Tras la crisis energética

El precio del CO2 sella su primera caída desde 2020 pese a la 're-carbonización'

Los derechos de emisión cotizan en enero por debajo del nivel que alcanzaron el año pasado antes de la guerra de Ucrania y registran su primer descenso interanual desde la reclusión por la pandemia.

La eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera es crucial para limitar el calentamiento global.
La eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera es crucial para limitar el calentamiento global.
EP

La Gran Reclusión de 2020 por la pandemia del Covid-19 provocó un descenso histórico en el volumen de emisiones de CO2 por primera vez desde que se miden de forma regular, como consecuencia del cierre de fábricas, los confinamientos y la parálisis del transporte y circulación de personas. Pero la crisis energética de 2021 a 2022 ha provocado un efecto rebote todavía en curso que está por cuantificar. Países como China, EEUU o los europeos Alemania y Polonia han vuelto a quemar carbón como no lo hacían en mucho tiempo para suplir la crisis del gas provocada por Rusia.

Pese a ello, también por primera vez en más de un lustro, los precios de los derechos de emisión de CO2 están cotizando a la baja y registran caídas interanuales, algo que no sucedía desde la primavera de 2020 cuando se bajó la persiana a la economía mundial. Según los datos consultados por 'La Información', la cotización de este 'impuesto' que grava las emisiones contaminantes se está situando este enero en los 78 euros por tonelada, un 7% menos que en el mismo mes de 2021 y un 8,7% menos que en diciembre.

La recaudación de Hacienda con este peaje se disparará en 2022 hasta los 2.246 millones de euros por las subastas de derechos de emisión de CO2, más de 1.000 millones por encima de 2021. Es el coste que la industria eléctrica paga por generar electricidad con gas y otras fuentes térmicas como, sobre todo, el carbón. Y es que el precio del CO2 ha pasado de ser tener un precio simbólico a multiplicarse en cuestión de pocos años. Tomando como referencia el nivel actual de 78 euros, y obviando la caída a un año, la cotización se dispara un 133% respecto a enero de 2020, un 220% desde 2019 y hasta un 1.400% (15 veces) desde los 5 euros que se pagaban en 2016.

En un informe de finales de 2022, los analistas de Bank of America analizaron la cuestión de la re-carbornización de la economía como una cuestión insostenible y cómo los avances en la transición hacia energías limpias han sufrido un duro revés a corto plazo. Entre las conclusiones clave, el informe destaca que las emisiones de CO2 experimentaron el mayor descenso de la historia debido a la pandemia, pero con la reapertura económica en 2021 y 2022, los efectos de esa caída han sido neutralizados. 

China fue el principal impulsor del aumento, mientras que Estados Unidos y la Unión Europea también registraron aumentos del 7% interanual. Dentro del Viejo Continente, países como Alemania o Polonia ha recurrido al carbón como principal soporte de su sistema eléctrico debido al corte del suministro ruso de gas natural, que a su vez había sustituido a la energía nuclear años atrás. Según datos difundidos a principios de año por el gobierno germano, los derechos de emisiones de CO2 llevaron a Alemania un récord de ingresos por esta vía de 13.200 millones de euros, casi seis veces más que España.

Los analistas de Bank of America creen que en 2022 y 2023 todavía seguirá creciendo el uso de la energía térmica que probablemente "mantendrá al planeta hacia una senda de calentamiento insostenible". La crisis energética en Europa es una espada de doble filo para el CO2, con malísimas noticias a corto plazo y algo de esperanza a medio plazo. De forma muy similar, China -también dependiente de la energía fósil- está duplicando sus esfuerzos por la descarbonización, la independencia y seguridad energética. La geopolítica ha irrumpido de lleno en la escena después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia hace casi un año. Para el CO2, hay dos efectos directos.

"A corto plazo, el colapso de las exportaciones de gas ruso y los precios récord han obligado a las utilities (eléctricas) a recurrir en mayor medida a la generación de energía con carbón, lo que ha provocado un aumento de las emisiones del sector eléctrico en 2022. A medio plazo, la combinación de precios muy altos y volátiles de los combustibles térmicos, junto con nuevos riesgos de seguridad energética, podría acelerar las inversiones en energías renovables", concluyen los expertos de Bank of America.

Mostrar comentarios