Perspectivas en la renta fija

¿Qué significa para el inversor en deuda 'high yield' la escalada de la inflación?

Las medidas de estímulo fiscal y monetario como respuesta a la pandemia mantienen al alza las presiones inflacionarias en las principales economías, un escenario en el que EEUU ha tomado la delantera.

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Federal Reserve

Las dudas sobre cómo el impacto de la inflación en los diferentes instrumentos de inversión sigue preocupando en gran medida a los inversores. ¿Se avecina un claro retorno de la inflación? Ante unas señales económicas dispares, a los mercados les está costando pronosticar si las repercusiones de la pandemia y el enorme gasto público que han espoleado conducirán a fuertes presiones inflacionarias.

La reciente subida del gasto de consumo en mercados como el Reino Unido no es más que uno de los factores que han suscitado temores de un marcado aumento de la inflación, en un momento en que los programas de vacunación dan pie a esperanzas de una recuperación económica inminente.

Pese a reconocer que la inflación en la eurozona parece estar subiendo, Ulrich Gerhard, gestor sénior en Insight Investment, cree que ello debería ser un fenómeno transitorio con poca probabilidad de perjudicar a los mercado de deuda high yield a corto plazo: "Pensamos que cualquier impacto inflacionario eventual será transitorio y podría verse amortiguado por subidas impositivas potenciales diseñadas para abordar el fuerte gasto público implementado durante la pandemia y la acumulación resultante de endeudamiento gubernamental".

“Con independencia de lo anterior, creemos que la buena noticia es que existe una capacidad excedente significativa en las economías, sobre todo en Europa”, opina el experto de Insight Investment.

Por su parte, Graham Rainbow, codirector de inversiones de Alcentra, comparte la opinión de que mientras los gobiernos y los bancos centrales sigan implementando medidas de estímulo fiscal y monetario como respuesta a la pandemia, las presiones inflacionarias podrían aumentar en los mercados globales. No obstante, tampoco cree que esto suponga un peligro inminente en el mercado europeo.

“Consideramos que, de momento, la cuestión de la inflación es más relevante para Estados Unidos que para la eurozona. Dudo que vayamos a ser testigos de una subida dramática de la inflación europea en los próximos uno o dos años, pero es probable que el tema permanezca en un segundo plano”, explica.

Por lo que respecta a los préstamos en el actual entorno, Rainbow afirma que existen argumentos a favor de estos instrumentos como protección frente a la inflación y al potencial de subidas de tipos de interés que esta podría suscitar: “Los préstamos pueden ofrecer rentas corrientes con un potencial de caídas limitado si la inflación es peor de lo esperado”.

Aunque los mercados de renta fija (incluido el crédito high yield a corto plazo) pasaron apuros durante el retroceso de marzo del año pasado, Gerhard percibe un interés creciente en el sector por parte de los inversores: “Los flujos de capital hacia la deuda high yield han sido muy positivos este año, y seguimos viendo entradas debido a la renta que pueden aportar estos activos a corto plazo”.

Esto no va a cambiar, ni tampoco creo que vayamos a ver una desinversión significativa a no ser que el ciclo crediticio cambie de fase, lo cual no anticipamos de cara a los próximos 12 a 18 meses”, afirma Rainbow.

La implicación a nivel de sectores

Desde un punto de vista sectorial, la propia estrategia high yield a corto plazo de Insight tiene una exposición limitada a las áreas más castigadas por la pandemia, y ha visto un descenso de su exposición al gas y el petróleo debido a la volatilidad del mercado en el sector y a la creciente preocupación de los clientes en torno a los riesgos de inversión responsable en este segmento.

Ahora que los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) están pasando más a un primer plano, va a ser cada vez más difícil justificar la inversión en los sectores gasista y petrolero, y a las empresas activas en ellos les resultará más difícil encontrar financiación”, concreta Gerhard.

“Esto significa que ciertas compañías en estas áreas quebrarán o incumplirán sus pagos, y otras deberán acudir a otros mercados y pagar una prima significativa para financiarse”, añade Gerhard. De cara al futuro, el gestor confía en que las tasas de impago también disminuirán de forma considerable ahora que se divisa un fin potencial de la pandemia.

“De hecho, el ratio distress de la deuda high yield (que mide el nivel de créditos en situación precaria en el segmento) se halla en su nivel más bajo desde 2015, lo cual apunta a una actividad de incumplimiento muy baja en adelante”, cuenta Gergard. De ahí a que su expectativa es que los impagos en este segmento disminuirán significativamente en los próximos meses.

En el mercado de préstamos europeos, Rainbow también percibe señales positivas y un potencial limitado de incumplimientos, lo cual considera como un buen augurio para el mercado tras el malestar de 2020: “El mercado ha crecido gracias a una fuerte actividad emisora y al aumento de los volúmenes y de la demanda este año”.

Pese a la subida de los incumplimientos en 2020 en plena pandemia, hemos asistido a un giro notable del sentimiento negativo del segundo trimestre del año pasado, y pensábamos que los impagos alcanzarían un nivel muy superior al registrado”, ahonda Rainbow.

“Desde el punto de vista del inversor, los préstamos europeos han mostrado una gran solidez frente a otras clases de activo, y creemos que seguirán haciéndolo incluso de subir los tipos de interés”, dice. En su opinión, un entorno favorable para los préstamos incluye “colchones” de renta variable decentes y estructuras financieras conservadoras, sobre todo frente a lo que vimos durante la crisis financiera.

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