El precio del gas se dispara tras el corte de flujo ruso y las amenazas a Finlandia

El precio del gas natural en Europa se disparó un 11% este jueves, hasta 105 euros por MWh, aunque llegó a repuntar más del 20% durante la sesión por momentos de tensión entre los operadores ante el descenso del suministro de Rusia y la petición de Finlandia de adherirse a la OTAN de forma urgente que agravan el enfrentamiento entre el Kremlin y los aliados. En concreto, el TTF holandés, la referencia en Europa y que marca el precio de los contratos para entrega en el siguiente mes, ha llegado a marcar un máximo intradía de 114 euros / MWh, un nivel no visto desde finales de marzo. El incremento se ha moderado momentos después, pero sigue por encima de los 100 euros. 

Este miércoles, el flujo de gas ruso a Europa a través de Ucrania se redujo  después de que Kiev detuviera el uso de una importante ruta de tránsito culpando a la "interferencia de las fuerzas invasoras". La noticia no tuvo reacción en los mercados y, de hecho, el precio del TTF cerró ayer en los 94 euros por debajo del día anterior. No obstante, la tensión por el suministro ha ido en aumento en las últimas horas después de que el Kremlin impuso sanciones a Gazprom Germania, la filial de la compañía de gas estatal rusa que Berlín nacionalizó el mes pasado. La nueva legislación impide que las entidades rusas vendan gas o realicen transacciones con varias empresas de esta compañía.

Además, la decisión de Finlandia de solicitar la adhesión urgente a la OTAN ha agravado los temores a la falta de suministro en el mercado, un paso clave en su tradicional política de no alineamiento. "Finlandia debe solicitar su ingreso en la OTAN sin demora. Esperamos que los pasos a nivel nacional aún necesarios para tomar esta decisión se tomen rápidamente en los próximos días", anunciaron este jueves tanto el presidente finlandés, Sauli Niinsito, como la primera ministra, Sanna Marin. 

Su entrada en la OTAN supondría una amenaza para Rusia y que ha avisado medidas "tanto de carácter militar-técnico como de otro tipo, para evitar que surjan amenazas a su seguridad nacional". Más de dos meses después de la invasión rusa de Ucrania, el flujo de gas ruso hacia Europa se mantiene por la elevada dependencia energética del Viejo Continente. De hecho, en los esfuerzos por cortar lazos por el Kremlin, los Veintisiete acordaron vetar las importaciones de carbón ruso y ya trabajan en hacer lo mismo con el petróleo del país; sin embargo, todavía no está sobre la mesa el veto al gas.