El año (2019) en que el inversor pidió a España el interés más bajo por sus bonos

A lo largo de este año, la prima de riesgo española (que marca el sobrecoste que los mercados exigen a nuestro país por financiarse y se calcula como la diferencia entre el interés del Bund alemán, referencia europea, y el bono español a diez años) ha marcado techo en el entorno de 130 puntos básicos. Hoy cotiza en 67 puntos, muy por debajo de ese nivel. La disposición de los inversores a adquirir deuda española ha ido a más al tiempo que los bonos de otros países de nuestro entorno, como los de Alemania, Francia, Austria o Bélgica hundían su rentabilidad hasta terreno negativo, lo que ha hecho que, por comparación, nuestra deuda ganase atractivo y va a permitir a nuestro bono registrar su nivel más bajo en lo que a rentabilidad se refiere al cierre de un ejercicio, en el entorno del 0,4%. 

La política de tipos de interés a cero o en negativos y las medidas de estímulo que ha puesto en marcha el Banco Central Europeo (BCE), que renovó el pasado 1 de noviembre su programa de compra de activos en el mercado secundario (la expansión cuantitativa o 'QE', por sus siglas en inglés), han llevado a mínimos históricos los intereses de la deuda de los países del euro. El emisor ha adquirido ya el 20% de la deuda española en circulación, según datos del Tesoro.

Mira también

El Tesoro ve imprudente que Cataluña o Andalucía se financien en los mercados

El panorama es tan positivo que el propio secretario del Tesoro, Carlos San Basilio, ha llegado a prever que la prima de riesgo pueda reducirse al entorno de los 40 puntos básicos, es decir, casi a la mitad, cuando se forme el nuevo Gobierno. Eso situaría a nuestro país al nivel de vecinos como Francia o Bélgica. Solo hay que echar un poco la vista atrás para comprobar lo que esto supone para nuestro país.

Hoy el mercado nos pide un interés del 0,42% por nuestra deuda a diez años, frente al 1,42% que le exigía nada más arrancar el año. A comienzos de mayo nuestro país vio rebajarse ese porcentaje del 1%, justo después de que en su reunión de abril el BCE hubiera dejado claro que aún era necesario "un amplio grado de estímulo monetario" y de que se abriera, también, a mitigar el impacto de los tipos negativos en la banca. Pero fue en el mes de agosto cuando el interés del bono a 10 años español tocó su nivel más bajo, en 0,072%.

Lejos queda el 5% de rentabilidad que los inversores exigían a nuestro país aún en 2013 y mucho más el 7,26% que llegaron a reclamarnos el 20 de julio de 2012, cuando la prima de riesgo de nuestro país alcanzó por primera vez los 610 puntos básicos. Fue justo después -y a pesar de- que el Eurogrupo diese el visto bueno al rescate de 100.000 millones de euros a la banca española, de los que finalmente se emplearon 41.025 millones, y de que el Gobierno de Mariano Rajoy anunciase un programa de recortes y subida de impuestos por valor de 65.000 millones de euros.   

Costes de financiación en mínimos 

La presentación que el Tesoro hizo este mismo mes constataba hasta qué punto éste ha sido un año positivo, en el que España ha emitido un total de 192.814 millones de euros brutos (es la cantidad que ha solicitado a los inversores) y ha reducido su deuda neta a tan solo 20.000 millones de euros (la diferencia entre lo que ha pedido prestado y lo que ha devuelto, que es una variable que aumenta cuando el país está en déficit). Estos 20.000 millones suponen la cifra más baja desde el estallido de la crisis financiera en 2007.

El organismo ha visto además rebajarse los intereses de la deuda emitida este ejercicio a un mínimo histórico del 0,23% (un tercio de lo que pagó en 2018) y ha logrado además situar el coste medio de toda la deuda en circulación en niveles récord, al haberla reducido del 2,39% al 2,19%. Al final, el organismo ha logrado ahorrar 2.371 millones de euros en intereses en relación a lo que había contemplado a comienzos de año y ha elevado la vida media de la deuda del Estado en circulación hasta los 7,55 años.