La tensión continúa en el mercado de gas natural en Europa ante el recorte de suministro que ha aplicado en los últimos días el gigante gasístico ruso Gazprom. Este jueves, su precio vuelve a dispararse más de un 20% y roza los 150 euros por MWh. En concreto, el TTF holandés, que recoge el precio de los contratos para el siguiente mes, se encarece hasta cerca de los 145,5 euros, un precio cerca de un 70% superior al registrado este lunes.
El coste actual alcanza máximos desde el mes de marzo a precio de cierre. Hace tres meses el precio se disparó a su récord histórico de casi 207 euros/MWh que registró el pasado 7 de marzo. No obstante, el coste llegó a subir aún más durante esa sesión, hasta un máximo intradía de 345 euros. La cotización en el mercado ibérico Mibgas (España y Portugal), que recibe la mayoría de su gas de EEUU en 2022, también se elevó este miércoles un 17%, hasta los 105 euros/ MWh, tras dispararse un 13% ayer.
El temor a la falta de suministro de gas en Europa ha disparado los precios tras el recorte del gas ruso. Gazprom ha reducido al 60% la capacidad del gasoducto Nord Stream a través del que envía gran parte del gas a Europa, sobre todo Alemania. El gigante gasístico informó este martes de una reducción del 40% del volumen de gas que suministra al Viejo Continente hasta los 100 millones de metros cúbicos al día debido a la demora de las reparaciones por parte de Siemens, que se sumó a las sanciones de Occidente contra Rusia. A ello se sumó una nueva reducción hasta los 67 millones de metros cúbicos al día.
Este recorte coincide con el retraso de Freeport LNG para reabrir su terminal de carga destinada a la exportación hasta finales de 2022 después de la explosión que la inutilizó la semana pasada. Europa trata de sustituir el gas ruso con otros socios energéticos, sobre todo EEUU, desde donde se han disparado los envíos de buques metaneros. Sin embargo, la capacidad que suple el GNL de EEUU todavía es insuficiente y los movimientos del Kremlin a través de los envíos de gas marcan la evolución de los precios.
El Gobierno alemán considera que la medida tiene una "intencionalidad política" y tiene como finalidad aumentar los precios, pero aseguró que la seguridad de abastecimiento está garantizada. El Kremlin negó este jueves que la reducción de los suministros rusos a Europa por el gasoducto Nord Stream sea premeditada. "No hay premeditación alguna. Es un problema que no tiene nada que ver con nosotros", declaró hoy el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
El representante del Kremlin emplazó a los periodistas a dirigir sus preguntas al gigante gasístico ruso Gazprom, ya que "nosotros solo sabemos que hubo un problema con unas turbinas, con unas reparaciones generales". "Se trata de una turbina que no traen de vuelta, que fue bloqueada en algún lugar", añadió, al señalar que esto se debe a las sanciones impuestas por Occidente a Rusia por la campaña militar en Ucrania.
El gas natural no había superado los 100 euros desde que Rusia cortó a finales de abril el suministro a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar en rublos su factura gasística, un requisito que el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó el pasado 31 de marzo mediante un decreto para esquivar las sanciones occidentales impuestas tras la invasión rusa a Ucrania. El banco suizo Julius Baer en un comentario de mercado sostiene que con la demanda estacionalmente baja por el verano, los inventarios seguirán acumulándose, a pesar de la interrupción parcial de Rusia, y "deberían durar hasta fines del invierno o principios de la primavera del próximo año".
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