Vale un tercio menos

¿Por qué Elon Musk intenta hundir en bolsa a Twitter pese a su inversión?

El multimillonario boicotea su propia inversión en la empresa (3.000 millones) por los problemas para cerrar la financiación de 44.000 millones de dólares, que está ligada a sus acciones de Tesla.

Elon Musk
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EP

Los planes de Elon Musk para comprar Twitter le están saliendo demasiado caros. No solo por el importe dinerario sino por las consecuencias legales que le puede acarrear su reincidencia en vulnerar las normas del mercado. El hombre más rico del mundo ya fue sancionado hace cuatro años por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EEUU, que le multó con 40 millones y le descabalgó de forma fulminante de la presidencia de Tesla -aunque le permitió seguir como CEO- por los tuits "engañosos" que provocaron grandes fluctuaciones en bolsa de la empresa de coches eléctricos.

La investigación sobre Musk sigue su curso en 2022 pero la SEC está encontrando una amplia variedad de argumentos para volver a sancionar al empresario de origen sudafricano. Su operación sobre Twitter tiene todos los ingredientes para ello. Desde la inversión de 3.000 millones de dólares en la compra del 9,2% del capital a principios de abril, su renuncia a entrar en elc consejo y hasta el lanzamiento de la opa a mediados del mismo mes, el visionario de la industria automotriz está moviendo mercado a golpe de tuit y cada movimiento está repleto de irregularidades. Por ejemplo, el retraso en hacer pública su primera compra de acciones es sancionable de forma automática. Sin embargo, lo peor está en lo que se ha vivido después.

La SEC está observando de modo impasible el 'acoso y derribo' que Elon Musk está sometiendo a Twitter desde que aterrizó en ella hace apenas un mes y medio. La cotización de la red social se ha desplomado alrededor del 27% en bolsa desde entonces y se sitúa con un amplio descuento del 30% respecto a la oferta que su pretendiente ha puesto sobre la mesa (54,2 dólares por acción o 43.400 millones de dólares). Musk ha puesto en duda los números de usuarios que facilita la empresa, alertando del alto volumen de bots y cuentas ‘fake’ que pululan en la red social. Pese a que logró el visto bueno de la empresa a su opa, se ha embarcado en un acalorado debate con el actual consejero delegado, Parag Agrawal, al que acusa de falsear las cifras y ha encargado una auditoría externa para resolverlo.

Operación apalancada ligada a Tesla

Para Musk, la compra de Twitter se ha convertido en una pesadilla a mitad de camino para lograrlo. El pool de bancos que financia su operación le ha obligado a poner 20.000 millones de dólares en efectivo de su bolsillo y a garantizar con acciones de Tesla un préstamo por otros 12.300 millones. El resto es otro préstamo de 12.000 millones que se refinanciará con una emisión de bonos que asumirá más adelante la propia Twitter. No obstante, el desplome de la cotización del fabricante de coches en abril -hasta un 30% o 300.000 millones de dólares menos- ha despertado las dudas sobre la opa. 

Según los expertos, Musk busca a toda costa rebajar el precio de la oferta para no tener que ‘hipotecar’ un porcentaje relevante de su participación en Tesla. Por el momento, el único hecho relevante en el que no hay marcha atrás es la venta masiva de acciones por parte del primer accionista de Tesla. Se desprendió de 9,2 millones de títulos por 8.500 millones de dólares en pocos días en una de las mayores ventas de la historia de Wall Street.

El pasado viernes, el multimillonario aseguró que ponía en suspenso la compra a la espera de auditar los datos de usuarios reales de Twitter. La declaración -a través de un mensaje en la propia red social- provocó una subida de la cotización de Tesla y un desplome de Twitter porque los inversores comienzan a barajar que la operación no saldrá adelante, o al menos no en los términos planteados inicialmente. Mientras que el debate en público de Musk está sacando los colores al equipo directivo, Twitter asiste a una oleada de dimisiones en su cúpula. Según la cotización actual, la red social vale en bolsa apenas 29.000 millones de dólares, es decir, cerca de 14.000 millones menos que lo ofertado.

Si Musk decide retirarse tendrá que afrontar el pago de 1.000 millones de dólares en concepto de indemnización, pero esa cifra se quedará pequeña con el daño reputación como empresa que está sufriendo Twitter, según los analistas. El impulsor de la empresa de cohetes espaciales SpaceX ha envenenado la potencial defensa de la compañía si finalmente se ve obligada a admitir que tiene más cuentas falsas de las estimadas. La cifra oficial se sitúa en torno al 5% pero Musk considera que no estará por debajo del 20%, es decir, que alrededor de 40 millones de cuentas activas de Twitter serían bots o 'fake'. La trifulca también se está extendiendo a otras empresas de redes sociales como Meta, matriz de Instagram y Facebook, Snap o Pinterest, entre otras, porque el mercado extrapola lo que suceda en Twitter.

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