En Europa

El precio del gas natural se dispara un 1.000% desde su mínimo por la Covid

Hace poco más de un año la demanda se redujo ante los cierre por la pandemia, pero la reactivación de la economía ha provocado un fuerte repunte de la demanda en desequilibrio con la oferta. 

El gas natural dispara la luz y catapulta en bolsa a los productores mundiales
El precio del gas natural se dispara un 1.000% desde su mínimo por la Covid
Pixabay

La escalada del precio del gas natural no tiene límites en Europa y este lunes volvió a marcar su máximo histórico. Su coste en el mercado es inédito en los países del Viejo Continente, mientras que en EEUU marca niveles que no se veían desde hace diez años. Los récords registrados en las últimas semanas son más llamativos ante el 'acelerón' registrado por el gas natural, ya que hace poco más de un año, en mayo de 2020, marcaba su precio más bajo de la historia como consecuencia del parón por la pandemia. Las causas son varias: reactivación económica, mayor demanda gasística en Asia, la transición energética, reducción de los suministros rusos... una tormenta perfecta de circunstancias que desequilibra la demanda y la oferta y dispara el precio del gas cerca de un 1.000% desde su mínimo. 

En concreto, en mayo de 2020 el Title Transfer Facility (TTF) holandés -la referencia Europa- cotizaba próximo a los 4 euros/MWh, mientras que este lunes se situaba por encima de los 53 euros. El precio de la materia prima en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) también alcanza un precio similar. Por su parte, en EEUU, pese a que el gas natural está todavía lejos de los máximos registrados en 2008 y 2005, no alcanzaban el nivel actual desde 2009. En su caso, la cotización del gas se ha disparado más de un 75% desde el mes de enero y más de un 180% desde los mínimos de la pandemia, hasta alcanzar los cerca de 4,7 euros/MWh que registraba el último día.  

El gas natural bate al resto de materias primas que también registran un 'rally'. "Parece como si el complejo energético, incluido el gas natural, los precios de la energía y los créditos de carbono, estuviera fuera de control", afirmó Norbert Rücker, director de Economía e Investigación Próxima Generación de Julius Baer, y añade que "el complejo energético europeo parece el lugar donde culminan todas las dinámicas globales, sobre todo dada la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles". 

La subida de precios pone fin a una etapa con el gas natural muy barato y que registró su ante el parón por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los niveles por los suelos quedaron atrás ante la reactivación de la economía que conllevó un repunte de la demanda. El nuevo consumo de gas supera drásticamente la oferta y provoca cuellos de botella. 

El repunte de la demanda en Europa tiene mucho que ver con la energía necesaria para hacer funcionar los ciclos combinados (que generan energía eléctrica con gas) ante la inestabilidad de las energías renovables. En ese sentido, Rücker destacó la incapacidad del mercado del gas natural de absorber los momentos de inactividad de la energía eólica: "el mercado de carbono de Europa, que aún funciona mal en algunas partes, podría agravar los picos de precios y la volatilidad". 

Todo ello se produce con las reservas de gas en Europa en descenso y ante la incertidumbre sobre su suministro en los próximos meses. Según recoge Bloomberg, las reservas se sitúan cerca de un 20% por debajo de la media estacional solo unas semanas antes de que comience el frío y la temporada de calefacción. Estados Unidos, la propia Rusia, Irán y Qatar se mantienen a la cabeza de la producción global, con Europa dependiendo en gran medida de los socios rusos, que en los últimos meses han restringido los suministros de gas que llegan al Viejo Continente, a la espera del gasoducto Nord Stream 2

El escenario geopolítico es clave en el suministro de este recurso natural, sumido en una carrera por llenar los depósitos de gas. A España, en concreto, también le afectan las recientes tensiones en el norte de África, entre Marruecos y Argelia. Pero, además, en el lado de la demanda cada vez son más los países asiáticos, que buscan asegurarse el suministro de gas natural de cara a la temporada de invierno. 

Y, en medio de todos estos factores, también se sitúa la transición energética. La creciente demanda supera cada vez más a la oferta por lo que el enfoque se desplaza hacia combustibles alternativos como el carbón. Esto, indica Rücker, "también provoca estrechez ahí e incluye un repunte en los créditos de carbono en Europa que necesita cubrir las emisiones adicionales". A pesar de que el gas natural no es una fuente de energía renovable, "es el combustible más limpio disponible para la calefacción o refrigeración -en el sentido de que emite la menor cantidad de CO2-, destacan los analistas de Berenberg. 

"Es probable que los cambios bruscos continúen a corto plazo"

Ante este cóctel, la tendencia alcista no tiene fin, al menos por ahora. "Es probable que los cambios bruscos continúen en el corto plazo, pero el ánimo alcista y las incertidumbres climáticas traen riesgos a la baja a largo plazo", afirma Rücker. Para los próximos meses, Bank of America estima que hay muchas posibilidades de que se produzca una fuerte subida de los precios del gas en Europa, dados los escasos inventarios. Además advierte sobre el peligro de que el invierno sea muy frío o de que haya cortes en el suministro desde Rusia o Noruega, principales proveedores. Algunos expertos señalan que el precio podría superar los 100 euros/MWh ante una temporada con temperaturas extremas.

La situación pone contra las cuerdas al mercado eléctrico. Los analistas de BofA achacaron el elevado precio de la luz en España, entre otros motivos, a la excesiva dependencia del gas natural. Según un informe, España, junto a Reino Unido e Italia, son los países donde mayores han sido las subidas del precio de la electricidad, frente a Francia o Alemania, donde los repuntes han sido más moderados. En sentido, considera que ninguno de estos tres países cuenta con un nivel de redes interconectadas equiparable a los estados de Europa central, y los tres dependen en exceso de las energías renovables y del gas natural.

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