Hora de desvelar sus cartas: Powell y la Fed dan las claves de la política de tipos

¿Habrá rebaja de tipos de la Fed en julio? El mercado mira a Powell
¿Habrá rebaja de tipos de la Fed en julio? El mercado mira a Powell
Pixabay

La Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para desvelar sus cartas. Su presidente, Jerome Powell, tiene previsto comparecer hoy ante el Comité de Servicios Financieros del Congreso y mañana lo hará ante el Comité Bancario del Senado. Son unas intervenciones periódicas que realiza cada seis meses, pero que en esta ocasión se produce en un momento en el que el buen dato de empleo del mes de junio. Esta referencia ha moderado las expectativas de que el banco central rebaje los tipos a final de mes, en el que sería su primer movimiento desde que los subió en diciembre al rango entre el 2,25 y 2,50%. Además, el emisor norteamericano va a hacer públicas esta tarde las actas de su última reunión, que dejarán al descubierto las verdaderas intenciones del organismo. 

“Personalmente creo apropiado que la Fed baje tipos en la reunión de finales de julio, dadas las incertidumbres globales y el hecho de que la inflación se sitúa persistentemente por debajo del objetivo”, apunta Joachim Fels, asesor económico global de PIMCO, la mayor gestora de renta fija del mundo. Desde la gestora gala AXA Investment Managers prevén dos recortes de tasas que, eso sí, no se producirían hasta septiembre y diciembre (a 1,75-2,00%). Después creen que la Fed echaría el freno en 2020, una perspectiva que podrían "ajustar" en función del resultado de la política comercial y la reacción del mercado .

Sin embargo, las presiones para que la Fed no rebaje las tasas son cada vez mayores. Desde la consultora de análisis de mercado MacroYield lo explican con una frase muy clara: "estamos en una de esas fases del mercado en la que lo bueno es malo". Por ello no descartan el riesgo de decepción de cara a la reunión que el banco central celebrará a finales de mes, el próximo día 31. Sobre todo porque en este momento los inversores de renta variable se mueven más por las expectativas monetarias que por las económicas o empresariales. El problema que esto conlleva es que podríamos estar volviendo al juego perverso en el que los datos de debilidad económica se recogen en positivo en la renta variable, como evidenció el dato de empleo publicado el pasado viernes.

Los datos de empleo no agrícola de junio sorprendieron al alza, con una creación neta de 224.000 nuevos empleos, de los que más de 191.000 llegaron de la mano del sector privado, dato este último por encima de la media de los últimos tres años. "El dato no apoya las expectativas de una inminente bajada de tipos de la Fed, por más que la tasa de paro subiese una décima hasta el 3,7% y las ganancias salariales mantuviesen su tasa interanual en el 3,1%". El banco central tendría muy difícil justificar un movimiento en este sentido, lo que podría dar lugar a repuntes en las curvas de rentabilidades y caídas en la renta variable.

En cualquier caso, la fortaleza del empleo en la primera economía del mundo no tiene por qué descartar movimientos a la baja, en opinión de Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities. Sí que eliminan la posibilidad de una bajada de tipos agresiva, pero el mercado sigue esperando una de 25 puntos básicos. "Eso es lo que los inversores esperan que Powell confirme" en su intervención ante el Congreso y eso que, pese a su fama, no es un hombre especialmente predecible en sus comunicados. "De no ser así, habrá caídas en la renta variable y en la fija", añade.

La Fed aún no se ha comprometido a bajar tipos y “en muchos sentidos está manteniendo sus opciones abiertas”, apunta Mati Greenspan, analista del broker eToro. Los congresistas aprovecharán su comparecencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Casa de Representantes (cámara baja del Congreso de EEUU) para preguntar al presidente del banco central sobre el estado de la economía, el crecimiento, la inflación y mercado laboral, y sobre la estrategia de la Fed en materia de política monetaria. 

Desde otro broker, Monex Europe, especializado en divisas, ponen el punto de mira en la fortaleza del dólar desde el viernes a raíz del buen dato de empleo y de la rebaja de expectativas con respecto a un amplio recorte de tipos (con el euro en el entorno de 1,12 unidades en su cruce frente al billete verde). Con todo, y pese a que los mercados siguen otorgando un agresivo 100% de posibilidades de que esa rebaja de un cuartillo de punto se produzca ya este mes, aún necesitan una orientación de las políticas monetarias, por lo que seguirán con mucha atención los comentarios de Powell.

¿Un oasis en el desierto? No tanto

La encrucijada a la que se enfrenta la Fed podría hacernos pensar que su situación es muy distinta a la de otros bancos centrales. El Banco Central Europeo ha dejado la puerta abierta a nuevos estímulos monetarios y el Banco de Australia bajó recientemente el precio del dinero convirtiéndose en la mayor economía desarrollada en rebajar el precio del dinero en lo que llevamos de año (en 25 puntos básicos para dejar el tipo de referencia en el 1,25%). A contracorriente el banco central noruego elevó las tasas desde el 1% hasta el 1,25%.

Con la duda de lo que hará la Fed, “el comportamiento de la renta variable lo que nos está diciendo es que la recesión no está cerca”, señala Ángel Olea, socio y director de inversiones de la gestora Abante. El mensaje más 'dovish' ha llegado en un “año espectacular para la renta fija”, con la expectativa de que los tipos van a seguir bajos mucho tiempo. El bono español ha registrado subidas del 20% en el precio por la caída de la rentabilidad. Desde su punto de vista y dado que en el mundo hay 13 trillones de dólares de deuda cotizando con rentabilidad negativa y que la rentabilidad real de la renta fija europea es negativa "hay más riesgos que oportunidades".

Desde el banco suizo Julius Baer recuerdan que el rendimiento del bono a dos años estadounidense proporciona un buen indicador de los cambios esperados en los tipos a medio plazo. En este caso, la deuda ha vuelto prácticamente a los niveles vistos antes del discurso de Powell tras la reunión de junio, en el entorno del 1,88%. "No podemos descartar que los rendimientos a más largo plazo disminuyan temporalmente debido a las expectativas de inflación deterioradas y la especulación sobre otra ola de flexibilización cuantitativa por parte de los principales bancos centrales", aseveran. 

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