Vía comparecencia telefónica esta madrugada (en España). Así ha explicado el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell, la primera acción conjunta entre cinco de los mayores bancos centrales del mundo desde diciembre de 2008, en plena crisis financiera global. Una medida extraordinaria para un momento extraordinario que, sin embargo, no llevará al emisor estadounidense a colocar los tipos de interés en negativo. El domingo la Fed decidió recortarlos de forma drástica en 100 puntos básicos a un rango entre el 0 y el 0,25%, situándolos de nuevo en los mínimos históricos que registraron durante la gran crisis. El objetivo, tratar de parar el miedo en los mercados financieros por la expansión del coronavirus y sus efectos en la economía.
En su intervención, Powell dejó claro que situar el precio del dinero en tasas negativas para estimular la economía no es la política monetaria más "adecuada" para EEUU. El presidente del organismo insistió además en que la Fed se está enfocando en otras “herramientas de liquidez” para mantener el flujo de crédito y que los mercados financieros funcionen adecuadamente.
“Vemos la orientación hacia adelante de la política monetaria y las compras de activos como diferentes variaciones y combinaciones de esas herramientas”, aseguró. Además de no considerar las tasas negativas, Powell dijo que la Fed tampoco está buscando expandir sus compras de activos más allá de los títulos del Tesoro y los valores respaldados por hipotecas anunciados el domingo.
Esta puntualización se debe a que en el mercado ha llegado a especularse estos días con que la Fed podría optar por adquirir acciones o bonos corporativos (al estilo de lo que están haciendo otros emisores como el Banco de Japón). El hecho es que para poder hacerlo necesitaría la autorización del Congreso.
En el comunicado enviado para hacer pública la acción con el Banco Central Europeo (BCE) y los Bancos de Canadá, Japón, Suiza y Reino Unido, la Fed anunció además un nuevo programa de compra de activos ('QE', por sus siglas en inglés) por el que adquirirá 700.000 millones de dólares (500.000 millones en valores del Tesoro y 200.000 millones en valores respaldados por hipotecas).
Powell quiso dejar claro además anoche que la Fed todavía tiene opciones abiertas al margen de la rebaja de tipos. “Creo que tenemos mucho espacio para ajustar nuestra política”, dijo. Además quiso incidir en la importancia de otros movimientos del organismo como la rebaja de la tasa de descuento para que los bancos pidan prestado a la Fed y para proporcionar líneas de intercambio de dólares con otros bancos centrales mundiales. La Fed tiene “mucho poder aún” en su conjunto de herramientas, zanjó.
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