¿Por qué Siemens desea comprar a toda costa Gamesa e Iberdrola quiere vender?

Francisco Martínez Córcoles (COO), Ignacio Galán (presidente) y José Sainz Armada (CFO).
Francisco Martínez Córcoles (COO), Ignacio Galán (presidente) y José Sainz Armada (CFO).
L. I. / Archivo

Uno quiere vender, pero no. Otro quiere comprar… pero tampoco. El holding industrial Siemens y la eléctrica Iberdrola llevan todo 2019 enfrascadas en un pulso entre multinacionales que tiene a Gamesa como campo de batalla. El proyecto amistoso común que alumbraron en 2016 les ha llevado a los tribunales cuatro años después y los acercamientos para resolver el problema han comenzado a producirse.

Siemens es el más interesado en firmar la paz debido a que la eólica forma parte de su plan masivo ‘descarbonizador’ para reducir su huella de carbono, que consiste en escindir sus negocios de petróleo y gas en la nueva Siemens Energy, e inyectar en esa empresa todas sus acciones de Siemens Gamesa para sacar a bolsa un grupo energético con una facturación de 30.000 millones de euros anuales. Un tercio de ellos los aportará la joya eólica que comparten Siemens (59%) e Iberdrola (8%).

Desde entonces, Joe Kaeser, presidente ejecutivo de Siemens, e Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, se miran la matrícula para partir peras. Según avanzó la agencia ‘Bloomberg’, citando fuentes cercanas al movimiento corporativo, los alemanes están sondeando la compra del 8% del capital de la antigua Gamesa que está en manos de Iberdrola. Vale 760 millones de euros a los precios de cierre del lunes en bolsa en 14 euros por acción. Tanto Siemens como Iberdrola declinaron realizar comentarios sobre la posibilidad de una transacción de este tipo y la filial que preside Miguel Ángel López y dirige Klaus Tackle no respondió.

Evolución en bolsa de Gamesa

Tanto el uno grupo como el otro disolverían de buen grado la relación que les une, pero siempre que sea a un precio razonable, aseguran fuentes del mercado. Para los alemanes, la foto actual de mercado es la justa, pero los españoles recuerdan que la eólica cotizaba por encima de los 20 euros a mediados de 2017 cuando ambos se repartieron un dividendo extraordinario de 1.000 millones de euros, a razón de 3,6 euros por título. Pero ahora la cotización está un 35% por debajo de esos niveles.

El gran obstáculo, sin embargo, no es la compra del 8% en manos de Iberdrola -con un jugosa prima por delante y una acuerdo de no agresión a futuro por detrás-, sino la obligación de facto de tener que lanzar una opa sobre el 100% de la compañía. Fuentes jurídicas recuerdan que la CNMV eximió a Siemens de la obligación de una oferta de compra en 2017 cuando se ejecutó la fusión del negocio eólico alemán mediante su integración en Gamesa. “Me resulta difícil pensar que vayan a eximirles esta vez”, asegura un analista que sigue la acción de la compañía. Una sobre Gamesa obligaría a Siemens a un desembolso de, al menos, el 4.000 millones de euros para hacerse con el 41% que no controla.

Cuando se realizó la fusión, Siemens pasó a controlar el 59% del capital de la compañía mediante la aportación de sus activos eólicos. La operación corporativa le llevó a superar el 30% que marca la ley, pero el proyecto recibió el visto bueno de la CNMV y le eximió de lanzar una opa. A cambio, el grupo alemán debía cumplir con una serie de restricciones en cuanto a la gestión y el gobierno corporativo siempre con un objetivo último: demostrar que Siemens Gamesa mantiene su independencia de su matriz. Sin embargo, durante 2018 afloraron compras de bienes y servicios por valor de 500 millones de euros a Siemens.

Iniciado ya el 2019, Iberdrola comenzó a denunciar fallos de gobernanza y protagonizó un duro rifirrafe con Siemens Gamesa en su Junta de Accionistas de primavera sobre esta cuestión. Unas denuncias que han traspasado el umbral de la compañía para saltar a los tribunales. La eléctrica ha impugnado una serie de acuerdos del consejo de administración por incurrir en conflicto de interés de los consejeros se verá las caras con Siemens este martes en el Juzgado nº1 de Bilbao en una primera vista que tiene como base el presunto vaciamiento de poder de la cúpula y equipo gestor que Siemens ha llevado a cabo en la filial.

2020, año crucial para Siemens

Las dos multinacionales andan midiendo fuerzas en torno a Gamesa, sobre todo, desde que Siemens puso en marcha su proyecto de sacar a bolsa sus negocios de energía, que incluyen petróleo, gas y generación eléctrica. Los planes no sentaron nada bien en Iberdrola, que ha visto como su socio ha creado un gigante energético con el que tendrá que competir a futuro en mercados como EEUU, entre otros, como suministrador mayorista integrado de la gran industria.

Lisa Davis, ex ejecutiva de la petrolera Royal Dutch Shell, será la encargada de pilotar Siemens Energy, el holding de energía de petróleo, gas y renovables. Gamesa jugará un papel esencial en la nueva compañía ya que compensará la carga de emisiones de CO2 de las energías fósiles alemanas. La compañía tiene el objetivo de convertirse en una empresa ‘cero emisiones’ en 2030 y la escisión de su área energética es un salto decisivo ya que Siemens prevé vender hasta el 75% del capital. Sin embargo, la guerra judicial en torno a Gamesa puede bloquear los planes de una operación crucial para los alemanes, que buscan una valoración para esa nueva empresa en torno a los 30.000 millones de euros.

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