Según Morgan Stanley

La previsión del gasto del consumidor ha empeorado, ¿se avecina una contracción?

Una encuesta del banco de inversión sobre el comportamiento de los consumidores desvela ciertos ajustes en algunas categorías de gasto más discrecionales como la electrónica de consumo o el ocio.

La previsión del gasto del consumidor se reduce: ¿se avecina la contracción?
La previsión del gasto del consumidor se reduce: ¿se avecina la contracción?
EUROPA PRESS

Las dinámicas del gasto por parte de los ciudadanos estadounidenses siempre dan una pista del contexto económico que puede plasmarse a meses vista. Pero también las expectativas de los consumidores. Una previsión de un menor gasto puede ser el preludio de una contracción de la economía, de los beneficios empresariales y, quizá, de la bolsa de Estados Unidos. Muchas veces todo ello va de la mano. Siguiendo este contexto, un reciente estudio del consumidor realizado por Morgan Stanley. analiza las tendencias más recientes y expectativas para los próximos meses.

La encuesta revela que los consumidores tienen la intención de reducir el gasto en bienes y servicios discrecionales durante los próximos seis meses. “En términos netos, hemos detectado que los consumidores siguen planeando gastar más en productos esenciales como alimentación (en la tienda) y suministros para el hogar, y que piensas reducir el gasto en bienes discrecionales. Las categorías con las intenciones de gasto neto más negativas siguen siendo la electrónica de consumo, las actividades de ocio, los electrodomésticos y la comida fuera de casa”, explican.

Este descenso en el gasto del consumo podría tener un impacto significativo en la economía y los mercados. “La disminución del gasto en bienes y servicios discrecionales puede resultar en una caída en las ventas para los negocios que se centran en estas categorías. Esto puede resultar en un menor crecimiento económico y un descenso en las ganancias de las empresas que dependen del gasto del consumo… A su vez, esto podría llevar a una reducción en la inversión de las empresas y un impacto en los mercados financieros”, dice Morgan Stanley.

“De igual manera, el aumento en el gasto en productos esenciales como comestibles y suministros para el hogar puede resultar en un aumento en las ventas para los negocios que se centran en estas categorías”, describe el banco norteamericano. Eso sí, matiza que es importante tener en cuenta que el gasto en estas categorías tiende a ser menos variable en comparación con el gasto en bienes y servicios discrecionales.

Menos alegría al viajar

“Como resultado, el aumento en el gasto en estas categorías podría no ser suficiente para compensar la reducción en el gasto en bienes y servicios discrecionales. Observamos las intenciones de gasto para bienes frente a servicios en el grupo de ingresos. Los consumidores de bajos y medianos ingresos indicaron que planean gastar más en la categoría de comestibles en los próximos 6 meses. No tienen la intención de gastar más en ninguna categoría de servicios, donde las intenciones de gasto son positivas, y los comestibles son la única categoría de bienes donde las intenciones de gasto son positivas.

Los consumidores siguen manifestando, a través del sondeo una fuerte intención de viajar sin vuelos (68%), con vuelos (55%) e internacionalmente (39%), en línea con los dos últimos meses. En conjunto, el 57% de los consumidores tiene previsto viajar en los próximos seis meses, porcentaje similar al del mismo periodo del año pasado y ligeramente inferior al de 2021, según el estudio.

Los datos muestran que el 57% de los consumidores tiene previsto viajar en los próximos seis meses, que representa un porcentaje similar al del mismo periodo del año pasado y ligeramente inferior al de 2021. La intención de viajar aumenta a medida que se asciende en la escala de ingresos, por lo que se observaría una distinción más en función a la capacidad adquisitiva.

La repercusión negativa

Tal y como apunta Morgan Stanley en su análisis, la disminución en el gasto del consumo también puede tener un impacto en la tasa de inflación. “Si hay una disminución en la demanda de bienes y servicios discrecionales, es posible que los precios de estos bienes y servicios también desciendan. Esto puede resultar en una desaceleración en la tasa de inflación general, lo que a su vez puede llevar a una futura disminución en los tipos de interés”, concreta.

En términos de la repercusión de este descenso del gasto del consumo en la economía y los mercados, es probable que tenga un “impacto negativo en la actividad económica en general”. A su modo de ver, si los consumidores gastan menos en bienes y servicios, esto puede reducir los ingresos de las empresas y afectar “negativamente el empleo”. Además, si la confianza del consumidor cae, esto puede tener un impacto en la bolsa y otros indicadores financieros.

Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la economía es compleja y que existen muchos factores que influyen en su funcionamiento. “Por ejemplo, si bien el gasto del consumo puede disminuir, es posible que aumente el gasto del gobierno en infraestructura o en programas de ayuda social, lo que podría compensar parcialmente esta disminución. Además, es posible que los consumidores estén ahorrando más ahora para gastar más tarde, lo que podría impulsar la actividad económica en el futuro”, añade.

En conclusión, el estudio del consumidor de Morgan Stanley sugiere que los consumidores planean gastar menos en este próximo semestre, especialmente en bienes discrecionales como la electrónica de consumo y la comida fuera de casa. El matiz está en que sus recursos irán destinados a productos más esenciales y a tener un mayor cuidado con el presupuesto. “Aunque la repercusión económica es incierta, es muy posible que impacte de forma negativa en la economía en general”, concluyen.

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