Michelin apenas tiene presencia en Asia, pero la crisis del coronavirus ha entrado de lleno en sus previsiones para el 2020 debido a la ralentización global. El fabricante francés de neumáticos se ha convertido en una de las primeras multinacionales en incorporar a sus resultados un asterisco en rojo relativo a los potenciales efectos del coronavirus para su negocio.
Sus acciones caen un 3% en la Bolsa de París tras la presentación de las cuentas anuales de 2019 y con la visión pesimista para el año en curso sobre la mesa. Michelin registró unas ventas de 24.135 millones de euros el pasado año, un 9,5% más que en 2018.
Su beneficio ascendió a 1.730 millones en 2019, un 4,2% más, mientras que su deuda neta se elevó un 27%, hasta los 5.184 millones. Las presentación de cuentas ha ido acompañada con un 'profit warning', o advertencia a la baja de resultados, para lo que queda de año.
“En 2020 se espera que los mercados de neumáticos para automóviles de pasajeros y camionetas disminuyan ligeramente durante el año, con un crecimiento constante en la demanda de reemplazo y una contracción sostenida en la demanda de equipos nuevos”, apunta la compañía.
En este entorno de mercado de caída, explica la empresa, "los objetivos de Michelin para 2020 obtener un "ingreso operativo a tipo de cambio constante ligeramente inferior al año anterior y un flujo de caja libre de más de 1.500 millones, excluyendo el efecto sistémico de la crisis del coronavirus en China".
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