Empeora frente a Portugal

La prima de riesgo levanta las orejas con el respaldo de Díaz a un 'otoño caliente'

El diferencial de la deuda española crece frente a su par ibérico y el interés del bono a 10 años se sitúa en máximos desde finales de junio por encima del 2,7% tras las señales del BCE sobre los tipos.

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.
Europa Press

"Los sindicatos tienen razones para salir a la calle contra la patronal". Por segunda vez en la última semana, la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha vuelto a refrendar su apoyo a las movilizaciones contra la patronal CEOE por su reticencia a negociar otra subida del salario mínimo (SMI). La alerta sobre un posible 'otoño caliente' en la escena laboral no ha pasado desapercibida entre los inversores con un leve aumento del riesgo de España frente a otros países con los que hasta ahora se había movido a la par como Portugal. El interés del bono a 10 años del Tesoro español escaló este lunes por encima del 2,7%, su nivel más alto desde finales de junio, mientras que el de Portugal cerró la jornada por debajo del 2,6%, es decir, con un coste de financiación más barato, según los datos de mercado este lunes.

El diferencial entre ambos países se amplía ligeramente al tiempo que la prima de riesgo respecto a la referencia, la deuda de Alemania, se ha mantenido estable cerca de los 120 puntos básicos, caso de España, o 108 puntos, en el portugués. La alta sensibilidad del mercado de deuda a las evoluciones macroeconómicas tendrán este martes dos citas de relevancia con la publicación del avance del IPC de agosto, para el que se espera una lectura del 11,3% frente al 10,8% de julio, además de una subasta de bonos a largo plazo del Tesoro, que prevé recaudar entre 4.250 y 5.750 millones de euros en emisiones a 3, 10 y 30 años.

La salida al mercado del Estado se produce tras las declaraciones de Díaz en una entrevista a la 'Cadena Ser' en la que, además, ha revelado que el techo de gasto en los Presupuestos del Gobierno todavía no recoge la partida adicional de gasto en Defensa a la que se comprometió España con sus socios de la OTAN a raíz de la guerra de Rusia sobre Ucrania. No obstante, la buena evolución de la recaudación de impuestos permitió al Tesoro eliminar la subasta del 18 de agosto al reducir sus necesidades de financiación para 2022 y el nuevo gasto es abordable ante auge de ingresos fiscales.

Desde el 21 de julio, la evolución de las primas de riesgo en la zona euro se había quedado fuera del debate habitual después del golpe en la mesa del Banco Central Europeo (BCE) con la aprobación del Instrumento de Protección de la Transmisión de la política monetaria (TPI, por sus siglas inglés). Se trata de una nueva criatura del kit de herramientas del banco central que le permitirá, a priori, intervenir de manera flexible e ilimitada en el mercado si considera que se ha producido un deterioro de las condiciones de financiación, según explicó entonces la presidenta Christine Lagarde.

Desde que el BCE encargó el diseño de este mecanismo antifragmentación en junio, los diferenciales y rendimientos de la deuda pública fueron enfriándose poco a poco, aunque ahora vuelven a repuntar. El bono italiano paga ya un 3,8%, mientras que el de Grecia ha vuelto a superar la barrera del 4%. En el caso de Alemania, la referencia con menor riesgo, el interés de su bono a diez años se ha situado otra vez por encima del 1,5% al calor de la crisis energética y la dependencia del gas de Rusia que, en caso de cortarse, puede colocar a su economía ante una recesión con restricciones de energía.

El nuevo escudo TPI, sin embargo, ha acentuado la debilidad del euro frente al dólar en el último mes porque su activación implica aumentos de balance y de la masa monetaria que devalúan a la divisa europea, algo que no ha gustado a los inversores. De hecho, el BCE señalaba al euro como el tipo de activo que más ha caído en las últimas semanas debido a las divergencias monetarias. La Reserva Federal (Fed) ha subido los tipos ya en 225 puntos básicos desde marzo y prevé hacerlo aún más hasta alcanzar un nivel superior al 3% este año. Europa, en cambio, asistió hace apenas un mes a la primera subida de tipos de interés en casi una década, hasta el 0,5%.

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