parte en la creencia de los inversores. Y, aunque la caída de Terra y Luna pudiera parecer aislada, esta ha afectado drásticamente a la confianza de otras divisas. Sin embargo, el pasado viernes, el mercado se recuperó, incluso, cuando las 'stable coins' seguían teñidas de rojo, lo que hizo indicar que los inversores no habían perdido la confianza del todo. 

En lo relativo al Bitcoin, este activo se desplomó en un contexto en el que las políticas monetarias de los diferentes bancos centrales para combatir la alta inflación se han endurecido. Su pérdida de valor de casi un 6 %, hasta los 26.755 dólares, como hemos mencionado anteriormente, supone una caída superior al 61 % desde que marcaran máximos históricos a finales del año 2021. Ahora, de hecho, sigue luchando por llegar a los 30.000 dólares, después de que este miércoles, 18 de mayo, amaneciera de nuevo con caídas de casi el 2%. 

¿Es una crisis? Qué pasa ahora

En la última semana, ya se ha llegado a decir, incluso, que el mercado de las criptomonedas ya tiene su propio Lehman Brothers. Pero realmente, según explica The Telegraph, es poco probable que la crisis se extienda más allá de las divisas digitales. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ya ha reconocido que esta situación no constituye "una amenaza real para la estabilidad financiera", aunque cuanto más crezca el sistema, más sistémico podría volverse. 

Según Fitch Ratings, "los vínculos entre los criptomercados y los mercados financieros regulados siguen siendo débiles". De hecho, si bien es cierto que muchas entidades financieras reguladas han aumentado su exposición a las criptomonedas, la mayoría de los bancos tienen relativamente pocas inversiones en divisas digitales. 

El mayor riesgo puede llegar para aquellas empresas orientadas al consumidor que si permite a sus consumidores comerciar con criptos. Entre los profesionales que habían decidido incorporar bitcoin en su tesorería están los de Tesla. La empresa automovilística propiedad de Elon Musk marcó un punto de inflexión por la relevancia de estas monedas digitales en la compañía.

Pero esta no es la única. La japonesa Nexon, dedicada a los videojuegos, gastó 100 millones en bitcoins para "mantener el poder adquisitivo de nuestros activos en efectivo". Hoy valen algo más de 54 millones. Por su parte, la empresa Seete, propiedad del grupo petrolero Aker y que "mantiene activos líquidos invertibles en bitcoin", acumula una pérdida latente de casi 22 millones de dólares

Otro daño colateral de este terremoto es el país latinoamericano, El Salvador. Esta nación se convirtió en el primer Estado del mundo en aceptar el Bitcoin como moneda de curso legal.

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